Cap. 3 |"Más mala suerte"|

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La mala suerte hacia de la suyas. Al llegar con mi madre y con Tori al lobby del edificio, iba cruzando por la puerta del edificio un niño con un cono de nieve a medio derramarse. Su madre lo seguía desesperada, diciendole que no corriera, por que llegaría a caerse, o a chocar con una persona y macharla con su helado. Y par suerte, esa persona lamentablemente fui yo.
El niño chocó de frente con su helado de crema de vainilla, ensuciando mi vestido de novia.
Al ver el postre bañado en mi vestido perfectamente hermoso, escogido por mi prometido, quise llorar, y al mismo tiempo apropiarme del maldito infante para estrangularlo y matarlo. Tori y mi madre miraron mi vestido con lastima, y su madre se acercó para pedir una disculpa.
—¡dios mio! No sabes cuanto lo siento... —se disculpó.
—no diga nada, que ya voy tarde —respondí entre dientes, casi queriendo llorar.
Salí corriendo, hacia el auto, seguida de Tori y mi madre. Y me puse a llorar. ¿algo peor podría pasar? Trate mal a mi prometido, se me hizo tarde, y ahora mi vestido estaba sucio.
—no llores hija —me consoló mamá—, todo se va a arreglar.
—la celebración empieza en 15 minutos —llore—. Estamos a 40 kilómetros del lugar, le grité a James, aun no estoy maquillada, y mi vestido esta arruinado. Nada esta bien.
Tori y mi madre me abrazaron, tratando de consolarme.
—tranquila __________. Ya hayaremos el modo de que todo salga bien —dijo Tori.
—¿como? —pregunté.
En ese momento, Karen llegó hacia donde estábamos.
—tengo el maquillaje. ¿pero que tienes? —me preguntó al verme llorar.
—no voy a llegar. Todo se arruinó —lloré—. Aun no estoy maquillada, mi vestido lo acaba de ensuciar un maldito niño, y ya no faltan 15 minutos para que empiece la celebración.
Karen me abrazó también.
—tranquila __________. Vamos a llegar. Subamos a mi auto. Yo conduz... Ah si, te iba a maquillar —se acordó.
—puedo manejar —propuso Tori.
—pero aun no tienes licencia —interpuso mi madre—. Reprobaste el examen de manejo.
—pero al menos sé manejar. Yo conduzco, enserio. Lo haré con cuidado.
No muy conformes, pero con la única esperanza de poder llegar, aceptamos la propuesta. Subimos al auto deportivo de Karen, quien le dio las llaves a Tori. Mamá ocupo el asunto del copiloto, y Karen y yo los asientos de atrás.
Tori intentó encender el vehículo, pero este no quiso encender. Volvió a girar la llave, y nuevamente no quiso encender.
—¿sera que acaso no sabes encender un auto? —le preguntó mi madre.
—no arranca.
—¿que? —preguntamos todas, a excepción de Tori, al unísono.
Tori quiso intentar nuevamente, pero este no quiso encender.
Me ganó el sentimiento y llore.
—de nada me sirve llorar —me dije—. James no me va a querer. Voy a llegar tarde a nuestra boda.
—relajate __________ —me dijo Tori—. Llamemos a un mecánico a que venga a revisar el auto.
—pero la boda empieza en 7 minutos. ¿que vamos a hacer? —dije.
—llama a James, y dile todo. Él sabrá que hacer —propuso Karen.
—no creó que quiera hablar conmigo. Llamalo tu —le dije—. Además no quiero que me escuche llorando.
—de acuerdo —respondió.
Le preste mi celular, y enseguida Karen marcó a su numero.
—lo pondré en el altavoz —dijo.
Quise negárselo, pero quería oír a James, extrañaba escuchar su grave voz.
—¿mi amor? —preguntó James del otro lado de la línea apenas terminaron de sonar los Bip.
—no. Soy Karen.
—¿que paso? ¿por que traes el celular de __________?
—James, ella no llegara a la boda.
—¿por que?
—por que ella acaba de ser atropellada —mintió.

"Un Maslow muy comprometedor" [NAFDS#2] (con James Maslow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora