Siempre nos quedará el café de las 4

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Que relajante es ir a tomar un café, en aquella cafeteria, tan simple y a la vez compleja.
Simple, por tener un estilo sencillo y un ambiente calido, en si, desestresante, y mejor aún despues de terminar un dia pesado el trabajo, escribiendo noticias para el periodico, pues todo tiene que ser percecto y con un jefe pesado no puede haber ni un minimo detalle que se te escape. Generalmente prefiero sentarme en la mesa que da a la ventana y ver aquel hermoso atardecer, ver como el cielo se vuelve naranja y el contorno de las casas se vuelve negro, llegar a ver minuciosamente cada detalle de la cosa mas insignificante y encontrar lo bello de lo supuesto feo, apreciar cada cosa y sentarme a pensar, o leer mi libro favorito, se que lo he terminado una y otra vez, simplemente me encanta y hasta ahora no pierde su escencia, esa emocion que se da al leer un libro que te interesa y te encanta, tal vez sea algo tonto para otros, pero para mi no, y posiblemente lo crean ridiculo, pero todavia me acuerdo el dia en que lo consegui y lo hice firmar por la autora, fue un lindo recuerdo, que alguien impotante e interesante le diera su firma a alguien como yo, alguien común y no muy interesante qur digamos, en fin, ya me tengo que ir, pues ya anochecio y todavia tengo muchas cosas que hacer.
Me levanto y voy hacia la caja para pagar la cuenta, son 30$, miro mi pobre cartera y con suerte llego a pagar la deuda, no me pagan mucho, pero si lo suficeinte y trato de gastar lo menos posible.
Pido la factura a nombre de Dayane Mills S. , pero el cajero se equivoca, de nuevo y pone Dianai Mils H. , en vez de mi nombre, me limito a enojarme y reclamar, pues no quiero empeorar mi dia, solo se que lo unico que me alegrara y me pondra de buenas sera "Lili", me hermosa gata que parece una vaca en miniatura, ella es mi consentida, saldo de la cafeteria y camino sola entre las calles, bueno, hay gente, y mucha, pero me siento sola en estos momentos.
Para mi buena suerte enpieza a llover, me habia olvidado del clima.
Empiezo a correr y de rato en rato salto en los charcos de agua, como una niñita de seis años, y me encanta. Sin darme cuenta, llego al edificio en el que vivo, subo toda empapada, sin que nadie lo note, caso contrario seria una multa de 50$ y no quiero ganarme una.
Finalmente llego a mi piso, camino lentamente algo cabizbaja, me paro frente a la puerta de mi apartamento, que es el numero 164, saco las llaves, las inserto en la perilla, giro la manilla y entro, me siento feliz, alegre, de volver a casa.
Grito el nombre Lili, y mi pequeña vaca se acerca hacia mi, con una delicadeza unica, esa es una de las cosas que me encantan de los gatos.
Lili empieza a ronronear y a entrepasarse entre mis piernas, la alzo y pregunto:
-¿quien es mi preciosa?, ¿quien es mi consentida?
Ella solo me responde con un "miau", y yo me conformo tomandolo como un "yo"
Pongo unas pipocas en el microondas y mientras revientan enciendo la tele y empiezo a buscar alguna pelicula en la tele. Suena el microondas, las pipocas ya estan listas, dejo el control en el sofá y voy a sacarlas y servirlas en un plato, mientras tanto, Lili empieza a cambiar de canales con sus pequeñas patitas, se ve tan bella, le pregunto:
-¿que quieres ver Lili?
Y ella me vuelve a responder con un "miau" y yo me rio.
La gata astuta, se baja del sofa y empieza a maullar y a entrepasar entre mis piernas, de nuevo, pues ya se sus intenciones.
Le pregunto:
-¿quieres una?
Y ella solo se limita a mirar deseosamente el plato de pipocas.
Y yo para molestarla le respondo:
-No, estas muy gorda, tienes que bajar de peso, ademas son solo para humanos- alzo un par de pipocas y las meto a mi boca, haciendo que aumente su deseo de comer pipocas.
Ella empieza a maullar mas fuerte, parece un bebé haciendo sus berrinches, la alzo y la llevo hasta el sofá, pongo las pipocas a mi derecha y empiezo a comerlas y Lili tambien, gata astuta.
Estaba viendo un documental sobre los monos, hasta que recibo una llamada de mi jefe, ya se que quiere, lo tipico, "quiero que mañana llegues al trabajo una hora antes", eso seria a las 7:00 am.
Esta vez prefiero no contestar la llamada, termina de sonar el telefono, pero suena el mensaje de voz.
- "Dayane, se que estas ahi, contesta, quiero que mañana llegues una hora antes de lo normal, sino, te despido!!!"
Ni modo, no queda de otra, a las 7:00 am entonces, al menos me consuela saber que renunciare dentro de cuatro meses, es agosto, y no pienso trabajar un año mas en aquel lugar.
Apago la tele y voy a la ducha, la pongo en tibio y me baño, al terminar, me envuelvo el cuerpo con una toalla y con otra mas pequeña la cabeza, me paro frente al espejo y lo desempaño con la mano.
Me miro, señalo a mi reflejo que se encuentra en el espejo y sigo en voz alta:
-"Eres una mujer fuerte, tu puedes, ya pronto renunciaremos y las cosas mejoraran, es una promesa"- sin querer se me escapan algunas lagrimas, pero me las seco con la mano, se que soy fuerte, y no llorare.
Salgo del baño, me pongo el pijama y llamo a Lili, esta viene y me acompaña a la cocina.
Le sirvo a Lili el atún que tanto le gusta, para mi gusto huele asqueroso y no entindo como es que a los gatos no les asquea ese olor tan asqueroso, siendo que ellos tienen una nariz más sensible que lo humanos.
Yo me sirvo las sobras de la cena de ayer, una milaneza, pure de papa y ensalada, pero prefiero botar la ensalada, huele mal, prefiero hacer otra y una nueva.
Al terminar de prepararla le pregunto a Lili:
-¿quieres un poco?- y ella se va corriendo al dormitorio y yo le digo - tampoco queria invitarte, gorda.
Termino comiendo sola, como lentamente, como si fuera temprano, al acabar llevo los platos al lavamanos y los dejo ahi, mañana los lavare.
Voy yo tambien hacia el dormitorio y encuentro a Lili durmiendo en medio de la cama, me rio y sin querer la despierto, ella maulla un poco, la levanto y me entro a la cama y acomodo a Lili a mi lado y nos vamos durmiendo de poco a poco hasta quedar inconcientes.