Cap. 2 |"Mala suerte"|

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Al ver a las tres, mi expresión no fue una muy agradable.
—¿por que esa cara, _________? —me preguntó Tori.
—ignorenme. No es nada —dije.
—en ese caso —dijo y entraron a la habitación.
—apurate hija, que no tardan en llegar las estilistas —me dijo mi madre, muy apurada.
Mientras la escuchaba, me dirigí al armario y saque la blanca y atractiva lencería que usaría, y enseguida una bata para dormir. Abrí la puerta del vestidor, y entre.
—acabo de recoger tu vestido, y tenga que decir que es precioso. James es alguien de gustos satisfactorios —dijo Karen del otro lado de la puerta.
—jamas me dijeron que el novio tenía que escoger el vestido de su prometida —dije—. ¿acaso es parte de su religión?
—no. Pero James quiso sorprenderte —respondió—. Y sé que amaras este vestido tanto como yo lo ame.
Aw, que hombre tan más perfecto. Ahora solo temía a que el vestido fuese de mi agrado.
Al terminar de ponerme la lencería, me puse la bata y salí del vestidor.
—ven aquí —me dijo mi madre apuntando a la silla del tocador.
—mamá, ya estoy grande como para que quieras cepillarme el cabello.
—te estoy ayudando a cortar tiempo. Las estilistas no... —sonó el timbre. ya habían llegado—...son ellas.
—yo voy —dijo James en voz alta.
—gracias —respondió mi madre con voz alta también.
Empecé a ponerme mucho muy nerviosa. Ya eran pasada de las 10:00 a.m. y la boda era a las 12:00 p.m. y aun me faltaba mas de la mitad de los pendientes para estar lista.
No tardaron en llegar las estilistas a la habitación. Inmediatamente empezaron a peinarme, sin antes preguntarme que peinado era el que deseaba que me hicieran. Tarde demasiado tiempo en escoger uno, pues había de sencillos a extravagantes. Escogí un peinado sencillo, pero consistía en que me rularan todo el cabello. Me arrepentí de haber escogido ese peinado. Tardaron casi una hora en rular todo mi cabello. Para complementar el peinado, tenían que trenzarme un mechón del cabello para colocarlo alrededor de mi cabeza, como una diadema. Ahí se perdió una media hora. Ya por ultimo, agarraron todo mi cabello en una coleta, y la decoraron con un bonito broche de piedras de fantasía.
Agradecí a las las estilistas, y junto con mamá, Tori y Karen, las eche de la habitación.
Saque el vestido de la caja y lo extendí. Era un vestido realmente precioso, detalladamente decorado con piedras y perlas. James siempre tan tierno, y yo tratándolo tan mal. Y mas ahora que era el día de nuestra boda.
Me lo puse rápido. Faltaban 20 minutos para que la ceremonia diera inicio. Y el lugar donde se llevaría a cabo la ceremonia estaba al otro lado de la cuidad. Y aun faltaba maquillarme. Me puse mas nerviosa.
—hija —dijo mi padre del otro lado de la puerta al mismo tiempo que tocaba de esta—, James y yo vamos para allá. Ya no tardes.
No me ayudó en nada escuchar eso por parte de él.
No dije nada y papá se fue.
Me desesperé, y empecé a llorar.
—¡ayudenme! —grité.
Después de unos segundos, tocaron a mi puerta con desesperación.
—¿que pasa? —pregunto Karen.
—no me he terminado de arreglar. Y la boda empieza en menos de 20 minutos.
Abrí la puerta y me limpie los ojos.
—por si no hay problema. Tu madre y Tori te esperan. Baja con ellas, y enseguida las alcanzo. Buscare mi cosmetiquera y te voy pintando en el camino.
—gracias Karen —la abrace y baje.

"Un Maslow muy comprometedor" [NAFDS#2] (con James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora