Lovers (GAY)

CAPITULO 1

(Narra Austin)

Estaba un poco cansado, mis hermanastros habían estado toda la noche en vela y mis padres no estaban en casa por lo que los cuidaría yo.

No sabía que mi padrastro tenía hijos hasta hace dos años, cuando este vino a vivir con nosotros. El y mi madre se habían ido de escapada romántica por dos días, dos días que por supuesto serían eternos.

Me habían hablado de la existencia de otro hermanastro pero no sé nada de él, solo que vive con su madre y que odia a su padre.

Bueno ¿y quién no?

Ya llevaba diez años en un pueblo de mala muerte donde nadie hablaba conmigo, tampoco me interesaba, nadie me daba buena impresión.

—Austin –Mi hermana me interrumpía. — ¿Qué quieres Chloe? –Respondí malhumorado. –Estaba pensando irme a casa de Sara a para la noche, ya que hasta mañana no vuelven papa y mama.

—Que morro –Pensé.

—De acuerdo –concluí, vete pero me debes una. –Gracias hermanito, te quiero –Dijo concluyendo dándome un beso en la mejilla.

Chloe detesta a nuestros hermanastros siempre le da largas a mi madre para librarse de ellos, y siempre me como yo el marrón. Tampoco me molesta hacer de "niñera" por unos días.

Siempre habían sido niños muy tranquilos, y, aunque pequeños, bastante independientes.

Baje a la planta de abajo a avisar a Chloe de que no podría irse sin terminar lo que le quedaba.

—Ya hemos terminado todo jefa-¬Parecía la voz de mi hermanastro mayor (Aunque de cinco años) Danny –Vale, bien hecho ahora a la cocina –susurraba Chloe – Y si lo hacéis bien tendréis un rega...

—CHLOE –Se vio interrumpido por mis gritos — ¿Qué coño hacen los niños en delantal y haciendo tus tareas? – ¿E- esto? Es solo un juego para los niños –reía nerviosa.

—Vale te creo ¿así que solo querías que los niños se divirtieran? –sonreí malicioso. –Por supuesto hermanito. – Dijo nerviosa –De acuerdo, vamos a divertirnos, ¡Niños ensuciadlo todo! – dije triunfal – ¿De verdad, no se enfadara chloe? –Dijo Danny. ¡Claro que no! Ella propuso la idea... ¿verdad chloe? –Emms yo... si, si ensuciadlo –Dijo rendida ante lo que se le venía encima.

Los niños lo ensuciaron todo, no haba ni un rincón de la casa limpio – Y ahora –dije mirando hacia mi hermana –diviértete limpiando que yo, me voy a hacer la compra –sonreí triunfal ante la cara de odio de mi hermana. Quizás mañana moriría u hoy mismo pero mereció la pena su cara

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Me dirigí al supermercado y hacer la última tarea del día... la compra, saqué de mi bolsillo un pequeño pape doblado donde tenía apuntadas todas, las cosas que tenía que comprar.

Des pues del coger todo en el supermercado y antes de volver a aquel infierno que tenia en casa quería ir al parque o dar una vuelta pero perder algo de tiempo con algo interesante y no tener que domar a las fieras que tenia por hermanastros.

El pequeño pueblo no era muy grande por eso me resultaba cómodo y rápido dar un rodeo para llegar a casa.

Camine para llegar al parque, no era muy grande, tampoco había muchos niños cosa que me extrañaba porque siempre a sido un pueblo muy poblado.

Al lado había una librería por lo que me acerque a comprar algún libro, cuando llegue la dueña de la librería me sonrió y yo le respondí igual.

—Así que este es el que te llevas... -dijo la mujer risueña de la librería. –Sí, este me voy a llevar –dije intentando sonar lo mas alegre posible.

La señora me entrego el libro con la misma alegría con la que me había recibido y que me parecía ya natural de ella.

—Por aquí se suele pasa un chico que se parece mucho a ti, el ama estos libros, creo que los llama yaoi. Siempre coge alguno y vuelve al día siguiente, pero me extraña que no aparezca por aquí me tiene un poco preocupada. – Concluyo la señora.

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(Narra David)

Amanecí un poco cansado, solo pude dormir tres horas esta noche por mis estudios y el examen era mañana.

No era el mejor estudiante pero no era malo, desde que murieron mis padres y me "adopto" mi abuela había jurado ser alguien en la vida, aunque solo fuera por ellos.

Mi hermano Kevin es por decirlo de alguna manera un "bala perdida", un día salió de casa a tirar la basura y todavía no ha vuelto.

Somos gemelos, pero no tenemos nada en común, el es... atrevido, demasiado. Soñaba con parecerme a él, ser valiente, comerme el mundo y míranos el desaparecido desde hace un año y yo... estudiando para tener un "futuro".

Mi abuela lo da por muerto, dice que de que va a vivir si no tiene nada, yo sigo pensando que sigue vivo haciendo sus locuras y huyendo de los problemas.

Siempre ha sido así, en el colegio todo el mundo lo respetaba. El era la moda por así decirlo, todos lo querían, era muy sincero.

Quizás era algo que lo caracterizaba, algo que en mi opinión no era muy agradable.

Mirase por donde mirase en el instituto solo había gente que se comía entre ella, y que siendo "mejores amigos" se criticaban incluso llegaban a pegarse.

Solo tengo una amiga entre toda la gente de este asqueroso pueblo.

La gente me critica por ser gay, no los escucho ni mucho menos pero a veces me pregunto

¿Por qué?

No te voy a pegar nada, no me niegues tu amistad por mi tendencia sexual.

Mi abuela ya era un poco mayor por lo que vivía con nosotros mi hermana Yolanda para cuidarla mientras yo estudio.

Mi hermana tiene 20 años es alta, castaña y delgada.

—Mierda... —maldije por lo bajo –Marguerite me estaría esperando como siempre en la librería.

Marguerite es la dueña de la librería, todas las días paso la tarde con ella y le cuento cosas de mí.

Cogí mis yaoi y me los lleve a la librería para devolverlos

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— Ya e llegado perdón por tardar tanto –hola, bueno no pasa nada, sabes a estado aquí un chico de tu edad y se a llevado esos libros que te gustan tanto esos... yaoi.

¿Un chico nuevo? Tendría que ser nuevo en el pueblo porque aquí no hay nadie que lea yaoi y a Jake no le gusta el yaoi.

— Y bueno, ¿Cómo te fue el día? –dijo desprendiéndome de mis pensamientos. –Bueno no me puedo quejar, un dia como otro cualquiera.

El sonido de mi móvil sonaba interrumpiendo mi conversación con Marguerite. Era Yolanda. — ¿Qué pasa?

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