Kai [Bebés]

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El comeback y las promociones había tenido a los chicos ocupados durante todo el mes y por culpa de eso apenas habías tenido tiempo de ver a Kai. Esa tarde, sin embargo, recibiste un mensaje de Kyungsoo diciéndote que habían terminado la práctica pronto y que aunque los chicos estaban agotados iban a salir a tomar algo, aunque solo fuera al pequeño restaurante de comida china que había en la esquina. Fue entonces cuando se te ocurrió una idea. Se la explicaste y le pediste un par de favores, a los que él aceptó encantado sabiendo lo feliz que iba a estar su mejor amigo.

Te levantaste de la cama, silbando para que los dos animales vinieran donde estabas.

-Vamos vamos, iremos a ver a papá. -Les animaste, haciendo que empezaran a dar vueltas a tu alrededor y que dificultaran tu tarea de ponerles la correa.

Saliste del edificio en el que vivíais Kai y tu intentando no enredarte con las correas de los tres perros y directa a donde D.O te había dicho. Normalmente Jongin se quedaba en el dormitorio de EXO ya que era el más cercano a la sala de prácticas, sin embargo cuando tenían un poco de descanso o no había promociones o giras a la vista venía a casa, en donde le esperabaís tu y sus tres queridos cachorros.

-¡Jjangah! -Exclamaste al ver que la perrita no dejaba de moverse entre tus piernas y al lado de los otros dos. Des de luego Kai no podía haber adoptado a otros animales más hiperactivos. Para ser sincera a veces te preguntabas por qué tenías que pasar por la tortura que era cuidar de estas tres bestias a las que al parecer nunca se les acababan las pilas, pero luego recordabas lo feliz que era Kai con ellas y contigo y todo tenía sentido. Además de eso, tu también habías aprendido a quererlas, teniendo en cuenta que eran tu única compañía en casa cuando tu novio estaba ocupado y que le habías conocido básicamente gracias a una de ellas, cuando había venido corriendo hacia ti y te había hecho tropezar.

Perdida en los felices recuerdos llegaste hasta donde habías quedado con Kyungsoo, un parque desierto cerca del edificio de SM Ent.

-¿Te encuentras mejor hyung? -Le dijo Kai, poniendo la mano en su hombro.

-Sí, no te preocupes, solo necesitaba tomar un poco el aire. -Le dijo D.O usando sus dotes de actor, después te vio por el rabillo del ojo y supo que ya era momento de desaparecer. Abrió la boca para inventarse una excusa, sin embargo Monggu fue más rápido y ladró hacia Kai, haciendo que el chico levantara la cabeza rápidamente y mirara tu dirección con los ojos como platos. Parpadeó un par de veces para ver si era real, e incluso miró a su lado para que su amigo se lo confirmara. Sin embargo, el pequeño ya no estaba. Te acercaste a él, dejando ir a los perros para que se lanzaran hacia su dueño, quien ahora tenía la sonrisa más grande que habías visto nunca dibujada en la cara.

-¡Mis niños! -Gritó de alegría, arrodillándose para poder abrazar a los animales y empezando a reír en cuanto el pelaje de estos empezó a frotarse contra su cara y sus manos. Dejó que lo lamieran y ellos se dejaron acariciar, respirando pesadamente y dando vueltas sin parar a su alrededor por la excitación.

-¡_____! -Dijo por fin, sin apartar las manos de los perros y mirándote casi con lágrimas de alegría en los ojos.

-Hola -Dijiste, mirándolo con una ceja levantada y media sonrisa en los labios. Aun riendo se levantó, y te abrazó, enterrando la cabeza en tu pelo y llenándose de la esencia que tanto había extrañado.

-¿Cómo sabías que iba a estar aquí? -Te preguntó al separarse, aun sin poder creérselo.

-¿Y como sabes que me lo ha dicho alguien y no estoy aquí por casualidad? -Bromeaste, haciendo que se echara un poco para atrás reconsiderando sus pensamientos- A sido Kyungsoo.

Su cara de confusión cambió a una de entendimiento y asintió, sabiendo que no era de extrañar. De golpe notó como los tres perritos volvían a estar a su alrededor, frotándose contra él, y no tardó en volver a estar de rodillas acariciándolo.

-Ahh~ ¡Mis bebes! -Dijo emocionado. Sus labios volvieron a curvarse al notar la lengua de Jjangah contra su mejilla y acarició con más empeño a Jjanggu, quien ya le había dejado el pantalón lleno de pelo.

Te arrodillaste en frente de él ocupándote de Monggu, quien tampoco podía contener su emoción, y en cuanto Kai y tu volviste a levantar la cabeza vuestros ojos se cruzaron.

-Muchas gracias por venir jagi -Dijo feliz, inclinándose un poco para darte un suave beso en los labios, que fue interrumpido por un ladrido de Monggu en busca de atención- Os he echado tanto de menos...

Asentiste, devolviendo las manos a la piel del perro e incapaz de contener tu emoción y felicidad al ver lo alegre que estaba el chico. 

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