La interseccion de Einstein

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LA INTERSECCIÓN DE EINSTEIN

Samuel R. Delany

Titulo original: The Einstein Intersection

Traducción: Marcial Souto

© 1967 by Samuel R. Delany

© 1973 Ediciones Minotauro,

Humberto Iº 545 - Buenos Aires

Edición electrónica de Sadrac

Buenos Aires, Diciembre de 2001

Para Don Wollheim, un hombre responsable

en todos los sentidos y por lo que están dentro,

y a Jack Gaughan por lo que está afuera.

Oscurece (tintura, tinte) todo este divertidonimal mundo nuestro.

James Joyce / Finnegans Wake

No quiero decir con esto que haya de darse el nombre de locura

a todo desorden o error de los sentidos o de la mente.

Erasmo de Rotterdam / Elogio de la locura

Hay en mi machete un cilindro hueco, agujereado, desde la empuñadura a la punta. Cuando soplo en la boquilla del mango, sale música por la hoja. Cuando tapo todos los agujeros el sonido es triste, áspero como algo áspero que aún puede llamarse suave. Cuando descubro todos los agujeros el sonido canta alrededor, y trae a los ojos destellos de sol en el agua, metal triturado. Hay veinte agujeros. Y desde que toco música me han llamado tonto de muy diferentes modos; más a veces que Lobey, mi nombre.

¿Cómo soy?

Feo y mostrando los dientes casi todo el tiempo. Nariz enorme y ojos grises y boca ancha apretados en una cara pequeña y parda, apropiada para un zorro. Todo arañado de pelos que son hilos de bronce. El pelo me lo corto casi de raíz con el machete, cada dos meses. Vuelve a crecer rápido. Lo que es raro, pues ya cumplí veintitrés años y aún no me salió la barba. Tengo figura de bolo; los muslos, las pantorrillas y los pies de un hombre (¿gorila?) del doble de mi estatura (que es de aproximadamente uno ochenta), y caderas proporcionadas. Hubo una erupción de hermafroditas el año en que nací, y eso es lo que me llamaron loa doctores. De algún modo tengo mis dudas.

Como digo, soy feo. Mis pies tienen dedos casi tan largos como los dedos de las manos, y los mayores están en semioposición. Pero esperen; una vez le salvé la vida a Pequeño Ion.

Estábamos escalando la Cara de Berilio, resbalando en aquella roca vítrea cuando Pequeño Ion perdió pie y quedó suspendido de una mano. Yo me sostenía con las dos manos, pero estiré un pie y tomé a Pequeño Ion de la muñeca y tiré de él hasta que pudo pisar en algo.

Aquí Lo Halcón se cruza de brazos sobre la camisa de cuero, mueve gravemente la cabeza, de modo que la barba le sube y le baja sobre el pescuezo nudoso, y dice:

- Ante todo, ¿qué hacíais vosotros, jóvenes Lo, en la Cara de Berilio? Es arriesgado, y ya saben que evitamos los riesgos. La natalidad está bajando, bajando todos los días. No podemos permitirnos que la juventud productiva se pierda en tonteras.

Claro que la natalidad no está bajando. Son cosas de Lo Halcón. Lo que él quiere decir es que está bajando el número de normos totales. Pero hay muchos nacimientos. Lo Halcón es de la generación en que el número de no-funcionales, idiotas, mongoloides y cretinos superaba bastante el cincuenta por ciento. (Ah, todavía no nos habíamos adaptado a vuestras imágenes.) Pero ahora se ven muchos más funcionales que no-funcionales; no vale la pena preocuparse.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2009 ⏰

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