I'm not the only one || Charles Aránguiz

12

Bien ¿Qué hago? ¿Me pongo a correr? O ¿Me quedo aquí como si nada? Ay Dios, creo que ya no puedo escapar porque vienen caminando para acá. Ay no, esto es muy malo.

—Papi— dijo la hija del Charles corriendo a sus brazos. Él la tomó y la estrechó. Era muy linda la niña—Pensé que no nos íbamos a ver en unos días más papi, ¿Qué haces aquí en McDonalds? — preguntó la niña.

—Emm... salí a comer...— dijo él incómodo ante la mirada escrutadora de su madre.

—Maithe ¿por qué no vamos a los juegos? —preguntó la hermana del Charles.

—No, quiero estar con mi papi. — respondió la niña.

—Oye princesa, hazle caso a tu tía Cote que tengo cosas que hablar con tu abuela Mariana. — la niña hizo un puchero, pero asintió y se fue con su tía en dirección a los típicos juegos del McDonalds.

—¿Qué mierda significa esto Charles? — dijo la madre del Charles apenas la Maithe estuvo lejos. Ay Dios esta señora nos va a matar, debí haber corrido lejos cuando tuve la oportunidad. ¿Y si corro ahora?

—¿Qué cosa mamá? —el Charles se hizo el desentendido. Pero su mamá lo miró feo.

—Esto— nos indicó a los dos— tú con esta niña ¿Qué mierda Charles? ¿Qué haces?

—Mamá, la Jose es una amiga— dijo el Charles. La mamá lo miró de manera reprobatoria y bufó.

—No me mientas Charles, te vi besándola— él puso una cara de pánico— ¡No te entiendo hijo! Tú amas a la Fernanda ¿por qué mierda la estás engañando?

—Las cosas no son así...

—¿Ah no? ¿Entonces cómo son hijo? ¿Ahora ya no amas a tu esposa? —él asintió imperceptiblemente— ¡¿y tú crees que eso te da el derecho a engañarla?! ¡Y más encima con una niña! ¡Por Dios! Hubiera sido un poco más comprensible que lo hicieras con una modelo o con una mujer cualquiera, pero no con una niña... ¿Cuántos años tienes? — me preguntó directamente a mí. Ay mierda, su mirada me intimidaba. ¿Qué hacía? ¿Le mentía o le decía la verdad? ¿Qué hago? Jesús ayúdame. No puedo con esa mirada.

—Diecisiete— dije con voz baja, casi inaudible, pero ella la oyó.

—¡Es que no lo puedo creer! —exclamó ella— ¡Ni siquiera es mayor de edad! Hijo te pasaste... Y tú niñita— me apuntó con su dedo. Solo quería esconderme de su mirada. — ¡Por Dios! ¡Cómo se te ocurre meterte con un hombre casado! Por eso la juventud está como está ahora, son todos unos precoces que en vez de estar disfrutando de su niñez andan destruyendo familias...

—Ella no hizo nada mamá. Déjala. El culpable soy yo...— dijo Charles.

—¿Qué no hizo nada? No intentes engañarme Charles, sé cómo son las mocosas de ahora, le mueven el poto a los hombres y ellos caen altiro como estúpidos, ¡Estas niñas de ahora andan todas calientes!— ¿QUÉ? No puedo permitir que esta señora hable así de mí, yo nunca en mi vida haría eso... Solo pasó. ¡ni siquiera le coqueteé al Charles!

—Señora— ella me miró feo— Usted no tiene ningún derecho a hablar así de mí, primero porque no soy así y aunque lo fuera, hay que respetar a los demás...— ella se rió falsamente, y no me dejó continuar con lo que estaba diciendo

—¿Y tú respetaste a la esposa de Charles, a sus hijos, a su familia? Si quieres respeto, respeta a los demás.

—Mire, yo no he hecho nada malo aquí. Mejor pregúntele a su querida nuera qué fue lo que pasó— el Charles me miró y me hizo callar con la mirada.