Su mirada se desvanecía en oscuridad mientras veía como los pasos de Sora se perdían a través del portal. Lo había intentado todo desde que Roxas decidió abandonar la Organización, lo había perseguido y buscado sin parar, todo en vano.
Sin embargo, mientras sentía como su ser desaparecía poco a poco sintió algo, como si al ayudar al chico a llegar al Mundo Inexistente una parte de Roxas estuviese con él.
¿Sentir? Esbozó una sonrisa irónica, la última, y levantó el brazo como si intentase llegar hasta algo.
No, los incorpóreos no sentimos nada.
Mirase a donde mirase tan sólo veía oscuridad, no había ni una pequeña luz que iluminase el lugar. Chasqueó los dedos, invocando una pequeña llama, pero el resultado fue el mismo, no había nada que alumbrar, pues en la más pura oscuridad no existía la luz.
Era un final digno para él, algo merecido, había perdido su corazón y luego los había perdido a ellos. No pudo salvar a Xion y eso provocó que Roxas escapase y luego desapareciera. Pero a él si había podido ayudarle, le sintió dentro de Sora, por un segundo vio a ese chico rubio sonriéndole antes de cruzar el portal.
Sí, lo había sentido, no cabía duda.
- Quizás no es el final para ambos, ¿eh Roxas? - Se dejó caer en el suelo y cerró los ojos, esperando fundirse con la oscuridad y desaparecer por completo.
Notó como sus mejillas ardían con el paso de las lágrimas que bajaban de sus ojos y como agudos pinchazos de dolor atravesaban su pecho.
Así que esto es el dolor... Que final tan cruel para un incorpóreo.
- Vamos, Axel, no conocía esa faceta tuya tan dramática - Su voz era dulce y conocida.
- Xion... ¿Qué haces aquí? - Alargó la mano intentando tocar lo intangible, pues no encontraba nada en aquella densa oscuridad.
La chica agarró su mano y tiró de ella, levantándole - No voy a dejarte desaparecer Axel, eres demasiado importante para nosotros.
El chico sonrió sintiendo como sus lágrimas seguían bajando por su mejilla y entonces la vio. El lugar entero estalló en pedazos, obligándole a cerrar los ojos ante la luz cegadora que apareció tras la oscuridad.
- ¿Ves esa luz? Nunca la pierdas de vista - Las palabras de Xion se apagaron en un susurro antes de desaparecer.
Cuando sus ojos se acostumbraron a la intensa luz reconoció el lugar, ya había estado una vez en aquella pequeña playa bañada por la luz del ocaso.
"Hey, Roxas. seguro que nos sabes por qué el ocaso es rojo. Mira, la luz se compone de muchos colores. y de todos ellos, el rojo es el que más lejos llega.".
Al final de la playa, clavada en el suelo, se encontraba una llave espada. La forma de sus chakrams era inconfundible, incluso el pequeño llavero que colgaba de ella tenía la forma de sus armas predilectas. Pasó una mano por su pelo, pensativo, y decidió acercarse.
"Roxas... ¿estás seguro de que realmente no tienes corazón?"
"No lo se, no puedo ver en mi interior. Pero me imagino... que si hay algo ahí, en nuestro interior, lo sentiríamos, no?".
Cada paso que daba era un recuerdo más, un pedazo de él que afloraba al exterior. Cuando llegó a la Organización no recordaba nada, no tenía nada que recordar ni nadie por quién luchar, estaba vacío, pero Roxas y Xion lo habían cambiado todo, ahora tenía alguien a quien recordar.
¿Te has decidido?
¿Por qué me eligió la llave espada? Tengo que saberlo.
¡No puedes volverte contra la organización! Si les das la espalda te destruirán!
Nadie me echaría de menos.
Eso no es cierto, ¡Yo lo haría!
Se quedó parado frente a ella, viendo como el agua besaba el metal y se apartaba, volviendo al mar. Alargó su mano derecha y se detuvo a escasos centímetros de la empuñadura.
- Para usar uno de estas hay que tener corazón, ¿No? - Esbozó una mueca maldiciendo a Roxas por haberle arrastrado hasta allí.
-¿Quién dice que tu no lo tengas? - Xion le miraba con una ancha sonrisa y las manos agarradas detrás de su cintura - Mira tu reflejo.
Axel bajó la mirada hacia el agua cristalina que le devolvió un deforme retrato de su rostro, las marcas que antes se encontraban bajo sus ojos habían desaparecido. Levantó la cabeza hacia al cielo, sintiendo el calor en su piel por primera vez en mucho tiempo y agarró la llave espada.
"Quería ver a Roxas. Él era el único que me caía bien. Me hacía sentir... como si tuviera corazón"
El calor ya no era abrasador como cuando utilizaba sus chakrams, ahora era suave, cómodo. Se sintió frágil por un momento, antes de que la felicidad y el valor desbordaran su corazón. Sabía que al otro lado, una persona importante para él estaba blandiendo esa llave espada, sabía que el lazo que les unía, aquel lazo de llamas era mucho más fuerte que cualquier otra amistad.
-Nos veremos pronto, Axel - Xion sonrió por última vez antes de darse la vuelta.
-Eh, Xion - El pelirrojo señaló a la chica con el dedo y luego tocó con él el lateral de su cabeza - No es Axel, es Lea, no lo olvides.
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Kingdom Hearts: Lazo de LLamas
Fanfiction[Kingdom Hearts One-Shot] Su mirada se desvanecía en oscuridad mientras veía como los pasos de Sora se perdían a través del portal. Lo había intentado todo desde que Roxas decidió abandonar la Organización, lo había perseguido y buscado sin parar...