My curse [m-preg]

Capítulo 37 ~ Etiam

Buf, no sabéis lo que me ha costado este capítulo... las ideas se me acumulaban e intentaba ponerlas claramente, por lo que espero de verdad que lo entendáis, si no captáis algo (holis Dekko) me lo decís y os lo explico. Es importante el capítulo así que os quiero ver tomando apuntes xDDD

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37.

Una elegante pantera nebulosa dormitaba en la cama mientras que Derek estaba con los labios apretados en el otro lado de la habitación. Scott e Isaac jugaban en la playstation pegando gritos cada vez que uno de ellos perdía, pero el animal no parecía estar molesta por el ruido.

Se pasó la lengua por los labios resecos y suspiró. Carmen los había citado a todos en la antigua habitación de Stiles -ya prácticamente nunca dormía allí, siempre estaba con Derek en su habitación individual-, pero sin explicar el motivo de la reunión, y al lobo le reconcomía la intriga.

A pesar de que había intentado preguntarle varias veces a Stiles sobre lo que le dijo a Kate antes de matarla, éste se había hecho el loco o evitado decirle nada. No sabía por qué aquello lo irritaba tanto. Se suponía que confiaba en él, y que no le contara aquello le sentaba como si lo estuviera traicionando.

La pantera abrió lentamente los ojos y lo miró con atención. Derek suspiró y fue a sentarse junto al animal, que colocó la cabeza en su regazo y buscó su mano para que le rascara.

La mirada ambarina pareció atravesarlo, pero él le sostuvo la mirada. Esbozó media sonrisa y se echó en la cama, dejando que la pantera se echara encima del cuerpo del moreno.

-No quiero ver zoofilia -repuso Isaac poniendo los ojos en blanco ante aquella imagen. Un gruñido de la pantera acomodando la cabeza en el hueco del cuello de Derek fue la única respuesta que recibió.

El aliento del animal le hacía cosquillas en el cuello, y sentía escalofríos al notar el suave ronroneo que emitía mientras la mano del lobo acariciaba su pelaje como un mantra para relajarlo.

A pesar de que Stiles no se lo dijera nunca, sabía que le dolía muchas veces llevar al bichito dentro -ya hasta él lo llamaba así, maldita pantera-. No sólo como humano, ya le molestaba hasta al ser pantera.

Dormía mucho, pero tenía sueños intranquilos y repletos de pesadillas. No quería pensar que estuviera viendo premoniciones, pero como Stiles no le contaba nada pues prefería no preguntar.

-¿Estás bien? -le preguntó a la pantera acariciándole la cabeza con suavidad. Ésta lo miró largamente y frotó su hocico contra la mejilla de Derek-. Te duele, ¿verdad?

Sabía que si no se convertía en humano -y aquel día ni siquiera había visto a Stiles- era porque le dolía en exceso. El animal se incorporó y volvió a ser el chico castaño, que tenía mala cara, ojeras y estaba excesivamente pálido. Se echó de nuevo sobre el cuerpo de Derek y se quejó.

-Sí que me duele -murmuró el chico dejándose acunar por los brazos de su novio-. De humano siento como si me agarrara las tripas y tirara de mí para sacármelas por el ombligo... y como pantera siento golpes y arañazos. Es muy raro, creo que hemos creado un monstruito.