Capitulo 7: Un genio y un Ángel guardián

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- Eres un verdadero genio- dije al cerrar el último libro, habíamos terminado todos los trabajos que tenía para mañana, Chris era un maestro realmente bueno

- Solo un poco- dijo con una sonrisa apenada, miré el reloj que se encuentra al lado de mi cama que estaba cubierta de libros

- Ohh por Dios son más de las 10 que vergüenza, te he entretenido demasiado, ni siquiera hemos cenado, vamos por algo de comer-

- Está bien así, no es problema, cenaré algo de camino-

- De ninguna manera- lo interrumpí tajante- es lo menos que puedo hacer por toda la ayuda que me has dado hoy-

Su celular volvió a sonar por milésima vez, él solo lo miraba y declinaba la llamada, estaba un tanto intrigada y otro fastidiada por el maldito tono que se quedaría en mi cabeza durante días

- Deberías contestar- dije mientras calentaba algo de comer, moría de hambre

- No es nada importante- se movió cerca a el horno a revisar lo que hacía

- Ahora también eres un cocinero prodigio?- pregunté riendo

- Soy un pésimo cocinero, así que dudo de tus habilidades culinarias- me lanzó una risa burlona

- Yo sé cocinar.. algunas cosas..- respondí dudosa

- Y cuál es tu especialidad?-

- Calentar las sobras cuenta como una especialidad?- pregunté por lo que Chris casi cae al suelo debido al ataque de risa

- Creo que eres igual o peor que yo en la cocina, si eso es posible- rió nuevamente y yo le lancé un paño que tenia a la mano

El horno sonó indicando que había terminado el tiempo, tomé nuevamente el limpión y saqué la bandeja

- Tu hermano no se la pasa mucho por aquí, cierto?- fruncí el ceño por su comentario
- es tarde y no ha llegado- aclaró mientras se llevaba otro poco de pastas a la boca

- Sus turnos a veces se extienden más de lo previsto, Sam es aun peor!- dije recordando lo apasionada que era mi cuñada por su trabajo- llamé muchas veces al hospital para que ambos regresaran a casa, Annie debe ser igual- pregunté con un tinte de curiosidad

- Lo es- fue lo único que contestó, levantándose de su asiento y llevando los platos sucios al fregadero- ya debo irme, mañana pasaremos temprano por ti- asentí al notar el cambio en su estado de ánimo

- Lo lamento- intenté decir antes que saliera por la puerta, se giró rápido y me enfrentó, podía sentir su cercanía, su respiración sobre mi frente, sus ojos se engancharon en los míos y frunció el ceño pidiendo una explicación –lamento hacerte sentir incomodo, pude notar que no quieres hablar mucho sobre ti-

- No tienes de que preocuparte- sonrió dulcemente- hasta mañana- se inclinó  depositando un suave beso en mi frente,  marchándose, cuando su auto desapareció de mi vista entré a la casa, cerré los ojos y llevé mi mano derecha hasta donde hacia unos minutos habían estado sus labios

Corrí lo más rápido que pude escaleras arriba hacia la habitación de Josh y Sam donde mi cuñada se encontraba viendo alguna serie de medicina, salté a su lado en la cama mientras ella me miraba extrañada

- Y bien? Que tal tu primer día de escuela?- se sobó su enorme barriga

- Genial- respondí girando sobre mi estomago y ahogando un grito en la almohada

- Me di cuenta que tenias compañía por eso los he dejado estudiar en paz, has cenado ya o quieres que te prepare algo?-

- Ya hemos calentado algo, no te preocupes- sus ojos seguían viéndome, tenía una sonrisa inquisidora en busca de mas detalles- solo dame un minuto sabes que te contaré todo- le dije, ella era como una madre, una hermana y una amiga, todo en uno, confiaba en ella más que en nadie por eso corrí a su habitación, le describí con detalles mi día, como me había encontrado a Christopher, el recorrido por el colegio, cuando me presentó a sus amigos, como me ayudó con los deberes atrasados y que se habían ofrecido a llevarme mañana a la escuela, después de más de 30 minutos hablando ambas bostezamos, dándonos cuenta que era hora de dormir

El Ingenioso Plan de Jenny Rivers - #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora