Jennifer no podía creerle a Duncan, por más que fuera consiente las sospechas y las fantasías que tenia de adolescente, la universidad la había ayudado a ser mucho más racionalista, y que su compañero de grabación fuera en realidad una especie de Rey Mago que tan solo aparecía en un libro de fantasías de su infancia, eso no tenía mucho sentido para nadie...
-Duncan, ¿Cómo puedo estar segura que lo que me dices es verdad?- Dijo empezando a ponerse exaltada.
-Jenny, es que no entiendes...
-No puedo creerlo, entiéndeme- sintió las lágrimas brotando de nuevo- y en todo caso, ¿Qué tengo que ver yo con eso? ¿No es acaso problema de David, o de Jareth, o del Rey Goblin? Ves, ya ni siquiera estoy segura de quien es.
Duncan se quedo mirando a sus pies unos segundos, con una gran frustración por la reacción de ella.
-Sabes, tienes razón, no tienes nada que ver, lamento haberte molestado. Si me disculpas, tengo mi primera clase. Te prometo que no molestaremos más.
Se levanto rápidamente, agarrando su mochila y dejándole algo de dinero para pagar la parte de su cuenta. Se sentía un estúpido por haber creído que Jennifer era diferente.
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Unas semanas más tarde, Jennifer llegaba cansada a su dormitorio. Pero al llegar a la puerta encontró una carta pegada.
Curiosa, lo abrió y se sorprendió al ver lo que decía:
"Si, será el primer año en que un Rey Goblin cumpla 3000 años de haber sido concebido, será cuando el Underground se teñirá de negro, la vida allí será una amenaza constante, y el Rey desterrado será por la oscuridad. A los 42 años en que viva su condena de ser mitad humano- mitad mago, la magia disminuirá al igual que su vida. Pero solo una simple muchacha humana, que ha nacido con sus poderes ocultos, si, una simple muchacha humana acompañara al Rey a recuperar lo robado. Una muchacha cuya madre fallecerá luego de darle a luz, sin una causa aparente- Profecías del Rey Goblin numero IV, quien murió a los 2998 años."
Por algún extraño motivo, la imagen de su madre llego a su mente. Su madre...tan solo tenía una foto de ella, todo lo que quedaba. Su padre le había dicho que había muerto dando a luz, aunque nunca se había atrevido a preguntar más. Se pregunto si era una broma.........aunque sabía bien que solo ella podía entender ese mensaje. Aparte, a los 42 años empezaría a decaer su magia, y Bowie acababa de cumplirlos. Quizás...podía ser verdad. No debía dar todo por sentado.
Casi automáticamente abrió el cajón de su escritorio, donde lo encontró: el viejo libro rojo de su infancia. Se quedo leyendo casi toda la noche. Luego agarro uno de sus viejos diarios de la adolescencia y leyó las fechas en las que grababa Laberinto:
"Hay algo mágico en el"
"No parece humano en absoluto, sus ojos parecen mostrar lo más desconocido"
"¿Es normal sentirme raramente confortable con todo su misterio? Desearía saber todo de él, siento que hay algo en nosotros que nos conecta"
"Amo esa mirada, de alguien que viene de mundos diferentes, su melancolía y conocimiento de cosas que no sabe un simple humano..."
Se acostó pensando en el, aunque se sentía algo ególatra por creer que era la muchacha del mensaje, pero si tenía poderes ocultos.....solo podía saberlo hablando con David. Debía ver a David, por más duro que fuera. Pero antes debía ver a su padre, si, tenía mucho que preguntarle. Y de paso, pedirle perdón a Duncan.
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El trono perdido (Laberinto)
FanficCuando Jennifer empezo a grabar Laberinto junto a David Bowie, creyo ver en su compañero a un verdadero Rey, aunque nunca imagino todo lo que el tenia para mostrarle....tendra que aprender a no dar nada por seguro.