Narra Alai:
- La extraño Meli... - le digo a mi amiga mientras hablamos por teléfono.
- Te dije que te la estoy cuidando bien, boba - me dice ella.
Hace siete días que estamos en Brasil y todas las mañanas llamo a Melina para saber cómo está Frutilla, parece exagerado pero realmente la extraño demasiado.
- Andá a tomar sol a la playa y dejá de molestar, zorra - me regaña mi amiga.
- Bueno gordi, cuidate y mandale saludos a Leo. - Efectivamente mi plan funcionó y mi amiga está de novia con mi compañero de facultad y amigo de Pablo. ¡Viva el amor!
Observo a Pablo que todavía está durmiendo, se ve tan lindo. Me tiro sobre él y comienzo a besarlo - Arriba dormilón, nos vamos a perder el desayuno.
- Un ratito más - me dice riendo mientras trata de encontrar una posición en la que yo no pueda molestarlo.
Gonzalo golpea y entra a la habitación. - ¿Todavía no te levantaste? - le dice a mi novio arrojándole un almohadón.
- ¿Qué obsesión tienen ustedes con levantarse temprano? Estamos de vacaciones - dice Pablo de mala gana sentándose en la cama.
- El desayuno es hasta las 10:30 amor, tenemos hambre - protesto.
Pablo se cambia y bajamos los tres a desayunar, nos servimos un poco de todo y comemos hasta que nuestras panzas amenazan con explotar.
- Le voy a tener que entrar duro al gym - dice Gonza palpándose la panza.
- Si siempre comés un montón - lo peleo.
- Caradura - me mira y me saca la lengua cual nene de cinco años.
- Hoy les tengo una sorpresa - nos dice Pablo con una sonrisa.
- ¿Qué es? - le pregunto intrigada.
- Es sorpresa nena... - me sigue peleando Gonza y ahora soy yo la que le saca la lengua divertida.
La sorpresa de Pablo resultó ser un hermoso viaje en crucero para ir a bucear. Hacia mucho que no disfrutábamos de un par de días de paz y se siente realmente bien. Estoy en la parte más alta del barco apoyada en la barandilla, observo el azul del mar tan distinto al de Mar del Plata y unos brazos se entrelazan en mi cintura.
- Hola, mi amor - dice Pablo besando mi mejilla.
- Hola, lindo, te extrañaba...
Me giro para quedar cara a cara con él. El reflejo del sol ilumina su sonrisa y lo hace muy atractivo. Todo en él lo es, su cuerpo trabajado, sus ojos celestes que contrastan con su pelo negro, la forma en que sonríe, sus dientes parejos, la forma en que me abraza, lo segura que me siento a su lado. Presiono mis labios en los suyos y mi novio se deja besar, nuestras lenguas comienzan a moverse juguetonas en la boca del otro y él presiona mi cintura acercándome aun más a su cuerpo. Coloco mis manos en su rostro y el beso se intensifica. Es increíble que después de tanto tiempo siga sintiendo las mismas mariposas en la panza que sentía cuando lo besaba en las noches de alcohol y boliche del secundario.
- Te amo, Alai - dice apartándose de mi boca apenas un par de centímetros, para luego volver a besarme.
- Sos todo para mi - esta vez soy yo quien interrumpe el beso.
Muerde mi labio inferior y yo sonrío.
- ¿Interrumpo? - nos dice Gonzalo algo nervioso.
- ¿Vos también querés uno de mis besos? - pregunta Pablo burlón.
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Dime quién soy yo, sin ti a mi lado.
Romance"A veces me pregunto si alguna vez le rompí el corazón a alguien, si alguna vez fui capaz de estrujarlo con cada una de mis palabras hasta reducirlo a un montón de vidrios rotos. A veces me pregunto si alguien arrojó cosas maldiciendo mi nombre, si...