Capítulo 4 ¿cómo comenzó a gustarme? (Joel)

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Ése día fue tan decisivo para mi, tiene ya tres meses, cuándo me despierto, aún siento ése olor del desayuno y aún la veo a ella, a mi por otra parte...

Le doy vueltas al recuerdo, trató de captar cada uno de los detalles, desde que hablé con su madre, hasta la parte dónde, parada, en el marco de la puerta, mostrando una cara de disgusto que a penas podía ocultar su melancolía...Todos amamos comer, disfrutar, degustar, Zoé no era la excepción. Aunque la comida de su madre siempre me había parecido deliciosa, casi tanto como la de la mía, lo cierto era que a mi joven amiga sólo le ocasionaba náuseas, con el rostro, pálido; No se si de la sorpresa de verme ahí, o de lo enferma que la había dejado su tristeza. Aún así, por un momento, por los 30 segundos que la observe...los pómulos más marcados, las pestañas espesas, su inexistente cabellera.
Mi joven amiga, siempre había sido bella.

No pude reaccionar, acertadamente su mamá le sonrío y le dio un beso en la mejilla, ella no despegaba los ojos de mi. Su tío, que al parecer traía un hambre voraz, rompió el silencio, diciéndole.

-¡Apresúrate niña!, lo hacemos por ti, pero el hambre no me mantendrá cabal por mucho tiempo.

Los puñales de sus ojos se apartaron de mi, era la primera vez que me veía así, sin nada de ternura, siempre había estado acostumbrado a que me amara por ser quien era, pero ésos 30 segundos, habían sido como mirar a un juez en medio de un juicio, sin abogado o algo a favor...

Camino hasta la estantería dónde estaba el cereal, tomo un vaso con tapa, le vacío hasta la mitad e la leche, el resto lo completo con los corn flakes...Sin decir adiós o mirarnos a nosotros salió de la casa.

No sé cuanto tiempo duro mi perplejidad, después de ése instante las cosas pasaron con una lentitud que marcaba a cuadros las posteriores escenas de la mañana, la mamá de Zoé corriendo tras ella entre lágrimas, su tío gritando un gran joder en el momento en que un waffle recién hecho le irritó un testículo. Yo, ¿yo?, sólo estaba ahí, con un nudo en la garganta y otro en el estómago, sabía que tenía un hambre que sólo un joven de 17 años puede tener, así cómo también sabía que el dulzor del desayuno se había esfumado, en cambió, había dejado tal amargo, que aunque no la había probado nunca quise un trago ferviente de tequila, que me quemara la garganta y que borrara todos los errores de mi última existencia, curiosamente, sólo pude escuchar la voz de Zoé pronunciando: "Felicitaciones jota, cuándo más quieres, más la cagas", para mi sorpresa, era evidente que Zoé nunca diría éso, su joven belleza no radicaba sólo en el uso tan perfeccionista que tenía de las palabras, sino que muchas veces su sólo silencio podía romperte el alma en mil pedazos.

Su tío me saco del en sueño...

-¿piensas quedarte ahí parado niño?, tú amiguita no va volver y mi hermana y ella necesitan privacidad.

Cuándo lo escuche hablar de privacidad casi me río en su cara, vaya retardado, el era el que más rompía la privacidad de Zoé en la casa y ahora se atrevía a correrme...

-Mira niño, no necesitó que me mires así, a diferencia tuya yo comparto lazos sanguíneos...pero tú niño... si conoces si quiera un poco a Zoé sabrás que ésa mirada de odio no iba dedicada a su madre. Mejor vete y hazle un favor a ésta familia.

Quería darle un puñetazo en el rostro, estuve a poco, sólo me despedí, aunque sin dejar muy claro mi punto de vista: -Me retiro señor y disculpe las molestias, gracias por el consejo, espero que no sólo los diga, si no que también los aplique.

-Poco tendría que ver contigo, y una cosa más, no quiero verte cerca de mi hermana, no sabes lo que ha padecido y no tienes porqué meterte en cómo educa a su hija. Si no hubieras existido ninguna de las dos sería un desastre.

3 horas después...

El anden comenzó a sonar, había tenido salidas dramáticas, pero sin duda siempre que volvía éste sitio estaba destinado a salir de forma trágica. Si en algo tenía razón el tío de Zoé, era que: si yo no hubiera existido ninguna de ellas sufriría de tal forma. Aunque Zoé dijera lo contrario yo conocía que muy en el fondo, ella deseaba tanto no haberme conocido como que nunca hubiera llegado a su vida. Yo venía de un pasado revuelto y llegue a destruir el futuro de otra persona, para darme a mi, la comodidad egoísta que siempre había deseado.
Pero no puedo seguir viviendo en en pasado y cargarme la culpa de las decisiones de nuestros padres. El tren ya va más rápido a mi nueva vida. No tengo porqué rendirme, a veces la gente disimula muy bien su responsabilidad, y justo en éste momento, Yo sé que Zoe no es mi responsabilidad.


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⏰ Última actualización: Dec 04, 2016 ⏰

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