— Y bien, ¿qué te parece este? ¿Me veo sexy? —preguntó por cuarta ocasión la misma chica.
Había quedado con Alex para ir al centro comercial, sin embargo, jamás me imaginé que tirarme de un barranco sería mejor idea. Llevábamos horas pasando de tienda en tienda. Alex, al igual que todas las chicas sexies del instituto, está invitada a la fiesta de Tom Johnson, por lo tanto quería buscar "algo lindo" para ese día. O más bien, algun atuendo de puta. No entiendo el propósito de pasar horas buscando un asqueroso vestido que la hará ver como una mujerzuela, y que al final de la noche terminará en el suelo junto a toda la ropa que vista mientras ella es follada como los mil demonios. En fin, de todas maneras ya estoy aquí, solo ruego porque esta chica encuentre que ponerse de una maldita vez o juro que me daré un tiro aquí mismo.
Harto de seguir esperando, decidí dejarla ahí sola e ir a tomar algo. Me encuentro cruzando por el pasillo del tercer piso, cuando algo desconocido me hizo voltear hacia los pisos inferiores. Y vaya sorpresa la que me llevé. En el segundo piso, ahí recargada sobre la baranda de cristal, y observándome, estaba aquella chica misteriosa con la cual choqué en la escuela y jamás volví a ver. Mas que en mis sueños. Se veía igual de hermosa que aquel día en el pasillo, sus ojos mirando directamente a los míos, leyendo todo dentro de mi. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral y me hizo cerrar los ojos por un segundo, al abrirlos, aquella chica misteriosa ya se había ido. Pero más extraño que el hecho de que hubiese desaparecido, fue el sentimiento de vacío dentro de mi al ya no poder verla. Extraño, e incomprendible incluso para mi.
Rápido me dirigí al segundo piso con la esperanza de encontrarla merodeando en algún local de por ahí. Tomé las escaleras eléctricas y juro que jamás en mi vida había sentido el tiempo tan lento, incluso sentí que estaba conspirando en mi contra.
— ¡Lo siento! —le grité a una chica con la cual accidentalmente choqué en el pasillo por ir corriendo.
Seguí mi camino hasta donde la había visto recagarda anteriormente. Y sorpresa sorpresa, no apareció. Mi búsqueda continuó por las tiendas de ese pasillo, entraba y preguntaba si no habían visto una chica con sus descripciones. Nadie sabía absolutamente nada. Aquel vacío seguía presente y yo no sabía que pensar.
Decidí darme por vencido y regresé a la tienda donde dejé a Alex. Al llegar, la chica ya había encontrado un maldito vestido para la fiesta del fin de semana. Estábamos a miércoles y la fiesta era el viernes, así que sigo sin saber porque tanta anticipación, en fin, yo solo deseaba que aquella extraña y hermosa chica saliera de mi cabeza.
Alex y yo finalmente llegamos a la planta baja del centro comercial, ya dispuestos a salir de este, cuando algo me induce a mirar hacia las escaleras electricas que ascienden al segundo piso. Justo ahí, subiendo, va la chica misteriosa. Me detengo en seco sobre mi lugar, haciendo que Alex se tambaleara bruscamente, ya que ella iba caminando colgada de mi brazo.
— ¡Ay! —chilla— ¿Qué te pasa William?
Yo no podía prestarle atención, mi mente estaba completamente enfocada en aquella chica que me miraba desde las escaleras. Me guiñó el ojo y después al llegar a su destino en la segunda planta desapareció entre un gran cúmulo de personas que subía con ella. No la vi más.
Cerré los ojos y negué fuertemente, esto no podía estar pasandome. Esa chica me trae como idiota y ni siquiera sé su nombre, esto es demasiado nuevo para mi.
Y esa noche, la misma chica, volvio a adueñarse de mis sueños.
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Mi precioso ángel
Fantasy- ¿Quién demonios eres, y por que mierda estas en todos lados?- pregunté realmente aterrado hacia aquella extraña chica frente a mi. - No hay nada que temer, Will. Soy tu ángel guardián. Me fue encomendado como misión protegerte desde hace más de un...