Capítulo veintisiete.

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- Ella no necesita hablar contigo. - dicen Jacob y, sorprendentemente, Aaron.

- Ya nos tenemos que ir. - añade mi novio mientras entrelaza nuestros dedos. - Tenemos mucho que hacer.

- ¿Enserio? - se lamenta Jessica y me quiero matar cuando me doy cuenta que mi mirada está clavada en un frustrado Cameron y no en ella.

- Sí, Jess, lo lamento. - respondo rápidamente. Me vuelvo hacia mi amiga cuando Cameron se da cuenta que lo estoy viendo y tragó saliva disimuladamente. - Tenemos una reunión esta noche y otra mañana por la mañana.

- Espera, necesito cinco minutos contigo. - interrumpe mi hermano, levantándose de su sitio. - Tienes que dejar que te explique. - añade en un tono más bajo cuando se acerca o suficiente.

Me vuelvo hacia Jacob y veo, en sus ojos y en su asentimiento, que está de acuerdo. Por ello, acepto y los tres salimos de la habitación. Mi novio se sienta en una silla de la sala de espera y yo continuó caminando, pensando que tal vez Aaron quiere privacidad. Pero me sorprende cuando mi hermano me detiene y pide que nos quedemos los tres juntos.

- Quiero disculparme con ambos. - alega Aaron cuando ya nos sentamos. - Con Jacob porque sé que debes haberte llevado una malísima imagen mía luego de lo ocurrido y porque te hice cargar con algo que es mi responsabilidad: cuidar de Bethie.

- Cuidar de ella también es mi responsabilidad, Aaron, no tienes por qué disculparte por ello. - dice mi novio muy tranquilo. - Sin embargo, sí cambió un poco la imagen que tenía de ti. No estoy, ni estuve, ni estaré de acuerdo con la forma en la que la trataron. Ese accidente no fue su culpa, no tenían derecho a hacerla sentir de esa forma. - Aaron asiente ante cada acusación, siendo consciente de cada cosa que hizo.

- Lo sé, fue una estupidez de mi parte. - se lamenta mi hermano. - Lo lamento, Bethie, lo lamento muchísimo. No me di cuenta de lo que había hecho hasta que te perdí y la idea de no volverte a ver jamás, vino a mi cabeza. - se disculpa con la voz entrecortada y me hace sentir un nudo en la garganta. Desvío mi mirada de Aaron para evitar llorar y me limito a asentir. - Una chica jamás valdrá más que mi hermana, eso no lo dudes. Pero Jessica se ha convertido en una persona muy importante y el saber de su accidente hizo que no pensara bien las cosas.

- Aaron, yo... Yo creo que... - trago algo de saliva y aprieto los labios antes de continuar. Siento cada vez más el peso de las lagrimas. - Me dolió mucho lo que hiciste, no lo voy a negar. Pero ahora lo entiendo, ¿sabes? - tanto él como Jacob me miran sorprendidos. Se suponía que seguía enojada y no lo parezco. - Cada persona tiene una forma diferente de lidiar con el dolor y la tuya fue desquitándote con quien tuvieses más cerca. No estuvo bien y me agrada que lo reconozcas. Sin embargo, estoy intentando verle el lado bueno a toda esta situación.

- Ustedes dos se han unido más, ¿no es así? - Jacob y yo asentimos. - Me alegra que así sea, me alegra que ambos contribuyan a la felicidad del otro.

- Gracias. - murmuramos mi novio y yo.

- Ayudaría más a esa alegría el saber que me perdonas. - me animo a verlo a los ojos y veo en ellos tristeza y arrepentimiento. Aaron está siendo sincero con lo que dice y, a pesar de que me daño mucho, todos merecen una segunda oportunidad.

- Te perdono, Aaron.

En la noche, vestida con una falda negra de flores y una blusa blanca preciosa, camino de la mano de mi novio hacia el elevador del Palace, el hotel en el que se lleva a cabo la fiesta por el álbum de Jacob. Estoy acostumbrada a este tipo de eventos, pero es la primera vez que asisto a una fiesta así como la novia del anfitrión.

Siento cada mirada sobre nosotros. Siento la mirada de los hombres sobre mis piernas. Siento la mirada de las mujeres sobre Jacob y sobre mi ropa, aunque están más concentradas en mi novio que en criticar mi vestimenta.

- ¿Champaña? - escucho a alguien susurrar en mi oído y me vuelvo inmediatamente.

- ¡Nate! - exclamo aliviada de ver una cara conocida.

- ¡Jean también está aquí! - añade mi amiga con una sonrisa enorme. - Te ves increíble, Beth, el noviazgo te sienta bien.

- Gracias. - digo, siendo consciente de que me he sonrojado. - Nuestra relación va muy bien.

- Va de maravilla. - me corrige Jacob con dulzura mientras me rodea por la cintura con el brazo. - Eres perfecta, corazón.

¿Perfecta? ¿Yo? Te doy la razón en la mayoría de cosas, Jacob, pero estoy muy segura de que no soy perfecta.

- Estas exagerando.

- Claro que no, mi amor, eres perfecta para mí. - refuta, acunando mi rostro con ambas manos y acercándose lentamente a mi rostro. - Inteligente, divertida, alegre, linda y podría seguir nombrando todas tus cualidades toda la noche.

- Jake... - digo, sonrojada y con unas ganas tremendas de besarlo.

- Mucho amor. - interrumpe Nate y rueda los ojos.

- Cállate, Nate, será mejor tomarles una foto para capturar el momento. - Jean saca su teléfono y mi novio y yo posamos para ella. Cuando ha finalizado, aplaude varias veces con emoción. - Los shippeo.

- Oh, no, cambiemos de tema antes de que Jean comience a hablar de lo perfectos que son el uno para el otro. - sugiere Nate, llevándose una mano a la cabeza de forma teatral. - ¿Cómo les fue en Nueva York?

- Bien, pero los extrañamos allá. - le respondo. - Debieron ir.

- Lo sabemos, mueren sin nosotros. - se regodea Nate - Pero teníamos que arreglar unas cosas de la universidad antes.

- Cierto, tú también empiezas este semestre, ¿verdad? - me pregunta Jean y yo asiento. - ¿En qué universidad?

- La de San Diego. - respondo y los hermanos voltean a ver a mi novio con los ojos abiertos de par en par. - ¿Qué sucede?

- Nada, Beth, es solo que pensamos que acompañarías a Jacob en el tour. - dice Nate, restándole importancia al asunto con su tono de voz despreocupado.

- ¿Ustedes lo harán? - mi novio niega con la cabeza y les dirige una mirada nada agradable a sus amigos.

- Claro, por eso tuvimos que arreglar unos papeles en la universidad para tomar las clases online. - responde el mejor amigo de Jacob, ignorándolo completamente. - Pero no importa, como seremos parte del staff, nos encargaremos de que, cuando nos toque ir a San Diego, nuestra estadía se prolongue lo más posible.

- Les tomo la palabra. - me limito a decir, aunque en mi cabeza pasen mil y un ideas.

¿Jean y Nate en el tour? ¿Pensaron que yo iría? Jacob no mencionó nada al respecto. La pasamos muy bien en Nueva York, así que no hay razón para que piense que no actuaré correctamente en el tour. Tampoco creo que sea porque quiera coquetear con otras chicas porque me ha demostrado muchas veces que no mira a otras desde que estamos juntos. No creo que no me quiera allí, seguramente solo lo hizo porque sabe que comenzaré clases y estoy emocionada por ello.

Espero que esa sea la razón.

- Lo hablaremos luego, ¿bueno? - me susurra Jacob al acercarse para besar mi mejilla, justo al mismo tiempo que siento mi bolso vibrar.

Le dedico una sonrisa a mi novio para que sepa que estoy de acuerdo con ello y saco mi celular para ver quién me ha escrito. Pero en cuanto leo el nombre del remitente, tengo que ladear un poco el aparato para que Jacob no lo vea.

¿Por qué justo ahora?

Nuevo capítulo, bebes. Espero que estén disfrutando la novela hasta ahora y que ya tengan sus opiniones respecto a cada personaje.

Les mando muchos besos y les recuerdo que sus comentarios y votos valen oro!

Las amo!

Hit me with your best shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora