Capítulo 32

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Seco mis lágrimas en su sudadera y me siento en el sillón que hay junto a la cama y sólo le miro, esperando que despierte pronto.

Aprecio los monitores que están junto a la cama, monitorizan sus constantes vitales, parece que hubieran aumentado desde que entré en la habitación.

Sujeto su mano y la acerco a mi mejilla intentando poder encontrar algo del cariño que me había dado antes, pero nada.

-Si puedes oírme, despierta por favor, te necesito a mi lado, no me abandones.-Digo para intentar ayudarle a salir de ese estado.

Ojalá pudiera hacer algo más por ayudarle, pero salvo estimularle, no hay nada más que yo pueda hacer.

Dibujo círculos en la palma de su mano, igual que él hacia en mi abdomen. Me provocaba muchas cosquillas pero otras veces hacia que mi día cambiara.

*FLASHBACK*

Es de noche, y hace cuatro días que Brooke se mudó aquí.

Justin viene todas las noches y hablamos de nuestras cosas.

-¡DIOS! Vivir con Brooke es lo peor.-Le cuento.

-Ya lo sé pero tú pasa de ella.

-Lo intento.-Digo tumbándome en la cama y mirando al techo.

-Tú no te preocupes.-Justin se acuesta junto a mí, y empieza a dibujar círculos sobre mi vientre.

Al principio me produce cosquillas pero poco a poco esos movimientos, en el sentido de las agujas del reloj, hace que olvide todo lo malo.

-¿Mejor?-Pregunta Justin con una amplia sonrisa.

-Sí.

-Eso me lo hacía mi madre cuando era pequeño y me enfadaba o estaba triste y siempre conseguía que me olvidara de todo.

-Pues has aprendido bien su sabiduría.-Digo devolviéndole la sonrisa.

*FIN DEL FLASHBACK*

Llaman a la puerta y Matt y Sam entran.

-¿Cómo está?-Dice Sam acercándose a él.

-No muy bien.

Sam mira a Justin, mientras Matt se queda apoyado en la pared, parece que no le importa nada de lo ocurrido.

-Esperemos que despierte pronto.-Dice Sam.

-Ya.

-Además, hemos oído que puede haber por aquí algunos Casterwill.

-¿Cómo?-Volvemos a lo mismo de antes.

-Pues que en esta zona, según nuestras fuentes, pueden haber grupos de matones dirigidos por los Casterwill.-Dice Sam mientras se acerca a mí.

-¿Y qué?

-Que puede que nos tengamos que volver a mudar.

-¿Otra vez?

-Por desgracia, sí.-Hace una pausa y se acerca más a mí.-Y esperemos que Justin despierte pronto, si no, no podremos llevarle con nosotros.

-¿CÓMO? ¡NO PODEMOS ABANDONARLE!-Le grito mientras me levanto del sillón.

-Sé que no te gustaría pero habría que hacerlo.

-No, no lo vamos a hacer, me da igual que me cojan los Casterwill, o quien sea, no le pienso abandonar.-Acabo gritando.

-Bueno, vale, parad ya. En casa ya habrá tiempo de discutir eso.-Dice Matt para que paremos.

Vuelvo a sentarme en el sillón, no tengo más ganas de seguir discutiendo.

-Bueno, creo que debemos irnos.-Dice Matt señalando la puerta.-Tenemos cosas que resolver.-Sam lo sigue y me mira antes de cerrar la puerta, yo ignoro su mirada. Sólo miro hacia la cama en la que está Justin.

Pasan las horas y sigo esperando a ese despertar, ese despertar que se hace de llegar.

Llaman a la puerta y entra el doctor.

-Hola, ¿qué tal?-Me saluda.

-Bueno, he tenido momentos mejores.

Caleb mira los monitores y apunta algunas cosas en una libreta que cuelga a los pies de la cama de Justin.

-¿Qué tal se encuentra doctor?

-Pues sigue estable, sus constantes son normales-dice ojeando la libreta- además diría que han mejorado.

-¿Y sabe cuando va a despertar?

-Eso no se puede saber, hay muchos factores que varían y el cerebro humano es un sistema de lo más complejo. En estos casos, casi nunca sigue los mismos pasos, siempre cambia.

-Vaya.-Susurro.

-El tiempo nos dará la respuesta.-Coloca de nuevo la libreta en su emplazamiento.-¿Te apetece comer algo?

Su ofrecimiento me pilla por sorpresa.

-Bueno.

-Pues vamos, ahora mismo tengo un descanso.

Salimos de la habitación y le sigo por el pasillo hasta los ascensores.

Entramos y Caleb pulsa el botón del vestíbulo.

De repente el ascensor da una sacudida, que nos hace tambalear, y se detiene.

-Vaya parece que se ha parado.

-¿Enserio?-Digo sarcástica.

Pone una sonrisa falsa y empieza a tocar varios botones del panel de control.

-¿Sí?-Dice una voz desconocida.

-Nos hemos quedado encerrados en el ascensor.

-Esperen que ahora los saco.

-Vale.

El ascensor da otra sacudida y se van las luces.

-Perfecto.-Dice el doctor.

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TroublemakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora