Escribir es cómo un vicio

Escribir es la adicción más placentera que conozco, es la filia mas perversa de todas. No he sentido algo mejor que la sensación que se da justo en el momento de acomodar una palabra frente a la otra y sentir que una melodía recorre la espina dorsal.

Cuando el morbo de sentirse desnudo frente a una hoja en blanco se convierte en un ritual sagrado que compartes contigo mismo. Incluso, aunque después otras personas lean tus pensamientos, sabes que ese pequeño momento es tuyo y de nadie más.

La escritura te absorbe, te desconecta de una realidad impregnada de monotonía y estrés. Te desgasta a tal grado que pasas noches enteras entregándote por completo a ella. Llega el momento en que no comes, te alejas de la gente que amas y que te ama a ti. Sabes que lo mas probable es que termines mal, pero aun así lo disfrutas, lo gozas, lo anhelas.

El agridulce sabor a melancolía de las más bellas palabras que puedas escribir, es un verdadero néctar. Siempre buscas un espacio para escribir por lo menos un par de líneas, mientras disfrutas de un cigarrillo o de una copa de licor barato. Pocas personas, si no es que nadie, te entienden.

Esto es solo tuyo, y a veces de algunos cómplices que se toman el tiempo de leer las cosas que durante alguna noche de alcohol se quedaron grabadas para la posteridad.

Escribir es cómo un vicio, te absorbe, te mata y aún así lo disfrutas, pero sobre todo, después de hacerlo por primera vez ya no hay marcha atrás...

-PoetaBeodo-