Esa tarde fue diferente a las demás y lo note desde el instante en que rompí la rutina. No regresé a casa como de costumbre, sino que bajé del tren unas paradas antes de mi estación y caminé por unas calles para desconocidas.
Me fijé por vez primera en los árboles del parque a mi izquierda. Como sus hojas amarillas verdosas caían por todo el recinto y revoloteaban por las calles.Sentí que la brisa rozaba mi cara y refrescaba mis mejillas al caminar con cara al viento, sin rumbo alguno.
Reconocí el aroma, aunque era poco familiar; el aroma que daba la bienvenida al otoño. Olor fuerte de tronco y especias de la naturaleza que inundaban mi olfato y me permitía sumergirme de forma clara en mi rededor.Caminé durante un largo rato alimentando mi vista con los detalles que nunca tomaba en cuenta, hasta detenerne en en un pequeño local. No me percaté siquiera del nombre, fueron los colores pastel que adornaban las paredes los que llamaron mi atención. Y, me satisface decir que la sensación de entrar allí fue aún más placentera de la esperada.
El lugar era estrecho, pero no incómodo...además estaba muy bien distribuido. Algunas mesas para dos y asienntos individuales ocupaban el lugar, con bonitos manteles y personas que lucían muy cómodas.Cuando me percaté una señora mayor se acercaba a mí, seguro debido a que me quedé observando todo el espacio sin moverme. Ella llevaba un delantal rojo con una caricatura de una señora con un pastel, muy parecida a sí misma y no pude evitar preguntarme si era ella. Cómo si escuchara mis pensamientos me respondió:
-Sí, soy yo.
La señora miraba su delantal sonriendo ampliamente, mantuvo la sonrisa cuando subio sus ojos hasta mi rostro inspirandome confianza de inmediato.-¿Una mesa personal jovencita?
Su acento era latino, y su voz era alegre y suave, como la de las abuelitas.-Sí, muchas gracias.
Le dije sonriendo levemente.La señora avanzó hasta el final del local y yo la seguí. Mientras me sentaba, colocó un pequeño menú delante de mí. Yo me fijaba en los colores tan chillones que tenía y que era una diferencia total del local que con su aspecto suave podría indicar "es hora del té", mientras la carta gritaba "Carnaval" por todos lados.
Con su sonrisa implacable me indicó que cuando estuviese lista para ordenar podría hacerle señas hasta el mostrador, pero se interrumpio cuando la puerta del local se abrió dejando entrar algo de brisa.
Un chico se acercaba con pasos ávidos y una caja en brazos, por lo que yo no podía ver su cara; pero la emoción de la señora fue suficiente para saber que era alguien a quien esperaba.-¡Alan! Qué bueno que ya estas aquí.
Ella parecía realmente feliz por la llegada del muchacho y noté como su sonrisa se hizo mas grande, algo que claramente no creia posible ya que era lo bastante amplia antes cuando me sonreía a mí.
La señora me toco el hombro como disculpándose por dejarme, y avanzó hasta el chico. No me fijé en ninguna otra cosa y sin más enterré la cabeza en el menú que me habían dado antes.
CONTINUARÁ...
~♡~Hola! Antes de cualquier cosa es bueno que sepan que "Almas" serán muchas historias en uno. Algunos capítulos podrían ser de la misma narración, pero lo común será que no lo sean. Cada historia será algo diferente e innovador para ustedes, donde se involucrará toda clase de sentimientos. Parte de mí se quedará en cada una de las líneas que escriba y espero sean muchas.
Disfrútenlo y no olviden comentar siempre siempre! Así sabre si les gusta....
Suya desde ahora: Freisy Rose🌹
Nota: (¡Por favor! No al PLAGIO, estas historias son de mi total AUTENTICIDAD y espero que lo respeten)