Íbamos en coche hacia allí. Yo estaba muy emocionada, incluso ya sabía en qué libro quería entrar.
- ¿Tú en qué libro querrías entrar mamá?
- En Pinocho. Por supuesto.
- ¿Y tú papá? ¿Tú serás más normal no?
- Yo... En Blancanieves. Con esa bruja tan guapa y joven y...
- Ejem ejem.
- Lo siento cariño.
Pasó como una media hora cuando mi madre dijo:
- Mira ya llegamos.
La verdad es que no había nadie. Se lo dije a mis padres a las tres, hemos llegado a las cuatro pero empieza a las ocho.
- ¿Seguro que es aquí? - preguntó mi madre.
- Sí... Lo que pasa es que no empieza hasta las ocho.
- ¡¿Qué?! - gritaron al unísono. - Pero si quedan cuatro horas.
- Pero así seremos los primeros. Y por eso llevo una mochila tan grande. Llevo comida y una manta para sentarnos mientras esperamos. También llevo juegos y el móvil.
- Bueno, si no hay más remedio.
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Imagina si...
Fiksi IlmiahImagina si un día inventaran una máquina que te permite viajar a la historia de tu libro favorito. Está bien ¿no? Pero lo que no está tan bien es que te quedes atrapado en el libro y tengas que encontrar la manera de salir. Pues eso me pasa a mí.
