Capítulo 12: "Se acabó la espera."

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Sábado por la mañana, glorioso fin de semana. Me estiro y retuerzo un poco en la cama antes de ponerme de pie, sintiendo la suavidad de mis sábanas.

Volteo a ver el reloj y este me indica que son cuarto para las dos de la tarde.

Oh bueno, sábado por la tarde.

Voy hacia mi armario y saco una camisa grande con el logo de Stars Wars y un short que es cubierto por la longitud de la camisa, pareciendo que no lo tuviera. Calzo unas pantuflas de oso panda y recojo mí enmarañado cabello en una bola mal hecha, miro mi rostro en el espejo, las ojeras y el maquillaje regado hacen que luzca igual que el animal de mis pantuflas, por lo que con toallas húmedas limpio todo rastro de maquillaje.

Bajo a ponerme al día, y como usualmente, Antonieta es la primera en saludarme.

—Buenos días Antonieta, ¿dónde están mis hermanos? —le contesto a su saludo y su típica pregunta de qué deseo.

—El joven Alex está en el gimnasio y la señorita Kate en la piscina.

—Oh, con que estamos todos. Gracias Antonieta.

— ¿Desea servirse algo de comer? —me ofrece, pues no he desayunado.

— ¿Huevos revueltos?

—En cinco minutos le sirvo —dicho esto se marcha y yo subo nuevamente.

Recojo mi celular el cual se encuentra en la cartera que usé anoche, al encenderlo las notificaciones de las fotos de la fiesta que me han etiquetado son las primeras en llegar. Al abrir Whatsapp un sólo mensaje llama mi atención.

Perra Rubia:
¿No piensas venir a hacer el estúpido trabajo de biología? En el cual por tu maldita idea, estamos juntas.

CarolM:
¿Te parece si voy hoy?

Perra Rubia:
Cuanto antes, mejor.

CarolM:
Llego en una hora.

Después de ser dejada en visto por una perra rubia, bajo a comer unos deliciosos huevos revueltos con pan tostado y jugo de mora.

Al terminar, agradezco la comida y subo a bañarme y cambiarme. Al salir del baño, Kate está en mi cama con la mirada fija en el techo.

— ¿Qué tal la fiesta de anoche?

—Súper, supongo.

— ¡No puedo más con Jay! —exclama y una parte de mí sabía que venía por ello— hablamos y todo bien, pero él no hace nada por mí, no quiero estar todo el tiempo tras él, quiero que el venga por mí.

—Recurre al plan C —respondo sencilla sacando un conjunto de ropa.

— ¿Tú crees? Lo haré —dijo sonriendo, poniéndose de pie y saliendo. Segundos después regresa por la misma puerta por donde salió— ¿Vas a salir?

—Sí.

—Ser porrista ha activado tu vida social, eh —sonríe burlona y yo sólo le lanzo uno de mis almohadones el cual cae en la puerta pues la ha cerrado antes de que este llegue a su cara.

Decido usar algo fresco, el día es soleado por lo tanto el calor es inevitable. Una crop top de tiras turquesa, un short de mezclilla, unas vans del mismo tono que mi blusa y unas gafas de sol.

Salgo de casa y encuentro a Bryden antes de llegar a Patrick, lo cual facilita mi trabajo. Le digo que me lleve y le doy la dirección.

Llegamos poco tiempo después a la casa Collins, camino hasta la puerta principal por el camino que existe en medio del jardín frontal, toco el timbre y me sorprende que Ally sea quien me recibe.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora