Llegamos a la fiesta a la que Sebas me invitó. La casa era muy bonita, tenía dos pisos, el suelo era de madera al igual que el techo, un candelabro gigante colgaba en medio del comedor. A pesar de que prefiero las casa modernas, esta tiene un toque hogareño muy particular, se siente cálida y reconfortante a la vez. Sencillamente me gusta, aunque esté el sonido a todo volumen, muchos jóvenes bailando y la casa huela a alcohol, me gusta.
Sebastián me toma de la mano y me adentra en la casa, llegamos a la cocina donde hay un par de parejas y algunos cuantos jugando truco. Me siento en el mostrador y él se mete en medio de mis piernas. Luego de hablar un rato me dice que va a buscar unas bebidas y aprovechar para saludar. Él entiende que todavía no quiero que nadie sepa de nuestra pequeña aventura así que después de discutirlo unos segundos, acepta dejar que me quede un rato sola. Unos cuantos muchachos se acercan a mí preguntando si estoy sola y ofreciendo bebidas, yo solo digo que estoy con "mi novio" para que se alejen de inmediato, y lo logro.
Sebastián se está tardando, la verdad no me importa mucho. Una porque él y yo no somos nada y dos porque confió en él. ¿Que cómo lo hago? Ni idea, pero lo hago.
Estoy debatiendome entre ir a buscar a Sebas o esperarlo un poco más cuando veo a Luifran pasar por la puerta tomado de la mano con... ¿Mi mejor amiga? ¿Que hace ella aquí? Y sin avisar. Bueno, he sido yo la que no le ha escrito ni visitado desde que conocí a Sebas, mejor me quedo quieta para que no me vea y observo todo en silencio, de todas maneras me matará si se entera que estoy aquí.
Como si sintiera mi presencia se voltea y sus ojos miel se encuentran con los mios. La sorpresa en su rostro es exagerada para la pequeña situación. Se acerca a mí cada vez más roja, debe ser por la rabia acumulada. Se detiene justo en frente de mí y me sonríe.
-Ho... Hola Amanda- se ruboriza aún más. Okay, tal vez eso no era rabia, tal vez era pena. Pero ¿pena de mi? Bueno, la verdad es que ella es la más introvertida de las dos, yo soy quien siempre quiere salir a las fiestas y a la que menos le dan permiso, mientras ella prefiere estar en casa con un libro o conmigo hablando de cualquier cosa a pesar de que la dejan ser libre. Creo que puedo divertirme haciéndole un poco de bullying ahora que está ruborizada.
- Hola Janny, ¿Quién es ese que sostenía tu mano?- bailo mis cejas con complicidad.
- Ah, él... Pues... ¡Luifran!- lo llama subiendo el tono de voz para que pueda oír por encima de la musica. El se acerca y en un minuto esta con nosotros.
-Dime, ¿que pasa?- la mira como un idiota babeado sin darse cuenta siquiera de que soy yo quien esta al lado de ella.
- Él es Luifran, Amanda. Mi...- carraspea un poco y se remueve nerviosa en su lugar-. Mi...- sigue tartamudeando como retrasada, eso me divierte.
-Soy su novio, Amanda. ¿Cómo estas?- Él termina por ella y la mira con impaciencia mostrando su ceño fruncido por la indecisión de Janny.
-Muy bien, Luifran- le doy un beso en su mejilla y él me abraza. Suelto una carcajada por lo alto y él ríe conmigo al notar que Janny nos ve perpleja por la familiaridad de nuestro saludo.- Cuentame Janny, ¿Cómo se conocieron?
-Amanda...- ¡Ay no! ¿En serio? Justo cuando empezaba a divertirme. Noto que Janny ve hacia mí por encima de mi hombro babeada, volteo y Sebastián esta allí sosteniendo dos vasos en cada mano, Luifran saluda a Sebas y ahora Janny me mira con sus manos cruzadas delante de su pecho y una ceja levantada.
-Hola Sebas- digo dándole una sonrisa nerviosa- te presento a mi mejor amiga, Janny. Ella es la novia de Luifran,-.Janny entrecierra sus ojos y yo le doy una sonrisa victoriosa.
- Ah, si... Luifran nos presentó anoche cuando llegué a su casa y los encontré muy acaramelados.- la miro con la boca abierta en forma de "o", ella se remueve incomoda y se encoje de hombros en forma de disculpa. Sebas tiene algo incorregible, y es que no disimula ni un poquito. Simplemente deja que las palabras salgan de él sin filtrar siquiera una. De todas maneras agradezco que en esta oportunidad lo haga-. Bueno Luifran, creo que ya conociste a mi novia Amanda, pensé que no podría domarla pero al final terminó amandome-. Luifran ríe en complicidad con Sebas y Janny sigue mirándome horrible como si hubiera matado a su gato.
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No soy suficiente
Novela JuvenilAmanda tiene 19 años, es una chica que parece segura de si misma, pero la verdad es que, a raíz de los constantes "no sirves para nada" de su padre, se ha creado una imagen de insuficiencia en ella misma. Amanda nunca había tenido un novio, hasta q...