My curse [m-preg]

Capítulo 36 ~ Tatuaje

Bueno, no me he demorado demasiado CREO xD espero que os guste este capítulo, aviso que hay smut... sdhdfsjh pero sois unos viciosillos y os encanta okno

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36.

Al despertarse, se llevó un buen susto al no recordar dónde se había acostado la noche anterior. Recordó entonces retazos de cuando estaba despierto, y de lo que había pasado en la cripta, que lo habían rescatado y traído de vuelta, sano y salvo con su pantera. Ésta seguía durmiendo plácidamente a su lado, ajeno a lo que le acababa de sobresaltar.

Le acarició la hinchada barriga, sintiendo la calidez en sus manos y tranquilizándolo instantáneamente, y se transformó en lobo para estar más unido a la esencia animal del bebé. Casi aulló de alivio cuando pudo olerlo, y apoyó la cabeza en la tripa de la pantera.

Al cabo de un rato se quejó, incómoda, y volvió a ser Stiles, que despertó al lobo dormido que estaba prácticamente enteramente encima de él. Éste gruñó molesto y volvió a ser Derek, que lo miraba ceñudo.

-Hola lobito -saludó el castaño con cariño, acunando su rostro en la mano y dándole un beso.

-Estaba muy cómodo oyendo al bebé...

-Pero me estabas aplastando a mí. -Derek lo calló con un beso que pretendía ser conciliador, pero la boca de Stiles reclamó la de su lobo, profundizando el beso.

Lo había echado tantísimo de menos que aún le dolía su ausencia, y eso que lo tenía allí delante, saturando sus sentidos y tocándolo como si no lo hubiera tocado nunca. La necesidad se hizo latente, y el suspiro de la pantera acabó en gemido cuando el lobo le gruñó suavemente en su oído, para que supiera que sí, que lo iba a tomar, pero que le gustaba jugar con su presa antes de comérsela. Y Stiles era ahora su presa.

La sensual lengua de Derek, tan caliente y húmeda, le torturaba recorriendo el contorno de la primera marca de Stiles del cuello. Éste ronroneó intentando que la lamiera de una vez, aquel juego lo tenía más cachondo que cualquier otra cosa. El duro miembro del moreno se clavó en su muslo, intentando aliviarlo con la fricción de la pierna, pero lo que hacía era excitarse más.

Stiles serpenteaba, notando como por fin le rozó con la lengua la marca, para luego rugir y clavarle los dientes con dureza, casi castigándolo. El lloro de alivio del castaño lo excitó aún más, y bajó hasta la siguiente marca.

Fue lamiendo, mordiendo con vehemencia a modo de castigo, y lamiendo de nuevo para aliviar el dolor y parar la hemorragia, mientras Stiles no dejaba de suplicar por el lobo. Quería más, y los ojos ambarinos se lo pedían, se lo exigían. Derek no iba a ceder a los deseos de la pantera aquella vez, quería hacerle el amor a Stiles, y satisfacer a la pantera también.

-Pantera, no voy a hacerlo contigo. -El castaño siseó en respuesta, totalmente como animal, a pesar de su apariencia humana.

Derek bajó a la entrepierna de Stiles, que seguía retorciéndose de la excitación. Besó una cadera, luego la otra. Se paró en el pliegue del muslo con sus genitales, rozándolo con los dientes de lobo y repitiendo el proceso en el otro lado. Los dedos del castaño se aferraron a su pelo, intentando llevarlo hasta su duro miembro. No dejaba de provocarle arañazos con su barba cerrada, enrojeciendo su piel y causándole una mezcla de dolor y placer.