-¡No jodas Simon! ¡Necesito ir a esa fiesta! - le dije suplicante a la persona que iba a estar a cargo de mí esta noche y las de cada día de esta semana, en resumen, mi niñero. ¿Patético? Lo sé. ¿Ilógico? Demasiado. ¿Vergonzoso? Aún más, pero que se iba a hacer con lo sobreprotectora que era mi madre, ¡Ay! Si supiera de las cosas que hacemos mi niñero y yo... Me sonrojé al recordarlo.
-Ya te dije que no. A saber que le harán todos esos adolescentes hormonales a mi adorable uke - dijo abrazándome por detrás y poniendo su mentón sobre mi hombro. -. Además, ¿prefieres estar acompañado de cientos de ebrios a que la agradable compañía del sexy Simon Di Angelo?
-Oh, ¡pobrecillo de mí! Estoy seguro de que sobrevivirás una noche sin mí, Simon - me safé de su abrazo. -. ¡Déjame ir! ¡Estarán todos mis amigos!
-Y por todos tus amigos te refieres a Ethan y Greta, ¿o me equivoco? - Una sonrisa cruel zurcó su rostro. Hice un puchero con las mejillas ligeramente rojas.
-¡Eres cruel! - lo golpeé en el pecho y subí a mi habitación.
Con la puerta cerrada me desvestí para darme una ducha, estaba por quitarme los ajustados boxers negros, pero en ese momento mi teléfono empezó a vibrar sobre mi cama.
¿Hola? Soy Ethan, ¿vienes o qué? Simon me tiene encerrado en casa. ¡Ven a rescatarme! Pero... ya llegué a la fiesta, y... ¡hay tanta gente! No te atrevas. ¿Scott? ¿Me oyes? Supongo hay poca señal. *carcajada* ¡Mal hombre! ¡Te odio! Sabes que no. ¡Dile a Simon que no sea muy rudo! ¿Huh? Da igual, adiós. Ojalá te peguen sida.
Fin de la llamada
Me tiré en el suelo cuando escuché suspiros del otro lado de la puerta. Me acerqué sigilosamente y la abrí de golpe. No me sorprendió encontrar a Simon en el suelo y con una expresión de dolor en su bell... ejém rostro por la reciente caída.
-¿Desde cuándo me espias? - una sonrisa se extendió en mi rostro.
-¿Desde cuando vas semidesnudo por la vida? - dijo sonriendo lascivamente mientras me comía con la mirada. Me sonrojé.
-¡Yo pregunte primero! Además es mi casa y estaba a punto de darme una ducha.- rodé los ojos, este chico no se cansa de mirarme. -. Una foto dura más, ¿sabes?
-Dudo que me dejes tomarte una foto - se carcajeó y sin previo aviso me besó tomándome de la nuca para evitar mi escape. -. Eres tan adorable que no puedo evitar besarte. - susurró contra mis labios.
-¡Simon! ¡Se supone que estoy molesto contigo! - me alejé de él y fruncí el ceño. - No voy a dejar que me toques hasta que me dejes ir a la fiesta.
Lo empujé lentamente fuera de mi habitación, pero él en un movimiento digno de un cinta negra me tumbó boca abajo en la cama. Se frotó contra mi trasero y humedeció mi cuello con sus besos. Gemí inconsientemente.
-¿Seguro? Parece que quieres que siga.
-Ngh... Maldito p-pervertido...
Metio una de sus manos en mi boxer tocando lentamente mi miembro. "Más" dije inaudible, aumento la velocidad de su mano para seguir dandome placer. Me dió vuelta sobre mi cama, y quedando cara a cara le quité rapidamente la camiseta y pasé mis manos por su trabajado torso.
-Me corro, Simon - le avisé muy tarde, manchando su mano. Me bajó los boxer, para después lamer eróticamente su mano con mi semen.
-Lámelos. - dije poniendo en mis labios tres de sus dedos. Mirando fijamente sus ojos con una expresión inocente metí su dedos en mi boca y entrelacé mi lengua con sus largos dedos. Sentí su erección crecer y rozar con la mía. Gemí ante tal contacto. Bruscamente sacó sus dedos de mi boca y me besó sensualmente, jugando con mi lengua.
Sentí uno de sus dedos en mi interior, era incomodo pero no doloroso, por cada segundo que pasaba aumentaba el placer. Ngh gemí. Moví circularmente mis caderas para aumentar esta más que agradable sensación. Otro dedo más. Ahh. Y otro. Mhh.
Algo más caliente y grande que los dedos se introdujo en mi. Dolía un poco, pero no importaba ya que el placer era mayor.
-Muevete ya, Simon.
Haciendo caso a mi pedido se movió hacia atras y adelante dentro mío. Los minutos pasaron y las estocadas cada vez eran más placenteras.
-Ngh... Scott eres tan apretado, me encanta...
Se corrió dentro mío y yo lo hice segundos después al ver como salía dentro mío y manchaba la parte baja de mi abdomen. Sin importar nuestro estado nos pusimos en "cuchara" y abrazó mi cintura.
-Scott, no quiero seguir siendo tu compañero sexual.
-¿Por qué? - dije alterado. Era la única forma de tenerlo cerca.
-Yo... Scott, yo me dí cuenta de que te quiero.
El silencio inundaba la habitación. Los minutos pasaban y yo no podía decir nada por el shock. Se separó de mi, empezó a vestirse y dijo:
-No importa, ¿sabes? A mi me basta con tenerte cerca. Iré a dormir en el sofá.
Su repentino cambio de actitud me sorprendió aún más de lo que ya estaba. Sus pasos retumbaron en el pasillo y se hacían cada vez más lejanos. Me paré dandome cuenta de mi estupidez y lo alcancé antes de que baje por las escaleras. Lo tomé del brazo para acercarlo a mí y lo abracé fuertemente.
-Claro que acepto tus sentimientos, Simon. Yo también te quiero. - nos besamos dulcemente y nos dirijimos a mi habitación para dormir.
Nos tumbamos en mi cama y susurramos sin que el otro se enterase.
- Te amo.
****** Kyyyyyaaaaa<3:v
Ellos durmiendo aquí abajo hsjxhd
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