CAPÍTULO ÚNICO

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   Se encontraba justo frente a sus ojos. Esa... Cosa, simplemente se mantenía ahí, arruinando estrepitosamente sus pulcros planes, por los que había pasado horas en pensar situaciones y acciones adecuadas, se había esmerado en preparar ese momento exacto durante mucho tiempo, demasiado se podría decir; gastando valiosas horas y días e inclusive semanas, planteándolo e imaginándolo, y era el colmo que justo cuando estaba a punto de cumplirse tal como esperaba, solo apareciese y terminase por arruinar completamente todo lo planteado mucho antes.

El Inu le observó de manera atenta y le dirigió la mirada mas fría que su sistema fue capaz de crear. Y luegñgo de un par de eternos minutos lo aceptó, definitivamente el día de hoy, el Lord del Oeste conoció a su mayor y peor enemigo. Tal vez parentase ser inofensivo y/o para nada peligroso, pero para su calculador punto, era lo mas nefasto y molesto que hubiera conocido en su muy larga vida. Poco antes de su repentina aparición todo marchaba a la perfección, sin problemas ni errores, mantenía una gran parte avanzada y ahora solo faltaba deshacerse de esa escoria.

Le observó atentamente. Su mirada se tornó aun más fría y profunda de lo que comúnmente era, y por un momento pensó en que sucedería si las miradas quemasen, llegando a la rápida conclusión de que definitivamente de eso ya no quedarían ni siquiera cenizas. Sabía que no sucedería, pero eso no le haría despegar su vista de ello.

— Ya es suficiente, en definitiva voy a hacer trizas a esa cosa — Su voz retumbó por todo el lugar, aún siendo que solo fue un susurro.

— ¡No lo hagas Sesshomaru! — Su humama sonó algo preocupada, ¿Qué podía mirarle de especial a eso?

— Oh, claro que lo haré, se ha interpuesto en mi camino — Simplemente gruñó mostrando un notable fastidio.

Sin dudarlo preparó sus garras, las mismas que eran tan mortales que nadie lo imaginaria. Se acerco lentamente a su ahora mortal enemigo con sus finas garras listas... Estaba apunto de acabar con la miserable vida de su oponente, pero al parecer la Miko seguía sin aprobarlo.

— ¡Sesshomaru Taisho!, ¡Te dije que no lo hicieras! — Escuchó otro grito de su Miko, no entendía que podía tener de especial esa cosa que hacia que ella no le dejase ni siquiera tocarle.

— Ya te lo dije claro mujer — Gruñó —, mientras esa cosa siga interponiéndose en mi camino no dudaré en aniquilarla — Alzó una de sus manos, listo para atacar a esa cosa y destrozarla.

— ¡Pero no puedes Sessh!

— ¿Y porque se supone que no puedo? Dame al menos un motivo coherente para no hacerlo.

— ¡Porque yo lo digo y ya!

Suspiró y después gruñó de nuevo, ¿Cuántas veces no lo había hecho ya?

— Yo hago lo que quiera mujer, y si lo que quiero es acabar con eso, ten por seguro que no dudaré en destrozarlo en este mismo instante.

— P-Porfavor Sesshomaru, ¡Simplemente no lo hagas!

— Guarda silencio, lo haré y no hay nada que puedas hacer para evitarlo.

Su mirada viajó de nuevo, e detuvo cuando pudo observarle, seguida ahí y no pudo hacer más que mirarle con algo de odio, eso no podía simplemente llegar e interrumpir sus planes, hacia tanto deseaba que este vento ocurriera, para que justo cuando estuviera a escasos segundos fuera obstruido de esa manera, pero no lo dejaría pasar tan fácil, esa sabandija no se interpondría de nuevo en sus planes, él llegaría hasta el final y nadie se lo evitaría como en ese mismo momento eso lo hacia, estaba completamente listo para acabar con esa miserable cosa.

Y al fin lo logró.

La razón fue simple: El era Sesshomaru Taisho, Lord de las Tierras de Oeste, y siempre obtenía lo que quería, como un niño malcriado y mimado. Y acabar con eso fue como pan comido ante su presencia, pero la mejor parte no era esa, sino que ahora nada ni nadie le impediría seguir con sus planes. Una gran y arrogante sonrisa se formó en sus labios. Había logrado su cometido, observo a la miko, un escalofríolo recorrió lentamente, lo miraba furiosa, como él bien sabía, toda acción tiene una consecuencia, pero aún así no se arrepentiría de ello.

— ¡Sesshomaru! ¡Te dije que no lo hicieras! — Kagome tenia un lindo y bochornoso rubor en las mejillas por la mirada que le transmitía su compañero.

— Por favor Miko, eso se interponía en mi camino — Se acercó solo para plantarle un beso en los labios.

— ¡P-Pero era mi sostén favorito! ¡Y tu lo Rompiste idiota! — Hizo un berrinche una vez se separaron.

— Pero no me dejaba ver tus pechos, no era más que un estorbo.

— ¡Idiota!

— ¿Sabes?, de ahora en adelante no usarás más esa cosa .

— Oh ¡claro que lo haré!, seguiré usando sostén así tu no quieras Yōkai arrogante.

Solamente soltó un bufido y la observo, volvió a sonreír, se acercó y volvió a besarle, obviamente siendo correspondido, estaba convencido de seguir con lo que hacían antes que eso apareciera.

Ciertamente, llevaba bastante tiempo deseando hacer suya a la vulnerable humana de la cual se había enamorado, sabía que seria la primer "Experiencia" que ella tendría, y gracias a ello planeó todo a la perfección solamente para que lo disfrutase al máximo, pero fue el colmo que justo cuando llevaba a cabo su tan elaborado plan, esa cosa apareciese sin el mínimo aviso de antelación. No sabía siquiera con completa certeza que o para que era, pero realmente no importaba mucho, ahora que se había desecho de ello podía proseguir con su perfecto y casi pulcro plan.

Hacer jadear, gemir y sudar a su hermosa Miko humana hasta desfallecer.

Tenía completamente asegurado el hecho de que Eso ya no se interpondría, pero a su mente vinieron las palabras que la mujer había soltado para él "Oh, ¡claro que lo haré!, seguiré usando sostén así tu no quieras Yōkai arrogante", ahora que lo analizaba bien, sin contar el hecho de que le llamó "Yōkai arrogante", le dijo que seguiría usando esa cosa prácticamente inservible.

Sin duda alguna ese "sostén" seria su mayor enemigo en adelante...

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¡HI BABY'S!

No hay nada interesante por hoy, así que solo espero que les haya gustado este pequeño y - se supone - algo cómico escrito sin sentido 💕

Recuerden avisarme si ven algún error de cualquier tipo por ahí, también pasarse por mis otras historias

Bueno, sin más que escribir, Sayōnara!~

Mi Mayor EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora