El código Mark

"Alienación"

Ya son las 10 de la mañana, y despierto en mi apartamento con una confusión terrible. Las imágenes de lo sucedido la noche pasada se tornan borrosas y a la vez abrumadoras. Sigo sin poder asimilar nada de nada, todo pasó tan rápido, pero no deja de dar vueltas, tanto así que siento como los minutos se hacen horas cuando simplemente pienso en aquello. Estoy en serios problemas, y es realmente lo que más me preocupa por más insensible que me sienta.

Cuando mi angustia se apodera de mi cuerpo, el celular suena.

Era un mensaje de Sofia.

En ése momento mi situación cambió completamente. A pesar de haberme ido corriendo hacía mi apartamento luego de haberla visto ahí tumbada en el sofá, sin ningún rastro de vida y con la mirada perdida, tenía el presentimiento de que todo lo sucedido la noche anterior, había sido nada más que una simple ilusión, una cruel mentira que había creado mi cerebro sin razón aparente. E inmediatamente siento un alivio placentero.

Entonces cojo el celular y abro el mensaje con entusiasmo, y desde ése entonces realmente mi vida toma un giro.

"Sr Mark Lewis, de parte de la policía nacional y del centro de criminalistica, usted es el principal sospechoso de la repentina muerte de la señorita Sofia Lans la cual ocurrió en la noche anterior a causa de razones desconocidas, le pido de antemano que nos haga el favor de acercarse al lugar de los hechos el martes a las 3 de la tarde".

Todo fue real.

Mi estrés y frustración aumentan considerablemente mientras trato de pensar en los hechos, camino una y otra vez por el lugar tratando de buscar una respuesta, o una solución a todo lo acontecido, pero no encuentro más que ira y repulsión a lo que sea que pudo haber ocurrido. Ni siquiera me atrevo a contestarle las llamadas a mis padres. Sólo busco y deseo paz.

Decido no perder más tiempo y llamo al colegio en donde trabajo, le digo a Mónica que tengo serios problemas personales, y que el martes posiblemente no pueda cumplir con mis horarios de trabajo, aunque de todas formas posiblemente sea despedido cuando los hechos se hagan públicos. Mónica me dijo que me había llamado todo el día y que estaba siendo completamente irresponsable. Pensé que matar a alguien no sería una buena excusa para faltar al trabajo, y la enigma se apodera de mi mente. Entonces le respondo que no volverá a suceder y cuelgo.

Ahora se prende la verdadera cuestión y pienso.

Realmente no creo haberla asesinado, ella corrió cuando yo me quedé enfrentando a la cosa que nos perseguía, pero no hay forma de poder explicarlo, sonaré como un loco y la única testigo que tenía era ella. Y ahora no está. Ella ni siquiera tenía una pizca de evidencia en su cuerpo por haber sido apuñalada, ahorcada, o envenenada. No tenía nada de nada. Estaba realmente intacta.

Pero inerte, lo que significa que sigo en serios apuros.

Mi mamá vuelve a llamar, y ésta vez no puedo colgarle. La angustia toca mi garganta y mis palabras son difíciles de emitir.

-Tu me crees, ¿Cierto mamá?  Mi voz se quiebra.

-Te creo, pero debes venir ahora mismo.

-¿Justo ahora?

-Los señores Lans están aquí, y quieren hablar contigo.

Cuelgo.

No puedo creer en lo que me estoy metiendo, pero tengo que ir. Algo en mi me dice que será la mejor decisión que pueda tomar, de seguro el cuerpo de Sofia fue llevado hacía alguna otra parte, pero no puedo estar en esa casa, menos con los padres de ella ahí.

Luego de combatir conmigo mismo, decido tomar un baño e ir.

Pasa el tiempo y finalmente llego, con un toque de inseguridad toco el timbre y mamá abre la puerta. Sonríe y me dice que se alegra de que haya llegado, todos se ven muy tranquilos, hasta los padres de la chica, que me saludan con un toque de indiferencia. Pienso que ahora es cuando todos empiezan a hablar y yo empiezo a responder, pero en vez de eso mi madre nos sirve algo de beber, y la incomodidad me rodea. Me doy cuenta que los padres están sentados donde ella había muerto, y la mamá no dejaba de verme con discreción mientras tomaba de su taza. Le temblaban las manos.