Podría decir que eran las 7 de la mañana. Me fui de la torre de vigilancia ya ahora estaba dirigiéndome a la prisión, entré al Bloque C y me encontré con Rick en el comedor.
- Ahí estas -dijo mientras se acercaba a mí.
- ¿Sucede algo? -pregunté. Él se detuvo frente a mí y miró hacia un lado por unos segundos y después me encontré con su mirada.
- Merle me contó sobre lo de ayer -dijo, miré el suelo un poco incómoda sin saber que decir, definitivamente no quería hablar con Daryl.
Iba a decir algo pero escuché a alguien entrar al comedor, miré detrás de Rick y él también miró detrás. Daryl. Desvié la vista inmediatamente, y sentí como Rick se iba, suponía que él quería que Daryl y yo hablemos. Yo seguía inmóvil, no decía nada, escuché los pasos de Daryl acercarse a mi.
- Christina. . . perdón por lo que sucedió ayer -dijo. Regresé a verlo con el ceño fruncido pero no me atreví a decirle algo- Es mi culpa, lo sé y no sabía lo que hacía pero si lo supiera, nunca te hubiera tocado y. . . -dijo pero no lo dejé acabar.
- Me abofeteaste -dije. Él me quedó mirando.
- Lo siento -dijo.
- Solo. . . -dije pero no sabía que más decir, solté aire-. Dejame sola.
Él me miró por unos segundos pero después se fue. No sabía si perdonarlo o no, ahora no estoy de humor y peor si seguía hablando con él. Escuché un ruido que me llamó la atención, entré por donde estaban las celdas y al final del pasillo habían unas rejas,al parecer todos seguían dormidos. Me acerqué silenciosamente a ésta y la abrí, me encontré con varios pasadizos, que parecía un laberinto. Fui por la derecha, no había ningún ruido absoluto, ahora habían dos pasadizos a mi derecha e izquierda. Escuché otra vez el mismo ruido pero provenía de la derecha, miré a mi lado pero inmediatamente sentí a alguien ponerme una bolsa en la cabeza, cuando quería quitármela otra persona me agarró de una pierna y otra de mi otra pierna, no podía ni siquiera gritar porque la bolsa me asfixiaba. Logré patear a uno mientras me sacudía pero otra vez me agarró la pierna.
Comenzaron a llevarme a no sé dónde pero estaba segura de que seguíamos dentro de la prisión, yo seguía moviéndome y aún así no me soltaban, la persona que me sostenía los brazos me clavaba sus uñas, lo que me provocaban dolor, y me agarraban muy fuerte las piernas que incluso gritaría de dolor.
Escuché una puerta abrirse y supuse que salimos de la prisión. Estaba desesperada por que me suelten y por lo menos saber quienes eran y cuantos. Las personas que me tenían me soltaron, pero no tuve ni tiempo para poder actuar, estamparon mi cara bruscamente en algo áspero, me imaginé que era un árbol.
- Nena respondeme y dime ¿quiénes están en ésa prisión? -preguntó una voz masculina en mi oído. No dije nada, sentí como alguien amarraba mis manos con una soga, el hombre que habló en mi oído, me dio vuelta bruscamente y otra vez me estampó en el árbol pero por lo menos estaba de espaldas-. Última oportunidad ¿quiénes están en ésa prisión? -volvió a preguntar.
- Púdrete -dije. No sabía cuál era la expresión del hombre pero creo que no le gustó.
- Bien... Si esto va a ser así -dijo y me dio un golpe en la mandíbula, mi cara miró a la derecha e hice una mueca de dolor.
Cuando traté de regresar a mi posición normal el hombre otra vez me golpeó pero con más fuerza. Mis piernas fallaron y caí debido al golpe. Me quedé en el suelo y no pensé en volver a ver para que me golpee. El hombre me agarró de mi blusa y me obligó a sentarme.- ¿Quiénes -dijo mientras me daba otro golpe en la mandíbula- están -continuó y me dio otro golpe en el mismo lugar, como mi cabeza estaba de lado me dolía y tenía que ponerla firme pero así me daría otro golpe- en -me dio otro golpe- ésa -otro golpe más fuerte- prisión? -dijo casi gritando mientras me daba otro golpe en el mismo lugar que fue más fuerte y doloroso que los otros. Con suerte podía mover la cabeza pero me di por vencida y me quedé ahí tirada en el suelo y no hice ningún esfuerzo por regresar a ver.
- ¡Hey! -escuché un voz masculina gritar, no tenía idea de quien podría ser.
- ¿Quién eres? -dijo el mismo hombre que me golpeaba.
- Dejala ir -dijo el otro hombre. Ok, no sabía ya quien es quien.
Sentí que alguien me tomaba del brazo y me levantaba bruscamente, me quitaron por fin la bolsa que tenía puesta y ya pude ver. Había un chico parado frente a mi con una pistola apuntándome, parecía de unos 25 años, tenía cabello castaño que estaba un poco largo tenía y ojos café claro. Era de tez blanca y tenía un poco de tierra en la cara.
- Dame tus armas, o la mato -sentí como me ponían una pistola en la cien. Miré de reojo y pude ver el rostro de un hombre, de seguro era el que me golpeaba. Regresé a ver al chico que me miraba.
- Vamos amigo, estás solo. Somos 3 contra 1 -exclamó otra voz masculina, un hombre que estaba mi lado izquierdo. Se oyó un disparo y escuché un cuerpo caerse y el hombre que estaba a mi lado izquierdo gritaba de dolor.
- Él no está solo -escuché una voz femenina decir, estaba detrás de mí pero ni siquiera podía verla- dejenla ir, o lo mato -dijo.
El hombre que me sostenía se dio vuelta sin despegar la pistola de mi cabeza y había una chica que sostenía a un hombre y lo apuntaba con su pistola en la cabeza mientras que éste hacía muecas de dolor, bajé un poco la vista y su pierna izquierda estaba sangrando, de seguro ella lo disparó.
- No sabes lo que estás haciendo... Ni siquiera sabes quiénes somos o lo que hemos echo y por si no lo sabes tenemos un enorme grupo que ellos con gusto me ayudarían a matarte -dijo el hombre.
La fuerza con la que me sostenía el brazo iba disminuyendo lo que me podría dar un poco de ventaja o podría empeorar las cosas. La chica me quedó mirando, parecía que quería decirme algo... Inmediatamente supe qué era...
- Eso es lo que tú dices -dijo ella y disparó al hombre en la cabeza.
Le di un codazo al hombre que me sostenía y él se echó para atrás, me di vuelta y vi como agarraba su pistola con la mano derecha y me apuntaba a mí, rápidamente cogí su mano y la apunté en su cabeza, para luego yo jalar el gatillo. Vi como su cuerpo iba cayendo al suelo y comenzaba a sangrar. Levanté la vista y me encontré con la mirada del castaño.
- ¿Estás bien? -preguntó, esperé un momento y asentí con la cabeza.
- Gracias -dije en susurro, el chico asintió con la cabeza-. ¿Están solos o...? -pregunté.
- Si -contestó la chica mientras se paraba al lado del chico. Ella tenía cabello rubio lacio, ojos verdes, tez blanca, nariz respingada, tenía unas cuantas pecas en la nariz que le seguían en las mejillas-. Escucha, no quiero sonar grosera pero no sé quien eres, pero ahora nos tenemos que ir y si nos sigues juro que te mato -dijo.
- No te preocupes, mis intenciones son buenas, pero las de ustedes no sé -dije-. ¿Quienes son?
- Soy Alexei Kéldysh (multimedia) y ella es mi hermana Alina Kéldysh -dijo el chico. «Son rusos» pensé.
- Me llamo Christina Becher -dije-. ¿Cuánto tiempo llevan solos? -pregunté.
- Hace como 5 meses -dijo Alex-. ¿Tú estás sola? -preguntó.
- No... tengo un grupo cerca de aquí -dije. A Alina se le iluminaron los ojos.
- ¿En serio? -preguntó ella.
- Si pero... como tu dices que tenían que irse y si te seguía me ibas a disparar, así que sigan con lo suyo y yo regresaré con mi grupo, gracias -dije.
- No, no, no espera -dijo ella, dibujé una sonrisa satisfactoria en mi rostro- ¿Podrías llevarnos? -preguntó.
- ¿Podría llevarlos? Sí pero ¿Podrían quedarse? Esa pregunta no me corresponde.
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Mi hombre de la ballesta (Daryl Dixon)
FanficChristina: Grosera, curiosa y rebelde. Daryl : Frío, cerrado y dependiente. •¿Amor? Era algo que ellos no tenían idea•