Dicen que Dios la creo para que la vida fuera eterna, porque cuando se vive demasiado el significado de la vida se pierde, algunos encuentran en ella el consuelo de su vida vacía, una vida de amargura y sin deseo de seguir luchando, otros por el contrario le temen mas que a cualquier cosa, intentan ser eterno, pero yo encontré en ella algo que creí perdido en mi, algo que había olvidado y que necesitaba para seguir mi camino.
Era un día como cualquier otro en mi vida, burlas en la calle diciendo "miren hay va el marica o "te iras al infierno por ser gay, pero algo me decía que podría mejorar, que si aguantaba un poco y emigraba a un país mas grande nadie notaria mi presencia y podría ser feliz, eso me decía todo los día para poder levantarme en las mañana, pero ese día no iba a ser tan parecido como yo pensé, al llegar a casa mi madre comenzó a pelearme sobre mi manera de hablar, mi forma de vestir o mis gustos musicales.......soy de esos chicos a los que le gusta cantar en su cuarto con todas sus fuerza musica Pop...... Pero en el momento en que ella dijo porque merezco esta maldición, porque me castigas oh Dios con un hijo marica, mi mundo termino de desmoronarse y lo único que hice fue correr a mi cuarto a llorar en silencio, ¿porque debía de sufrir así? me decía a mi mismo, ¿porque debo ser diferente?
¿porque simplemente no puedo ser feliz? Ya no tenia esperanza, y ya no quería luchar, así que busque entre mis cosas algo que me ayude a aliviar mis penas, y ese algo era mi cortador, lo tome llorando y corte mis venas, en ese momento en mi mente solo pensaba que era lo mejor, mi madre que aun me gritaba del otro lado de la puerta me decía que saliera y le mirara cuando me hablaba, yo solo quería descansar de esa realidad que me toco vivir, huir de este mundo de dolor.
Al momento de abrir mis ojos a mi lado estaba vestida de negro una figura extraña, me miraba y podía ver que lloraba, me abrazo y toco mis manos y sentí que un frío desgarrador transitaba mi cuerpo, ya no sufrirás mas me dijo al oído y sentí la paz que siempre había buscado, me elevo lejos de mi cuerpo y a un lugar oscuro me llevo, lleno de almas en pena, de la cuales una de ellas ahora soy yo.
Hoy bago en un mundo de miseria y dolor, por no afrontar mis demonios, por miedo a ser quien en verdad soy. Miro desde esta oscuridad a mi madre que se pregunta que paso, se pregunta si fue buena madre y si en verdad me ayudo.
La escuchó pedirle a Dios que perdones mi pecado, pero se que es imposible y que no hay esperanza, pues ya tarde es para mi, y en la oscuridad perpetua estoy donde las almas de los temerosos habitan, son atormentadas por lo que quisieron dejar atrás, de lo que quisieron huir, yo solo escuchó a mi madre que ahora solo llora por mi.
