➴ 𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚; 𝟐𝟖 𝐝𝐞 𝐝𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏.
Navidad: época de villancicos, de hacer galletas, de maratones de películas donde Santa Claus sea el protagonista, de guerras de nieve, de ir a contemplar las luces de colores que iluminan la ciudad, de decorar el árbol, de escribir postales para felicitar las fiestas y, lo más importante, época de familia y amigos. O, al menos, aquel era el verdadero significado de la Navidad para Ashley.
—Last Christmas I gave you my heart; but the very next day you gave it away —comenzó a cantar Leah, al tiempo que introducía la bandeja de galletas con forma de muñeco de jengibre en el horno.
—This year, to save me from tears; I'll give it to someone special —se unió Declan, exponiendo ante el mundo su don musical.
—Once bitten and twice shy; I keep my distance, but you still catch my eye —Amelie, la tercera componente del grupo de chefs, también comenzó a cantar la mítica canción de Wham!—. Tell me baby, do you recognize me? Well, it's been a year, it doesn't surprise me.
—Llevo todo el mes escuchando Last Christmas y All I want for Christmas is you —expuso el anfitrión, Mason Mount, en un murmuro ahogado mientras contemplaba desde la puerta de la cocina el panorama—. Leah está obsesionada.
—¿Y Declan no? —interrogó Ash, viendo como el futbolista del West Ham daba todo de sí entre villancicos y galletas.
—¿De dónde has sacado eso? —trató de averiguar Benjamin, descubriendo cómo su chica sostenía entre sus manos un bol de gominolas que, según lo expuesto por Leah, se convertirían en los botones de los muñecos de jengibre.
—El fuerte estaba desprotegido —mencionó sin importancia. El caos en la cocina del centrocampista del Chelsea era más que evidente; pero al estar camuflado entre música navideña lograba pasar desapercibido.
—Leah te va a... —antes de que Mount formulase su advertencia de forma completa, la voz de la londinense sonó con fiereza sobre los versos cantados por Amelie y Declan.
—¿Dónde habéis metido las gominolas? ¿Dónde están los botones de mis galletas?
Alarmada, Ash volvió a introducir en el bol la chuchería que estaba a punto de introducir en la boca. Veloz y sigilosa, volvió a colocar el cuenco sobre la encimera, tratando de no ser descubierta; misión, claramente, fallida.
—¡Ashley! —mentalmente, Ash trazó las opciones vigentes: someterse a la ira de Steele, o huir hacia el salón.
—Lo siento, ¡es que tengo hambre! —se justificó, antes de salir corriendo lejos de la cocina y de su amiga.
Cuando se percató de que ya no corría peligro, y de que Leah debía encargarse de la cena y no de acabar con ella, localizó a Zeus —el Golden de Mason— y se acercó a él. En carácter, le recordaba a Bowie; con la diferencia de que él no sabía lo que era la palabra descanso.
—No lo malcríes tú también; suficiente con Leah —advirtió Mount adentrándose en el salón. Él no había participado en el hurto de gominolas, pero su chica lo había expulsado de la cocina; a él y a Ben.
—Deberíamos organizar una cita para sacarlos de paseo —sugirió Ashley—. A Zeus, a Bowie y a Raffa.
—Y a Napoleón ya de paso —mencionó Chilwell con diversión, acomodándose en el sillón que se situaba frente a la chimenea; otro símbolo de Navidad, según Ash.
—Napoleón... —recitó en voz baja, sin dejar de jugar con el Golden—. ¿Crees que mi padre habrá sucumbido a su poca paciencia y lo habrá castigado en el garaje?
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𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 // Bᴇɴ Cʜɪʟᴡᴇʟʟ
Fanfiction❝From strangers to friends, friends into lovers, and strangers again.❞ • • • • • [REAL LIFE]