♔ Tazas de Café ♔

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Empujé la puerta de cristal con un poco de fuerza y la campanita sonó anunciando mi llegada. Yo sonreí un poquito porque me había acostumbrado a ese sonido, que sería raro no escucharlo al entrar todos los días por aquella puerta.

Observé por un momento todo el lugar a mi alrededor, buscaba una de las tantas mesas que había disponibles para poder estar ahí y hacer mis cosas, claro, con una buena taza de café por las mañanas como ya era costumbre por casi dos años.

Como siempre, escogí la misma, que estaba un poco oculta y me daba esa privacidad que yo necesitaba. Dejé mis cosas sobre la mesa y no tardé en dirigirme a pedir mi café.

Y de nuevo mi sonrisa se hacía presente. Cuando nuestras miradas se encontraron, él también sonrió, me parecía que estaba contento de verme de nuevo ahí, como cada día.

—Buenos días, Guille —saludé amablemente al chico que atendería mi pedido. Sus ojos se achinaron y desaparecieron de su rostro cuando sonrió aún más si es que era posible. Me pareció que sus mejillas se tornaban de un ligero color rojo, aunque tal vez me lo imaginé.

—Buenos días —respondió al cabo de un segundo—. ¿Qué vas a querer?

Rodé los ojos y solté unas risitas.

—Jo, si vengo todos los días, chaval —me "quejé". El rió.

—Sí, pero ¿qué vas a querer? —insistió y noté que se estaba aguantando las ganas de reírse. Como le gustaba hacer el tonto conmigo.

—Lo de siempre, Willy, lo de siempre. —Asintió y observé como anotaba en un pequeño cuaderno la frase "Lo de siempre" con letra fina y rápida.

—Enseguida te doy tu café —Dijo y me dio la espalda. Comenzó a mover cosas de aquí y allá hasta que por fin tenía el café, solo que faltaba algo: el dibujito. Me miró expectante—. ¿Qué quieres que le "dibuje" esta vez?

Torcí un poco la boca y lo miré en tono pensativo.

—Lo que tú quieras. —Al parecer, mi respuesta lo sorprendió y abrió los ojos. Aguanté las ganas de reír.

—Ya, vale, hablo en serio.

—Yo también, Guille —respondí en tono dulce.

Se lo pensó un momento y tomó la crema y comenzó a esparcirla por la taza de café, moviéndola de un lado a otro y, al terminar, puso una pequeña servilleta sobre la taza.

—La verás cuando te sientes —me dijo—, que lo disfrutes —y sonrió.

Cuando llegué y me senté dejé la taza a un lado y saqué mi celular del bolsillo. Después de un rato, por fin quité la servilleta de su lugar y me sorprendí. Un bonito y bien detallado corazón detallaba la superficie.

A lo lejos miré a Willy, pero no me miraba.

.

Cuando terminé de hacer todas mis cosas me levanté de la silla y guardé todo en mi mochila. Y dejé un pequeño papelito al lado de la taza de café vacía: una nota. Y me fui.

«¿Quieres tener una cita conmigo?»

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Asdfgñlkjh!! x3 ¡Que ganas de escribir esto! En una de mis idas a comprarme café pasó algo parecido a esto y me pareció súper lindo, así que lo tenía que escribir un poquito al estilo Wigetta :3

Ojalá me pasara algo así ;u;

En fin...

A quien se tomó el tiempo de leer esto gracias :3

~Hakumi

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