Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]

Capitulo 3

Narra Samuel

Siempre supe que mi tío Tyson me iba a pedir algo algún día, pero no pensé que fuese tal responsabilidad. Cuidar de alguien mas que no sea yo mismo todavía no estaba en mis planes, e iba a ser duro llevar esa tarea adelante. Mi tío me comentó algunas cosas de las que tuvo que vivir Guillermo a lo largo de sus 20 años, y la verdad no pensé que fuese un chico tan perturbado. Además de cuidar de aquel muchacho, mi tío me encargó otra responsabilidad; tendría que encargarme de dictar las clases que daba en la universidad a la que asistía Guillermo. 

Nunca eh visto a Guillermo y hoy mismo lo conocería cuando me mude a la casa de mi tío. Sólo lo eh visto en fotos: cabello oscuro al igual que sus ojos, delgado y alto. Tiene toda la pinta de un joven suicida. Sólo esperaba no tener que verlo en la bañera con cortes en sus muñecas.

Ahora mismo estoy en el cuarto de mi casa acomodando las maletas y todas las cosas que tendré que llevarme a la casa de mi tío. Ropa, el computador portátil, elementos de higiene y, por supuesto, me voy a llevar mi consola con varios videojugos. En total, las maletas eran tres y una mochila, menos mal que estos músculos se entrenan a diario. 

Decidí que la hora indicada para ir a lo de mi tío sería por la tarde, por lo que tenía la mitad de la mañana para disfrutar de la soledad de mi casa, la cual, quizás, no volvería a ver mas.

Pasé gran parte de la mañana frente al televisor de mi alcoba, tumbado en la cama. No había nada de mi interés en la tele y me pasé un buen rato haciendo zapping hasta que decidí dejar CSI. A la hora de comer, me preparé unos espaguetis con estofado y me senté a la mesa a comer, mientras que revisaba mis redes sociales. Mi vida era aburrida desde que terminé mis estudios hace un año, y no había podido conseguir todavía un empleo estable. Por suerte, ahora lo tendría en la universidad en dónde trabaja, o trabajaba, mi tío.  

Luego de comer, lavé el único plato que había utilizado y la olla en la que había cocinado y, alrededor de las tres de la tarde, decidí marchar a la casa de mi tío. Tomé las maletas y la mochila, bajé a la calle y llamé a un taxi el cual paró enfrente de mi. El conductor bajó inmediatamente del vehículo y cargó mis maletas en la parte trasera del vehículo. 

El viaje a lo de tío Tyson era bastante largo, así que tomé mis audífonos y los conecté a mi móvil para poder escuchar música durante el recorrido. 

Cuando llegué al pequeño pueblo, mi tío me recibió con un fuerte abrazo mientras el conductor dejaba mis maletas a un lado y, luego de saludar a mi tío, le pagué al hombre dejándole una propina por su amabilidad.

-¡Guillermo!- Gritó mi tío. Inmediatamente, salió de la casa un muchacho alto y delgado, con grandes mejillas abultadas y con un ligero color carmesí.- Ayuda a mi sobrino con sus maletas, y guíalo hasta su habitación. 

Sin decir una sola palabra, Guillermo tomó dos de mis maletas y se dirigió al interior de la casa casi ignorándome. Miré a mi tío sorprendido, ¿ni un hola?

-Ya te acostumbrarás. No es de muchos amigos.- Dijo riendo.

Seguí a Guillermo hasta el interior de la casa, estaba justo en las escaleras tratando de subir mis pesadas maletas. Los tantos intentos fallidos por tratar de subir un escalón con ambas maletas en brazos eran muy divertidos.

-¿De qué te ríes tu?- Dijo con una mirada fulminadora. "Dios, paciencia, por favor". No es por presumir, pero soy un tipo con una paciencia inimaginable. Ya lo dicen 'La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce'.

-¿Quieres que te ayude con esas maletas?- Observé tratando de contener mi risa.

-Puedo solo.- Y así fue, pudo subir mis maletas, pero luego de unos dos minutos.

Al llegar a mi nueva habitación, Guillermo entró con las dos maletas y las dejó junto a la cama ya hecha. El lugar estaba bien, tendría que mover algunos muebles pero ya me acomodaría. Me acerqué a la cama, dejé mis cosas en el suelo y miré a mi alrededor. La situación era un tanto incómoda ya que Guillermo estaba apoyado en el marco de la puerta aun mirándome. Le devolví la mirada con una leve sonrisa.

-¿Pasa algo, Guillermo?

-Tengo algunas reglas para ti.- Sus ojos achinados y sus mejillas abultadas lo hacía ver muy tierno, pero su expresión en el rostro era demasiado seria.- No entres nunca a mi cuarto. No me hables, no me cuides. No quiero ser tu amigo y no tengo interés en relacionarme contigo. No toques mis cosas y no quiero cenar ni almorzar nunca contigo. Déjame mi espacio.

¡Fua, chaval! 

-Vale.- Dije sin mas, cayendo por completo a la cama. Pero Guillermo seguía ahí, apoyado en el marco de la puerta, mirándome.- ¿Algo mas?- Agregué indiferente. 

-Ni te creas que vas a controlarme.

Y se marchó. Escuché sus pasos sobre el suelo de madera a través del pequeño pasillo y, luego, un fuerte portazo. Supuse que su habitación estaba junto a la mía, ya que habían tres puertas y sé que la del fondo es la del baño. Conozco la casa de mi tío. 

Estuve gran parte de la tarde reacomodando la habitación en la cual me iba a quedar. Corrí el escritorio debajo de la ventana, y debajo del televisor coloqué una pequeña mesita en la cual puse la consola con los videojuegos a su lado. Saqué la ropa de las maletas y la metí en el armario, la ropa colgada y, los calcetines, calzoncillos y demás, en los cajones. Dos de las maletas, ya vacías, las pude dejar debajo de la cama, y la última la dejé junto al escritorio. Colgué algunos posters  y puse mis unicornios de peluche en el estante que había por encima de la cama. 

-¡Wow, Samuel! Quedó muy bonita tu habitación.

-Gracias. Pero aun me faltan acomodar algunas cositas.- Le contesté con una gran sonrisa a mi tío el cual observaba con atención mis unicornios.

-Veo que aun conservas el gusto por aquellas criaturitas.

-Ya lo ves. Es que son tan cuquis. 

Mi tío comenzó a reírse escandalosamente, lo cual hizo que me riera yo también.

-¡Dejen de gritar!- La voz de Guillermo se había escuchado incluso desde la otra habitación y con la puerta cerrada. 

-¿Qué es lo que le sucede conmigo?

-No es contigo, Samuel. Es con todo el mundo. El chico sufrió bastante y lo entiendo. Sé que es un poco rebelde pero es un buen muchacho. 

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Hi, wigettistas!

Espero que les esté gustando el contenido y nos vemos mañana con mas!

Debuh

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