Hemos tenido una semana extremadamente agitada. Entre los conciertos, firmas de autógrafos, entrevistas… La verdad es que apenas y tengo tiempo para mí mismo. Al menos hoy es nuestro único día libre.
La noche está fresca, pero aun siendo verano, el calor está presente. No hay estrellas en el firmamento, así que la luna está completamente sola. Un aire me roza el rostro y sonrío. No me había dado cuenta lo mucho que había caminado. Me detengo por un momento, y miro a mi alrededor. Hay árboles, muy altos, debo decir. Al mirar hacia atrás, veo que las casas apenas y son visibles. Creo que jamás he estado por acá. Normalmente los chicos no son tanto de ir a caminar, o acampar, o cualquier otra cosa que tenga que ver con andar en la naturaleza, así que creo que es normal sentirme muy solo a la hora de salir a dar un paseo.
De repente, escucho pasos. Miro hacia atrás. Nada. Comienzo a caminar de vuelta. No soy de las personas que se asustan muy rápido, pero sí de las que prefieren prevenir que lamentar. Camino y camino. Escucho más pasos. Prefiero acelerar el paso.
Detrás de mí se escuchan ruidos, y en lo que camino, me permito mirar hacia atrás, tratando de localizar el origen de los ruidos. De nuevo, nada. Estoy comenzando a entrar en pánico. ¿Qué cosa hace ruido que sea invisible? Escucho los pasos de nuevo, pero esta vez, mucho más cerca de mí. Comienzo a correr, pero antes de poder avanzar una gran distancia, algo me sujeta del brazo y siento la punta de algo afilado que entra lentamente en mis costillas.
Grito. La punta deja de entrar, pero algo me golpea la cabeza por detrás y caigo al suelo.
Al voltearme, veo a dos personas vestidas de negro. No logro distinguir nada, puesto que he comenzado a ver algo borroso. Comienzan a golpearme. A patearme.
Lo único que puedo hacer es intentar protegerme. Me hago bolita en el suelo y grito. Grito lo más fuerte que puedo, pero al parecer, nadie me escucha. ¡Claro! ¿Pues quién sale a caminar a las once de la noche en un barrio tan silencioso? Cierro los ojos y de nuevo grito lo más fuerte que puedo, pero nadie acude a mi rescate.
Los puños, las puntas de los zapatos… Me golpean cada vez más fuerte y cada vez más frenéticamente. El dolor que siento es insoportable, pero no puedo hacer nada. Aún la vista me falla e intentar levantarme de seguro que me costará más que unas cuantas costillas rotas. Solo espero… Espero a ver a qué hora termina todo esto… Espero…
Supongo que ya estoy a punto de desmayarme, cuando de inmediato siento nada. Ni golpes, ni puños. Nada. ¿Ya habrá terminado? ¿Tan rápido? Escucho uno que otro gemido. No, esto aún no ha terminado. Alguien me ha quitado de encima a mis agresores. ¿Pero quién? Poco a poco mi visión regresa a la normalidad y puedo ver una mata de cabello rubio… Una mata de cabello rubio junto con otra mata de cabello negro… Más bien, una mata de cabello puntiaguda.
¡Niall y Zayn!
Intento levantarme para ayudarlos, pero con solo intentarlo mi cuerpo me duele lo suficiente como para provocarme otro grito.
Niall le da un golpe directo en el rostro a uno, y Zayn logra dar una patada en la entrepierna al otro. Logran tumbarlos por un momento. Ambos me miran.
—¡No te muevas Liam! —me dice Niall.
No planeaba hacerlo. De todos modos, me quedo sin decir nada.
Los dos se vuelven de nuevo hacia mis agresores y los comienzan a golpear tal y como lo hacían conmigo. Creo que los dejan inconscientes en cuestión de segundos.
Niall es el primero que corre hacia mí y me ayuda a levantarme del suelo. Acomoda un brazo mío alrededor de su cuello y lentamente me comienza a alzar. En seguida viene Zayn y ayuda a Niall poniendo mi brazo libre alrededor de su cuello. Ahora sí, me pongo completamente de pie y comenzamos a caminar directo hacia el hotel.
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One Direction
FanfictionA Harry, Liam, Louis, Niall y Zayn les gusta meterse mucho en problemas... Y en romances poco convencionales.