parte única.

568 74 72
                                    

Scott se encontraba sentado en el mirador de Beacon Hills, donde nadie nunca iba. No entendía por qué nadie frecuentaba aquel lugar, siendo todo verde, lleno de arboles y aire fresco, era uno de los favoritos de Scott. Pero además de eso, se había convertido en el favorito del castaño porque en ese lugar, ocurrió una de los primeros encuentros de él y Allison.

Scott aún podía recordar hace unos años cuando habían venido por primera vez y pasaron la tarde riéndose. Claro, que para él no había sido la primera vez, ya que cuando su padre se fue, su mamá lo había traído a aquel lugar de pequeño.

- Hola -sonrió Allison, parándose al lado de donde se encontraba Scott.

- Allison -sonrió él-, te tardaste poco.

Scott le hizo un gesto a la chica, indicándole con una sonrisa que se sentara al lado de él en el pasto. Allison correspondió, y se sentó a su lado.

- ¿Cuándo he llegado tarde cuando se trata de ti? -rió la chica, para luego depositar un suave beso en los labios de Scott.

- Tienes razón -Scott asintió con una sonrisa.

Ambos habían salido de la universidad hace tres años. Scott había ya instalado su propio centro médico en Beacon Hills, mientras que Allison estaba en su primer año como profesora de niños pequeños, como siempre había deseado. Y como es obvio, estudiaron en universidades distintas, pero para suerte de ellos, estas se encontraron a menos de 15 minutos de la otra.

- ¿Te acuerdas cuando nos conocimos? -dijo Scott de repente, desviando la vista del mirador hacia la chica a su lado.

- ¿Cómo olvidarlo? -sonrió Allison-. Me prestaste un lápiz, sin si quiera pedírtelo.

- Ya sabes, audición de hombre lobo.

Ambos rieron.

- Luego nos encontramos por casualidad en la veterinaria de Deaton, cuando trabajabas ahí - agregó Allison-. Estaba lloviendo, mi auto había golpeado a un pobre cachorro y tu lo ayudaste.

- Luego fuimos a los bolos -rió él.

- Pero se convirtió en una cita doble -Allison continuó.

- Y nuestro siguiente encuentro fue aquí...

Allison asintió con una sonrisa.

- Allison, en este lugar me di cuenta que por más que intentase, jamás podría alejarme de ti.

La chica sonrió, escuchando atentamente.

- Te volviste parte de mi. Una parte tan importante... que jamás podría sacar. Aquí me di cuenta que... nada estaba bien hasta que estuvieses conmigo. Te volviste mi ancla, la que me ponía los pies en la tierra, mientras que al mismo tiempo, me tenías en las nubes.

- ¿Tenías? - rió ella, arqueando una ceja.

Scott rió.

- Me tenías en las nubes, me tienes en las nubes, y siempre me tendrás así -confirmó él.

Allison se acercó aún más a él, apoyando su cabeza delicadamente en el hombro de Scott. Éste la rodeó con el brazo y comenzó a acariciar levemente su cabello, depositando pequeños besos en lo que sus labios alcanzaban de su frente.

- Quizás solo era un chico de 16 años -continuó Scott-, pero enamorado con todo mi ser de ti.

La chica rió, para alzar la mirada y depositar un beso en su mejilla.

- ¿Sabes lo que yo sentía? Todas esas veces en la escuela... cuando te veía en el pasillo de lejos, y no podía respirar hasta que estaba contigo. O en clases, cuando yo... cuando yo no paraba de mirar el reloj, porque sabía que tu ibas a estar esperando afuera por mi - Allison sonrió, y desvió la vista al mirador-. Quizás era sólo una chica de 16 años... pero enamorada con todo mi ser de ti.

Scott posó una mano en la mejilla de la chica, haciendo que ésta volviera a mirarlo a él. Scott sonrió al ver sus ojos. "Ahí está" se dijo él a si mismo en su mente. "Ahí están los ojos, de los que estaré enamorado hasta mi último día".

- ¿Por qué sonríes tanto? -rió ella extrañada.

- Nada, sólo... estoy mirando tus ojos.

Allison se ruborizó.

- A todo esto, ¿por qué me has dicho que nos encontrásemos aquí? osea... siempre lo hacemos pero... al teléfono sonabas algo... misterioso.

- Oh, de eso quería hablarte - Scott rió-. Ven.

Dicho esto, el chico se puso de pie, ofreciéndole su mano para que Allison hiciera lo mismo. Ella correspondió, y se puso de pie de un salto, quedando frente a frente con él.

- ¿Qué ocurre? -arqueó una ceja extrañada.

- Bueno -Scott tomó su mano-. La verdad es que no sé como empezar -rió él.

- Solo... respira y... dime lo que me tengas que decir -Allison sonrió.

Scott cerró los ojos y tomó aire, para luego, abrirlos y hablar, sin soltar su mano.

- Tengo tantas emociones intensas revoloteando en mi cabeza y en mi corazón, que necesito ordenarlas. Y es que sigo sorprendido porque no eres lo que esperaba, eres mucho más. Allison, llegaste a mi vida y te fuiste haciendo una parte especial de mi corazón. -Scott tomó aire otra vez-. Poco a poco a tu lado las ganas de amar... de amar incondicionalmente fueron cada vez más grandes. Una vez tuvimos nuestros problemas, me asegurabas que iríamos despacio, que nos tomaríamos nuestro tiempo, pero yo te dije que no importaba, porque sabía que estaríamos juntos otra vez. ¿Porque sabes? no hay sosiego ni tranquilidad en este amor, que es todo realmente hermoso y apasionado.

Allison asintió, con los ojos dilatados y una sonrisa imborrable.

Scott continuó.

- Dicen que algo como esto sólo se siente una vez en la vida. Dicen que cuando llega el verdadero amor, se nota. Y en todos estos años a tu lado, lo he confirmado. Allison, te amo. Te amo irremediablemente, verdaderamente, locamente y profundamente. Y no voy a luchar contra ello, jamás lo haré. Así que ahora quiero avanzar en este camino contigo. -Scott suspiró-. Allison, la seguridad, la firmeza de amor, la energía de nuestras risas compartidas, la calma que siento cuando estamos juntos, y la vitalidad de nuestra historia... me hacen preguntarme muchas cosas. Pero una en especial...

Allison asintió sin soltar la mano de su amado, mientras una lagrima recorría su rosada mejilla.

- Allison Argent, ¿Me harías el honor... de casarte conmigo?

Allison soltó una pequeña risa sin poder controlar las lagrimas, que ya se habían avecinado todas.

- ¡Sí, Scott! ¡Quiero casarme contigo! -Allison se abalanzó sobre él rodeándolo con los brazos-, estaremos juntos hasta nuestros últimos días... -dijo apoyando su rostro en su hombro.

- Hasta los últimos, mi amor. -Este el correspondió el abrazo, sintiendo como lagrimas se avecinaban en sus ojos.

***

- ¿Scott? ¿Scott, estás bien? -Kira prendió la luz y se sentó en la cama, moviéndole el brazo.

Scott de un salto se sentó en la cama, sudando y con algunas lagrimas en los ojos.

- ¿Qué ha pasado? -preguntó desviando su mirada a Kira.

- Llorabas mientras dormías, ¿todo bien?

Scott bajó la mirada.

- Fue... sólo un sueño.

Dicho esto, Scott se recostó otra vez, tratando de no volver a cerrar los ojos, y ver a Allison de nuevo, en otros de sus sueños.

Wildest Dreams | Scallison one shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora