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Justo hoy era el primer día de clases de Castiel en la universidad.
En el aula, como siempre, se sentó al frente, esperando ansioso la clase.

El profesor entró, lo cuál le dejó sin respiración. Cuando el hombre lo vio y le guiñó un ojo, su cara se pintó de un fuerte tono escarlata. No, aquello era imposible, sí, debió haberlo imaginado; aquel profesor no le guiñó su ojo, definitivamente estaba imaginándose cosas.

Lovers in PhotographDonde viven las historias. Descúbrelo ahora