Capitulo 10

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Diez

Son las diez y media de la noche, ya dos horas desde que hable con papa. No sé que pasara con la cena familiar en el restaurante el ''Chicago'', pero ganas tengo pocas.

Nany, propuso hacer esa cena de cumple en casa, por una parte lo prefería no tenía ganas de salir de casa.

Llame a María para que viniera directamente a mi casa, ya que la había invitado.

No me arregle mucho, aunque no tenía ni fuerzas para hacerlo, me puse unos vaquero pitillo color azul marino, unas converse blancas, y una camisa de rayas azul y blanca.

Me eche un poco de base para quitarme las ojeras que tenia y un poco de rímel. Me hice un típico moño despeluchado.

Baje las escaleras, con pocas ganas de estar sentada en una silla como si no hubiera pasado nada. Cuando miro en la entrada acaba de venir María, lucia con un precioso vestido rojo, caído que le llevaba por las rodillas, de tirantes y un escote a pico. Llevaba unos tacones básicos negros y un gran collar de diamantes en el cuello. El collar tapaba una cadena de oro en el ponía algo escrito pero no se lograba ver.

-Olivia, como estas, Felicidades guapísima.

-Gracias María-intentando que no se me notara mi estado de ánimo

-Toma, te he traído algo-dijo ella

Saco una pequeña caja roja de Harry Winston, unas de las mejores marcas de joyería de todo el mundo. Cuando lo abrí era un precioso anillo con un diamante de 7 quilates. Yo me sorprendí bastante.

-Ohh María muchas gracias pero yo no puedo aceptar esto.

-Quédatelo, es el regalo de compromiso que le dio mi padre a mi madre, ella me lo dio a mí y yo a ti, ya que no tengo hijas.

-No puedo, lo siento

Le devolví el anillo, ya que era un regalo familiar y por mi parte pensé que no tenía derecho a tener ese valioso anillo.

-Como quieras pero me hubiera encantado que te lo quedaras-dijo ella

Con María tenía una conexión muy buena y no sabía porque, era dulce amable, considerada y honesta.

Cuando entramos en el comedor papa tenía cara preocupado por mi estado de ánimo y no paraba de fijarse en mí. Andrew se sentó a mi lado, iba con sudadera de pull and bear, unos pitillos negros y unas nike.

Cuando terminamos la cena y estábamos por el postre, Andrew me susurro al oído que me siguiera la corriente.

-Perdonar, pero me voy a llevar un momento a Olivia, tengo una cosa para ella, intentaremos no tardar.

Yo no sabía que me quería enseñar así que le seguí. Nos montamos en su escúter roja, pero antes me tapo los ojos con un pañuelo de color negro y me llevo hasta la playa.

Cuando me quito el pañuelo, había una camino con pétalos de rosas que decidí seguir, cuando llegue al destino había como una carpa blanca con una cama con sabanas blancas para que los pétalos en forma de corazón pudieran resaltar.

-¿Qué es todo esto?- me saco una gran sonrisa.

-Lo he estado preparando esta tarde con Christian por eso, me tuve que ir. ¿Te gusta?

Le mire con una gran sonrisa y le empecé a besar apasionadamente, sin importar nada, solo él y yo, que hasta en los malos momentos me sacaba una gran sonrisa.

Me quito poco a poco cada uno de los ocho botones de mi camisa, nos depositamos delicadamente sobre la preciosa cama, y empezó a darme delicados besos en el cuello y fue bajando hasta mi vientre. Le quite la sudadera y acaricie su hermoso cuerpo.

Cuando estábamos ya desvestidos, penetro su pene en mi vagina, no fue forzado, y fue el más bonito de los momentos, me sentía feliz a pesar de todo, sentía su cuerpo con el mío como si fuéramos una única persona, lo quería o incluso lo amaba, me hacía sentirme la mas especial de las mujeres.

Hicimos el amor con tanta pasión que fue el mejor de los momentos que podía tener una mujer.

Cuando terminamos nos quedamos abrazos durmiendo toda la noche en esa carpa de playa, pero el mejor lugar que podía existir, porque gracias a él tenía ganas de vivir de seguir a delante el me daba fuerza con una simple mirada, que trasmitiera, ''TE AMO''


HOY, MAÑANA Y SIEMPRE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora