Capítulo único.

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Iván, ese es mi nombre. Tengo veintiocho años y acabo de llegar a casa de mis padres. Casa... sin padres. Murieron hace un par de años. Mi viejo sucumbió por el cáncer de hígado y mi madre se fue un año después, seguramente por la tristeza. Tenía también un hermano que murió hace cinco años en un tiroteo. Es imposible imaginar cómo es perder a un hijo con su muerte, y poco después al otro, por encarcelamiento. Mis brazos están llenos de tatuajes y mi cara puede reflejar un poco más de años de los que realmente tengo.

Estuve cuatro años en prisión, cargos: tráfico de drogas. Me dieron 6 años pero salí antes por buena conducta. Tampoco fue una condena gorda porque yo era uno más de esos esbirros que sólo hacían el menudeo y el transporte. Los encargados de cada zona sí que estaban jodidos si los cachaban, algunos preferían ponerse un cañonazo en la boca o cometer suicidio policiaco antes que ir a la cárcel. Los peces gordos, bueno, esos está claro que tienen lo suficiente para sobornar y salir, o seguir manejando el negocio desde dentro.

Ahora que estoy aquí, se preguntarán por qué mi vida es interesante.

Pues bien. Ese hermano muerto estuvo involucrado en muchas cosas... sucias, podría decirse. Esas mismas a las que fui arrastrado una vez que tuve edad para que André me aceptara dentro de su mundillo. No era un gran jefe, tampoco disponía de mucho territorio y había cabecillas encima de él por supuesto, pero yo lo admiraba. Quería ser como él, tanto que me esforcé por complacerlo y terminar la escuela, sólo así me dejaría entrar y formar parte de la organización a la que estaba ligado. Pero todo comenzó a ir en picada. La droga desaparecía en los traslados, había malos días; terribles, el dinero faltaba y pronto los de arriba pusieron sus ojos en el territorio que dirigía mi hermano. Él como responsable estaba contra la pared, trató de arreglar todo pero fue demasiado tarde. Uno de sus hombres era chivato. Se iba con quien mejor pagara y otros carteles comenzaron a reclutarlo para robarse la droga que André debía administrar. Al final, cuando había ganado lo suficiente, lo mandó todo a la mierda, llevando a la poli a cada rincón operativo de la zona. André indispuesto a rendirse, murió defendiendo algo que ni siquiera era suyo.

Yo vivía con él poco antes de que todo aquello comenzara a fraguarse. Los problemas iniciaron cuando yo estaba en la escuela y al final no pude terminarla debido a que hacía falta gente de tiempo completo. André me aceptó a regañadientes como otro de sus subordinados. Pero me volví adicto. Con el tiempo servía menos para los trabajos, no podía concentrarme ni tener claridad para nada. Pasaba perdido la mitad del día y la otra me escapaba para ver a alguien. André no estaba contento con el camino que estaba tomando pero no pudo ocuparse de mi cuando tenía tantas pegas encima.

Aquel día que falleció, algunos escapamos. Muchos se unieron a otros carteles, otros lo dejaron y yo tuve que valerme por mi mismo para conseguir algo que inhalar. Estaba tan fuera de mí que me vendí a la primera organización que se me cruzó. Solo pasó un año antes de que me atraparan.

Hoy en día estoy limpio. Pasé los peores años de mi vida rehabilitándome con base en golpizas y otras cosas violentas que hacen para que los adictos dejen de consumir. Claro que dentro de la cárcel podía comprarse un poco de droga, pero yo estaba tan necesitado y tan asquerosamente deteriorado que nadie quería follarme a cambio de una raya. Estaba jodido y no había más opción.

Eso fue al principio, después me decidí a dejarla no porque no pudiera tenerla, sino porque quería dejarla. Pude recuperarme en parte también, gracias a un tipo que fue mi compañero de celda. Un animal que olía mal casi todo el tiempo, pero siempre con buenas intenciones. Cayó por matar al esposo de su hermana, después de que la violencia domestica la dejara en estado vegetal. Era un buen tipo a quien le habían pasado desgracias. Pero me ayudó mucho, fue una figura paterna, más que mi padre, más que mi hermano, aunque claro, no por eso me volví un pan de dios.

Perhaps a happy ending.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora