Paz y oscuridad...
Es lo único que siento...
No puedo ver, ni escuchar, ni sentir nada...
Solo profundizarme y ahogarme en la inmensa oscuridad
....
Debo admitir...aunque sea un gran vacío, me siento calmada, en paz...
....
Es la única vez en tanto tiempo que me he sentido asi...
Desearía...que este momento...nunca se acabe, que el sentimiento de nunca existir... perdure por mucho...
...
...
...
Pero...algo no me lo permite...
-...¿quien eres?
...
Siento un espeso y pesado alrededor. El sonido de mis oídos chirriando se vuelve profundo y solo llego a escuchar el movimiento de mi alrededor. Abro mis ojos lentamente y solo alcanzo a ver una luz púrpura que ciega mis ojos. Luego de un momento, mi vista se fortalece y veo que la luz proviene sobre mi. Trato de subir la mirada pero choco contra un cristal que se encuentra frente a mi. Me miro por un momento como puedo y veo que me encuentro en una especie de contenedor gigante que contiene en su interior una substancia parecida al agua y a mi. Veo distintos cables en mis extremidades, las cuales no puedo mover con mucha facilidad. Mis pies no llegan a tocar el suelo o al menos no llego a sentir el mismo.
Miro mi alrededor, el cual parece ser una especie de laboratorio oscuro, con solo unas cuantas maquinas en función. A mi lado veo otro contenedor con una luz azul pero no contiene a nadie, a mi otro lado también se encuentra otro contenedor con luz rosada pero vacía.
Que lugar más extraño...¿qué haré aquí?
Sigo observando mi alrededor para ver si encuentro algún tipo de pista, pero no encuentro nada. Al no poder moverme, decido esperar con la esperanza de ver si algo sucede.
Después de un tiempo de espera, escucho pasos y toda mi atención se centra en la dirección de donde estos provienen. De momento, veo una figura o mejor dicho, la silueta de una persona pasar por la entrada del "laboratorio". Primero pensé que no me había visto, pero luego, la persona volvió y se quedó mirando a mi dirección.
-No puede ser....-alcance a escuchar de parte de la persona.
Poco a poco se fue acercando, hasta que se encontró frente a mi. Me observaba detenidamente, cada fracción de mi y del contenedor, parecía analizarlo todo. Mientras hacía esto, pude observar a la persona más de cerca.
Era un chico, de estatura media. Su piel era de color olivo, que combinaba bien con sus ojos oscuros. Su cabello parecía ser largo, lo suficiente como para hacerse una coleta y este era del color de sus ojos. Tenia lentes, bastantes simples pero con su finés, dandole el toque de "inteligencia". Vestía de una bata color blanca y zapatos usados de color negro.
Este, se me quedo mirando por un tiempo hasta que luego, pudo reaccionar.
-Nunca pensé que funcionaría...-sus lentes se opacan un poco pero luego se los quita, los limpia y se los coloca de nuevo.
Le hago un pequeño gesto, en forma de saludo y este se acerca más.
-¿Me puedes entender?-me pregunta a lo que asiento con mi cabeza.
-Al menos....¿Como te sientes?
Trato de contestarle pero las palabras no llegan a salir de mi boca.
-Hmm...al parecer no puedes hablar, debo anotarlo en tus expedientes.
No llego a comprender lo que dice pero decido no prestarle mucho atención.
-Debes estar confundida, ¿no? A ver, déjame sacarte de ahí.
El chico camina hacia las pocas máquinas que se encuentran prendidas, pulsa algunos botones y hala una pequeña palanca.
De momento, la substancia que se encuentra alrededor de mi va desapareciendo por medio de unos agujeros en el fondo del contenedor. Cuando desaparece por completo, caigo en el fondo y mi cuerpo se apoya del cristal de este sin yo poder tener balance para pararme. El chico presiona otro botón y corre a coger un tipo de sábana o toalla y la pone frente a mi. En ese momento el cristal desaparece, abriendo el contenedor y sin ningún balance, caigo directamente en la sábana que el sostiene.
-Tranquila, te tengo-me dice mientras me envuelve en la sábana.
Me deja sentada en el suelo y yo lo observo mientras este me mira de forma extraña.
-U-um...-sus mejillas cambian de color, a uno algo rojizo-vuelvo ahora, debo buscarte ropa o...tendrás algo de frío...quédate aqui-dice para luego salir por la puerta a paso rápido.
Mientras tanto, sigo observando mi alrededor hasta que empiezo a tener un pequeño sentimiento familiar; pero antes de poder analizar o pensar bien de ello, el chico regresa con ropa en sus manos.
-Aquí esta-lo deja en el suelo frente a mi-estaré allí mientras tanto-señala hacia las máquinas-Cuando termines golpea el suelo y vendré hacia ti.
Asiento con la cabeza y se va a las maquinas. Cojo la ropa y me visto, me parece un poco familiar me no le doy mucha importancia. Cuando termino, golpeo el suelo como el me dijo y él voltea hacia mi.
-Vaya, eres rápida, eso es bueno-se va por un momento y regresa con una silla de ruedas-Ven, te sentaré aquí.
El me alza del piso y me coloca en la silla. Luego de esto, apaga las maquinas y me lleva fuera de la habitación.
Mientras me lleva, una pregunta surge en mi mente. Le hago varias señas y lo miro intrigada.
-¿Mm? ¿Pasa algo?-dice deteniendo la silla y mirándome.
Trato de pensar en alguna forma de preguntarle lo quiero hasta que recuerdo el lenguaje de señas. No se por que esta en mi mente ni por que lo recuerdo, pero seria un desperdicio no utilizarlo. Con las señas le digo mi pregunta, con la esperanza de que me entienda.
-...¿Quieres saber mi nombre?-su expresión es un poco de asombro pero de felicidad.
-Haha, claro. Soy el Dr. Foreman, W. Foreman.
Asiento y le sonrió en forma de agradecimiento. El sonríe de vuelta y luego vuelve y me lleva por la silla.
-Se que no entiendes nada ahora, pero no te preocupes, todo tendrá sentido muy pronto. Solo debo hacerte unos exámenes, para ver tu progreso. Mientras tanto, te llevare a tu cuarto.
Honestamente, no podía entender mucho lo que me decía, pero tenia la esperanza de que este chico, o mejor dicho, el Dr. Foreman, fuera una buena persona y pueda confiar en él.
Solo me toca esperar y ver lo que pasa.