K-POP ONE-SHOTS

B-Bomb [Maquillaje]

Mentirías si dijeras que él había sido el primero al que habías visto. Los demás destacaban mil veces más, todo el mundo los reconocía con solo ver al temido líder o al adorable maknae, pero los ojos de la gente jamás se clavaban en el bailarín que se mantenía a un lado, sonriendo ante las tonterías de los otros o hablando tranquilamente con su amigo. Con el paso del tiempo, sin embargo, tu mirada empezó a centrarse en él exclusivamente. Cada vez que tenías que acercarte a él para hacer tu trabajo te ponías nerviosa, de alguna manera notabas que tus ojos no podían parar quietos y temías que notara el temblor en tus manos. Llevabas tiempo trabajando como maquilladora y jamás te había sentido así. Al principio pensabas que solo era admiración, al fin y al cabo siempre habías sido fan secreta de Block B, pero el sentimiento se fue haciendo cada vez más y más fuerte y sabías que no iba a parar.

Negando con la cabeza para apartar los pensamientos y dando una bocanada de aire te dirigiste hacia él, parándote al lado de su silla y cogiendo todo lo que necesitabas para empezar a prepararlo para el show de esta noche. Te pusiste detrás suyo y le observaste desde el espejo. Tenía los ojos y las manos ocupadas con el teléfono así que no te quedó más opción que deslizar tu mano por su mejilla y levantarle la cara levemente para que pudieras tener acceso a todo su rostro. Al darse cuenta de eso, Minhyuk dejó el teléfono a un lado y se relajó en su asiento, dejando que hicieras tu trabajo. Mecánicamente empezaste a aplicar las cremas y los polvos que le hacían falta, pero tu mente no pudo evitar divagar a otra parte. Sus rasgos eran tan... perfectos. Su nariz era del tamaño ideal, sus pómulos estaban a la altura perfecta y sus pequeños ojos sonreían a la vez que sus labios. No podías evitar morderte el labio cada vez que pensabas en su sonrisa y en esos adorables hoyuelos que aparecían en sus mejillas cada vez que se reía. Era uno de sus rasgos característicos, lo que le hacía destacar de los demás dejando de lado sus dotes de bailarín.

-¡Ah! Noona, me haces cosquillas. -Se movió hacia un lado aguantando la risa, tapándose la parte del cuello por la que sin querer habías pasado la brocha.

-O-oh, lo siento, estaba distraída. -Te maldeciste internamente por estar pensando en cosas como esas en estos momentos.

-No pasas nada -Rió- Pero tengo el cuello bastante sensible.

-T-tendré más cuidado... -Su sonrisa se te contagió y agachaste un poco tu cabeza para que no lo viera y para disculparte de nuevo.

Te dirigiste al tocador de nuevo para cambiar de herramienta e intentar distraerte, pero por el camino la pata de la silla de al lado se puso en frente de tu pie y tropezaste. Te faltaron centímetros para caer contra todo el maquillaje y echarlo todo a perder, pero unos brazos robustos y largos te aguantaron.

-¿Estas bien? -Te preguntó B-Bomb con la voz llena de preocupación. Al levantar la mirada su cara estaba a milímetros de la tuya, o eso te pareció, cosa que hizo que el color en tus mejillas se duplicara.

-¡S-sí, lo siento mucho! -Dijiste exasperada con la voz más aguda de lo normal.

-¿Segura? ¿No te has hecho daño? -Dejo que volvieras a ponerte de pie y miró un poco a tu alrededor para comprobar que todo estaba en su sitio.

Volviendo a disculparte seguiste con lo que ibas a hacer, cogiendo el lápiz negro para la línea de ojos y volviendo a tu sitio detrás de él. Gracias a dios mientras le repasabas el contorno de los párpados debía tener los ojos cerrados y no tenía que ver lo patética que estabas en esos momentos.

-Noona -Te llamó al cabo de un rato, cuando ya te habías calmado y le estabas dando los últimos retoques- ¿Qué es lo que te tiene tan distraída?

La pregunta te pilló desprevenida. Notaste como el corazón se te paraba por un segundo y la boca se te secaba. Viste como sus ojos estaban clavados en ti en el espejo y como medio sonreía, esperando pacientemente por tu respuesta.

-No es nada importante, no te preocupes. Simplemente tengo la cabeza en las nubes. -Le explicaste mirando tímidamente al suelo.

-¿Quizás es que estás pensando en alguien especial? -Su sonrisa se hizo más amplia, casi volviéndose traviesa.

-¿Huh? -Exclamaste sorprendida- ¡N-no! Bueno, quiero decir, sí, pero... no es nada, de verdad.

Bufó divertido ante tu mala excusa y se disculpó por ser tan entrometido. No tardó en levantarse al ser llamado, dirigiéndose junto a sus compañeros al piso de arriba, en donde se iba a llevar a cabo la entrevista. Suspirando con pesadez y relajando los hombros te dirigiste derrotada al sofá de la sala de espera, en donde tus amigas y tu ibais a ver la entrevista en directo mientras os tomabaís un descanso.

Todo fue bien, las preguntas sobre su comeback eran las típicas y los chicos parecían estar divirtiéndose, pero las risas y los gritos se multiplicaron al entrar en el tema más... picante.

-¿Quien es el que más liga del grupo? -Dijo la entrevistadora.

-¡Park Kyung! -Gritaron todos, señalando al pobre chico que ni siquiera podía articular una excusa.

-No no no, bueno, sí, ¡pero no soy el único! -Todos se miraron entre ellos ante las afirmaciones del chico y enseguida asintieron.

-Tiene razón, B-Bomb también está hecho todo un ligón últimamente -Explicó Zico riendo y dándole codazos amistosos a su compañero de grupo.

-¿Es así? -Preguntó la entrevistadora con curiosidad- B-Bomb no parece ese tipo de chico.

-Hago lo que puedo, pero las chicas nunca parecen darse cuenta de mi -Dicho eso, se lamió los labios sensualmente e hizo un gesto provocador haciendo que los demás en el plató estallaran de risas.

-Cuando Minhyuk intenta hablar con las chicas ella siempre le preguntan sobre Zico o le dicen que no le conocen, es un poco triste... -Siguió con la broma U-Kwon, dándole palmadas en el hombro a su amigo.

-Sí, justo hoy estaba hablando una y me ha dicho que estaba pensando en otro chico... -Dijo B-Bomb, haciendo que las risas volvieran a llenar el set. Incluso tus amigas, que estaban a tu lado hablando sobre algo que no escuchabas se pararon a oírlo y rieron, comentando en la pena que les daba el pobre chico. Tu sin embargo, estabas callada, con los labios en forma de "o" y las mejillas ardiendo, sabiendo toda la verdad que había en su historia y completamente arrepentida de no haber escogido mejor tus palabras.