Kate:
Desperté gracias a Nico lo cual me impresionó porque me hizo desayuno a la cama. Era lindo ver que se esforzara para ser un buen padre.
Charlamos, nos reímos compartimos anécdotas, me contó acerca de su relación con Will y que él no quería verlo.
-No te preocupes, a lo mejor lo está pensando - le tomé las manos, él me miró tenso y de a poco se fue relajando. -¿Lo has visitado?
Abrió los ojos como plato, suspiré - No lo has hecho ¿Verdad? - lo miré seriamente.
-Pues... ¿Sabes que? Ya es tarde y... - miró a su muñeca para ver su "reloj", que creen ¡No tenía!
-No uses esa excusa barata - le reclamé, pero ya era tarde ya se había esfumado en las sombras - No se vale - hice un puchero.
Terminé mi desayuno para vestirme pronto para hablar con Sebastian y aclarar las cosas.
De camino a su casa fui pensando en lo que diría, hasta que llegué a su puerta y no sabía qué decirle, cada cosa sonaba mal. Suspiré y golpeé la puerta, esperé unos segundos hasta que escuché unos pasos dirigirse a ella y se abrió dejando ver a un hombre bronceado sonriente.
-Hola Kate ¿Qué buscas?
-Hola señor Jackson, ¿Está Sebastian? - mis manos estaban sudando de los nervios, me dio asco hasta mi.
-Primero, dime Percy, señor Jackson me suena muy viejo - me sonrió - Segundo, Sebastian se fue a entrenar
-Ah - sonreí - Pues... Yo voy - apunté a cualquier parte - A usted sabe... Yo
-Anda a ver a mi hijo - me guiñó el ojo.
Me sonrojé, asentí y me esfumé entre las sombras. Fui directo al campo de Marte y lo encontré entrenando sólo con su espada y sin camisa, todo sudoroso.
Me quedé mirándolo un buen rato, fruncía el ceño con cada movimiento que hacia y luego se secaba la frente. No me había percatado de que lo miraba tanto tiempo hasta que vi que se estaba acercando a mi, abrí los ojos y me tranquilicé mentalmente.
Caminaba hacia mí serio con unas que otras gotas de sudor en su frente, aclarando seriamente que también venía sin polera, se paró al frente mío y me miraba con el ceño fruncido. Estaba muy nerviosa pensando en que a lo mejor ahora no la quería ni ver y que la odia. Pero esos pensamientos se esfumaron cuando él le sonrió y me besó en la mejilla, estaba aturdida, en shock y no sé qué más.
-Hola Kate - tenía una sonrisa muy linda.
-Sebastian yo quería...
-Si es algo sobre lo de ayer, no importa - puso su mano en mi hombro.
-Es que quiero hablar contigo sobre eso - quité su brazo lentamente y dejé que su mano se entrelazara con la mía, era válida su mano, me transmitía paz y tranquilidad, no quería soltarla.
-¿Qué pasa? - se veía preocupado.
-Mira, esto es difícil de decir pero tú me gustas, solo que no estoy preparada para una relación ¿Entiendes? - él me miraba sonriente
-Claro que te entiendo, ¿Por qué no dijiste eso antes? Me había preocupado pensando en qué tal vez al decirte eso perderíamos contacto - me dio un abrazo de oso que me alzó en el aire.
Me daba muchos besos por toda la cara mientras reía, después me bajó lentamente sin dejar de mirarme y sin que nuestros cuerpos se alejaran. Sus ojos se movían por toda mi cara analizándome y con una sonrisa siempre.
-Eres hermosa Garden - su mano me acariciaba la mejilla tiernamente -Te quiero Kate
Se acercó más a mí y me besó, era un beso tierno y lento como si no quisiera soltarme nunca. Cuando nos separamos, no totalmente, nuestras frentes estaban juntas, podía sentir su respiración agitada y su mirada gris.
-Yo también Jackson - me sonrió.
Me cargó hasta su casa entre risas y besos.
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Mi Pequeño Sesos De Alga
De TodoKate Garden una chica que recién cumple 17 años, pero su cumpleaños se vera destrozado, además de saber quien es su padre. Conocerá a una persona que cambiara su estilo de vida y hará que mejore su actitud. Esta historia está basada en los hijos de...