Al cabo de unos días la madrastra de Carolina comenzó a presentar una enfermedad general epidérmica muy contagiosa acompañada de fiebre y manifestaciones catarrales.
Carolina, aunque sabía que la madrastra la odiaba estaba muy asustada por ella no quería que se muriera pues si ella se moría no iba a tener a nadie, iba a estar sola en este país tan grande, sin ningún familiar o alguien a quien ella le manifestará cariño.
Cada día la madrastra de Carolina se ponía peor.
Carolina asustada se fue en busca de alguien que le ayudara a mejorar a su madrastra, camino y camino hasta que encontró una casa ella, estaba muy asustada puesto que no sabía quién vivía ahí.
Carolina se acercó muy lentamente a la casa (Carolina estaba temblando del miedo) levantó la mano y tocó la puerta. misteriosamente la puerta se abrió sola (Carolina cada vez mas asustada) entró a la casa y sintió que algo se movió, Carolina miró a todas partes y saltó del miedo cuando vio a un gato negro cruzando, el gato de maulló.
Como la casa era muy grande Carolina siguió buscando haber si encontraba alguien que le ayudara.
Carolina asustada preguntó si había alguien mientras que una voz media apagada le respondió: si mi hija ven, estoy aquí.Carolina con dudad de si lo hacía, fue hacia dónde se encontraba la voz y encontró a una anciana.
Carolina le preguntó que si le podía ayudar con su madrastra que estaba en muy mal estado y la anciana le respondió: claro mi hija, espera, déjame llevarme algunas algunas cosas para poder ayudar a tu madrastra a lo que Carolina le respondió muchas gracias señora como se lo puedo pagar y la anciana le respondió con una voz más grave y tenebrosa : con tu alma Wajajajajaja wuajajajaja.
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La Joven Carolina
Short Storyes sobre los enfrentamientos que tiene que pasar una joven