El frío viento golpeo su rostro de frente, haciendo que fuera descubierto por los mechones de cabello ondulado que lo cubrían. Ya no sentía esa angustia de hace una hora sus sollozos habían parado pero las lágrimas seguían bajando por sus mejillas.
Ahora todo estaba un poco mas tranquilo alrededor, pese al caos que se había formado dentro de ella hace varios minutos.
El sol estaba cayendo y el canto de algunos pájaros hizo que ella se relajara, los atardeceres le producian una sensación de paz, no importa lo mal que se pudiese sentir en ese momento. Era paz y tristeza fusionados, hechos uno solo.
Sus manos comenzaron a temblar mientras abrazaba sus piernas para intentar mantener un poco el calor.
El cielo se encontraba rodeado de nubes grises que se tenían de rojo
Gotas comenzaron a caer sin parar, haciendo que las latas de los techos comenzaran a sonar... ¿Que podía ser mas hermoso? Contemplar un atardecer bajo la lluvia.
Se quedó en el lugar sin moverse, nunca nadie sabrá cuanto tiempo fue el que se quedó sentada allí, su mente estaba en otro lugar del universo, mientras sus lágrimas se mezclaban despacio con la lluvia y sus ojos se perdían en el atardecer de ese verano