XXIV (1/nop)

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El casi maratón que no fue maratón por mi nula capacidad para editarlo a tiempo xd. Mañana subo el resto

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"El camino hacia el cielo pasa a través de millas de infierno nublado. Así que ve directo hacia la cima y no mires atrás."

: : C A P Í TU L O  V E I N T I C U A T R O | Lleno de rabia, confusión y sinceridad.

23:45. Martin's Mad Club.

(Kellin)

Choqué de frente contra la sensación de que todo mi mundo estaba tambaleándose en su núcleo y no podía hacer nada para evitar eso. Esas veces cuando te pones filosófico y rememoras mientras dices: "todas las cosas pasan por algo", bueno amigo, este no fue uno de esos momentos.

La rabia había menguado, rezagada detrás de la nostalgia sobre lo que siempre deseé y nunca tuve.

¿Cuántos años pedí la ayuda y cariño de un padre? Ya ni siquiera recuerdo todos los millones de deseos que pedí en su nombre. Y ninguno me fue respondido.

Hasta que ya me había resignado a ser el bastardo de algún tipo sin valentía para mantenerme.

Y ahora descubro que ese tipo tuvo siempre una persona, que le dio todo lo que más anhelé y rogué, pero que mi vida fue demasiado insignificante para él.

Mis dedos se enroscaron en el vaso con alcohol -ya ni siquiera recuerdo qué maldita bebida pedí, pero está desgarrando mi garganta- y en un movimiento rápido lo llevé a mis labios hasta nublar mi consciencia con esa efímera sensación de mareo que el licor causaba, era un pequeño instante donde estabas tan concentrado en no vomitar los tres litro de alcohol que te zambulliste en el estómago que hasta olvidabas toda la mierda que acarreabas detrás.

- Dame otro - pedí depositando el vaso con un sonoro golpe en la barra del bar... eso creo que era. Aunque la mujer ahí de pie sacándose la ropa mientras bailaba en el tuvo me hacía dudar la reputación de este local. A mí, en realidad, me valía un huevo, yo vine aquí por el alcohol no por el cuerpo desnudo de una mujer.

Eso me recuerda a la mujer que dejé detrás en mi carrera por huir de aquella casa. Dios, ella debe estar odiándome justo ahora.

Ja, qué novedad, Quinn.

Fruncí el ceño ante esa burla de mi ser interno. El chico rubio que atendía como barman me entregó una bebida igual a la que estaba tomando mientras levantaba una ceja en mi dirección. Juro que casi pude ver a su mente trabajando en las mejores maneras de deshacerse de mí antes de que estuviera demasiado ebrio.

Hermano, no lo lograrás. Yo no voy de aquí en un buen jodido tiempo.

Sentí su presencia antes de escucharle. Porque todos y cada uno de los músculos en mi cuerpo se transformaron a un estado de tensión tal que temí sufrir múltiples calambres al mismo tiempo.

Tomó la silla a mi lado y se sentó en ella mientras apretaba mi mano en mi bebida, ese único gesto evitaba que estampara mi puño en su jodida nariz de zoquete.

Él suspiró con cansancio cuando alzó una mano en mi dirección y yo la aparté de un golpe sordo.

-Kellin – susurró su voz sentida mientras millares de sensaciones tomaban el mando de mi pecho. Dolor, traición, rabia y luego el ardiente odio.

Odio que consumía todo lo demás a su paso, sin dejar escapatoria a nada.

Tomé una bocanada de aire para controlar la errática respiración que salía de mi nariz.

Keep you ; kellin quinn [iych #1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora