A los que vivieron antes

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 Teresa está desconcertada. Poco antes había descubierto el camino de las luciérnagas y el brillo fosforescente aún permanece en sus pupilas. Entre el polvo, ocultas tras el encaje que forman las cañas, han surgido esas criaturas extraordinarias que iluminan la noche con sus discretas luces verdes.

—Coge una.

Su padre la anima y sin demasiada confianza permite que le pose uno de aquellos gusanos sobre la palma de la mano. Está tibio, mantiene la misma temperatura que el suelo en el que se arrastra y es blando. Hunde su índice en el abdomen y la iluminación disminuye de intensidad, pero no desaparece del todo. Su mecanismo de defensa es tan rudimentario que a duras penas logrará protegerlo del más torpe de los depredadores. Levanta su mirada del animal y enfoca la vista en el margen derecho de la carretera; allí hay muchas manchas turquesa sobre el suelo, parece una granizada de esmeraldas, piensa que no había visto nada tan bonito antes. A la memoria le vienen los peces abisales que ilustran la enciclopedia de ciencias naturales que él le muestra los domingos por la mañana, cuando se despierta temprano y se traslada a su cama con el pesado libro azul bien sujeto entre los brazos para que no se escurra. De todos los animales que se describían allí, sus preferidos eran los seres de las profundidades, esos de aspecto monstruoso capaces de gestionar su propia luz. Nunca dejaba de sorprenderse al llegar a la lámina, allí estaban aguardándola inertes, con su expresión atroz y sus cuerpos viscosos y gélidos. Pero son tan lejanos y distantes que no les teme, difícilmente se topará con uno de ellos cara a cara. Sin embargo, las luciérnagas están ahí, la rodean, pero son tan pacíficas que casi siente lástima por ellas.

En su entusiasmo es incapaz de escuchar a los grillos que emiten acordes su único tono, los hay a cientos y ha aprendido a cazarlos inundando los agujeros en los que viven. Los espía cuando salen desorientados de sus madrigueras y los dirige hacia las jaulas que fabrica entrelazando juncos, como ha visto hacer a los chicos del pueblo. Hay otros escarabajos también, pero esos no cantan, solo hacen bolas de excrementos que transportan con esfuerzo por tortuosas vías de guijarros. Las luciérnagas le gustan más, piensa, y observa el pequeño cuerpo anillado que apenas se enrosca al tacto de su dedo.

Teresa no sabe aún leer. Ir al colegio le cuesta y cada mañana llora y patea antes de entrar. Sufre una crisis de vértigo cuando tiene que traspasar el portón y se siente desvalida al separarse de su madre. El drama que representa a diario es digno de una actriz consumada, pero el espectáculo cesa en cuanto se sienta en su pupitre. Entonces abre los ojos como platos y se transforma en una niña obediente que realiza todas las tareas de forma aplicada. Repasa la pauta de las letras de su cartilla con el lápiz afilado mientras se muerde ligeramente la lengua porque así se concentra mejor. Lo va a conseguir, seguro. Aprender a escribir es sólo cuestión de práctica.

Los números se le dan mejor y puede contar hasta el veinte. Mentalmente comienza con la retahíla a la vez que se agacha buscando en la penumbra más gusanos. Quiere hacer una fila larga, como un tren, pero apenas ha colocado cuatro, las orugas se mueven y dejan de estar alineadas. Las vuelve a situar en su puesto y descubre asombrada que no todas son del mismo color, las hay casi azules, otras amarillean, incluso existe un grupo que apena brilla, pero todas son mudas y aceptan humildemente su juego. Pasa la lengua sobre el diente que se le mueve y siente el sabor ácido de su encía ensangrentada. Es muy pronto para que empiece a cambiar la dentadura de leche, le ha asegurado una obesa enfermera francesa que veranea en la misma casa que ella, duerme justo en la habitación contigua y a veces escucha sus ronquidos a través de la pared. Mañana le sacará el incisivo para que el nuevo no salga torcido, pero esta noche todavía dormirá en su boca y podrá balancearlo de adelante atrás como viene haciendo en los últimos días, no puede evitar repetir ese movimiento una y otra vez.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2016 ⏰

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