¿Que hubiera pasado si Chara no hubiera muerto? ¿Acabaría con cada una de las vidas de los monstruos, como muchos estiman? También, cabe la posibilidad de que tome la iniciativa de liberar a los monstruos de su prisión, quienes lo llaman "hogar"...
...
¡Hey peques! ¿Acaso me están siguiendo? Bueno, solo vayamos al punto. Lean esto con atención. Tengan mucho cuidado si siguen por aquí, ¡eh pequeños! Esta historia contiene SPOILERS del juego no quiera pasar un...
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¿Q-quien dejó esto por aquí? ¡Paps! ¡¿Acaso fuiste tu?!
Papyrus: Nyehehehe~
Uff... Bueno, antes de que me quede dormido, recuerden. Si acaso ven anomalías en la historia avisar a la escritora. Graci- ZzZzZz --------------------------------------------------
Abrió sus ojos, lentamente se sentó en la cama donde ella estaba, se quedo así por un breve momento, para que luego sus pensamientos fueran interrumpidos por los chirridos que la puerta ocasionó al abrirse.
-Oh... ¡Espero no haberte despertado! Cuanto lo siento... Solo vine a ver como te encontrabas -
El ocasionador de que la puerta se abriera, le dirigió dichas palabras, estas se esbozaban con nerviosismo, pero se notaba que estaba feliz por conocer a alguien nuevo.
-Mamá esta preparando tarta de canela, me preguntaba si quieres un poco.-
Al no haber respuesta alguna, él se sintió más nervioso de lo normal.
-P-puedo traerte un pedazo-
Ella no sabía que responder, estaba confundida, así que solo se limitaba a verle y no hablar.
-Veo que sigues cansada, debe ser duro caer a lo desconocido-
Asriel, cuidadosamente se sentó aún lado de la cama.
-Cuando te sientas mejor, podemos salir a jugar ¿Vale?... Por el momento me quedaré aquí, te acompañaré.-
Al no haber respuesta, Asriel sale de la habitación, dejando a Chara sola. Después de unos momentos el entra con un libro sobre Caracoles.
-¡Sé que te encantará!-
Asriel empieza a leerle el libro, en un principio, Chara no tenía interés, pero al ver al joven niño cabra que se divertía enseñándole, terminó incorporándose con él.
-Espero no interrumpir nada-
Dijo Toriel al entrar a la habitación donde se encontraban los dos niños.
-Veo que te está gustando el libro sobre caracoles, a nosotros nos fascinan.-
Ella esbozaba una tierna sonrisa
-¿Quieres volver a tu hogar?-
Chara solo se quedo en silencio.
-Oh... No tienes...-
La atmósfera cambio un poco, y el silencio se hacia incómodo hasta que Asriel rompió el silencio.
-¡Si quieres, puedes quedarte a vivir con nosotros!-
El niño decía con alegría en cada palabra que emitía
-¿Puede mamá? ¿Podria ser mi hermana?-
La mujer cabra estaba sorprendida, a lo que respondió con una voz muy dulce
-Claro ¿Por que no? Por supuesto, si ella quiere puede...
-Esta bien-
Contestó Chara interrumpiendo, después de todo, ella no tenía nada que hacer en su antes "hogar", si es que se le podía llamar así.
-¿Lo dices en serio? ¡Genial!-
Al emitir felizmente esas palabras, abrazo fuertemente a Chara, ocasionando que sacara un pequeño quejido de dolor, ella aún estaba herida de la caída. Al escuchar ese sonido, Asriel la soltó de inmediato, preocupándose.
-¿E-estas bien? En serio ¡Lo siento!-
-No importa- Contestó Chara en voz baja
-¿Huelen eso?... ¡La tarta de canela! Le dije a tu padre que la vigilará, ya regreso-
Preocupada, sale Toriel de la habitación.
-Me alegro de que por fin tengo a alguien con quien jugar-
Asriel estaba feliz y sonriente.
En unas cuantas horas, la tarta ya estaba lista para comer. Asriel ayudo a Chara a ir a la cocina, ella todavía estaba débil.
Todos convivían con la presencia de Chara, las esperanzas volvieron al subsuelo.
Unas semanas después y Chara ya se había hecho amigos de todos. Ella ya estaba recuperada, siempre salía a jugar con Asriel.
