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➴ 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚; 𝟐𝟑 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.

—En serio, ¿hay alguien que no se haya enterado? Creo que no éramos tan obvios.

—A excepción de Harvey...creo que no. A lo mejor nuestra relación no era tan secreta como pensábamos.

Sobre la mesa de centro, Ashley colocó una bandeja con dos tazas de chocolate caliente —con nata, canela y nubes de azúcar— y galletas con formas navideñas que la noche anterior había hecho junto a Leah y Amelie.

—No mencionó nada en todos estos años; no lo entiendo.

—Dijo que era nuestra decisión contarlo, no suya exponerlo —con cautela, tomó asiento justo al lado de Benjamin—. ¿Te duele?

—Más que doler, me molesta —admitió, llevando la mirada a la pierna operada—. Pero cualquier sacrificio es poco para poder volver a jugar al fútbol.

—Mira el lado positivo, te ahorras el tener que echar una mano en la cocina el día de Navidad —formuló risueña.

—¿Eso es lo que vas a hacer tú? —la duda de Benjamin no necesitaba una contestación, y el tono jocoso que había empleado dejaba claro que no precisaba una respuesta verbal; aún así, Ash se la proporcionó.

—Mi madre no me deja acercarme a menos de tres metros de la cocina —se carcajeó—. Así que, mientras ella, Harvey, la abuela Su, el abuelo Randolph y la tía May preparan la comida; mi padre, el abuelo Harry, el tío Jack y yo cantamos villancicos, tratamos de disfrazar al perro y sacamos de quicio a los chefs.

—Veo que hay costumbres que nunca cambian —comentó jovial. Seguían manteniendo la misma tradición que cuando Ashley era adolescente; los que tenían riesgo de incendiar la cocina, se quedaban al margen.

—Y hablando de cenas de Navidad, ¿Mason te lo ha comentado?

—Algo mencionó ayer cuando aún estaba bajo los efectos de la anestesia, así que no sé si me habré enterado mucho.

—El veintiocho cita triple o cena de Navidad entre amigos, como prefieras llamarlo —una idea que, como no podía ser de otra forma, había surgido de la mente de Leah—. En casa de Mount.

—Entonces sí que me he enterado bien —formuló divertido—. Pensé que no volverías hasta después de año nuevo.

—Me voy mañana con Harvey y Tom, quien creo que se pasó toda la noche suplicándole a su jefe que le dejase coger vacaciones un día antes —mencionó, recordando aquel mensaje de Thomas que citaba un emocionado "¡podemos irnos el veinticuatro!"—. Vuelvo el veintiséis para estar aquí para el veintiocho, y me vuelvo a ir antes de fin de año.

La ventaja de que los partidos de la Premier no cesaran en Navidad, era que tanto Mount como Declan se encontrarían en la ciudad aquellos días; al igual que Benjamin, quien por culpa de la operación tendría que trasladar sus fiestas de Milton Keynes a Londres. Y Amelie, por complicaciones en el trabajo, los días pendientes entre el veinticinco y el día treinta y uno, también se localizaría allí.

—Tengo un regalo para ti —formuló con emoción, cambiando radicalmente de tema.

—Ash, te dije que...

—Que no querías que te regalase nada por tu cumpleaños ni por Navidad —citó lo mencionado por el futbolista un par de semanas atrás—. ¿De verdad pensabas que te iba a hacer caso?

—Evidentemente, no —negó risueño—. ¿Y bien?

—Cierra los ojos.

—Lee, no me...

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 // Bᴇɴ CʜɪʟᴡᴇʟʟDonde viven las historias. Descúbrelo ahora