Camino por los pasillos del instituto hacia mí casillero, lo que me han dicho Yuko y Dani es totalmente difícil de creer para mí; yo sabía que Jay estuvo saliendo con una porrista, pero como tenía cierto desprecio hacia ellas, nunca quise conocerla. Poco hablábamos de ella y nunca la nombró, realmente poco me interesaba saber del tema. Pero... ¡Nunca imaginé que dicha porrista fuera Leyla! Y lo peor de todo, es difícil de creer que ella se hubiera enamorado de tal manera de querer dejarlo todo por él, incluso el amor y dinero de sus padres.
Entonces, Leyla era un amor de persona, Jay la dejó con las ilusiones y el corazón lastimado, y ella se hizo la perra que es hoy en día. Es imposible que Jay sea el causante de tal impacto sobre ella, es un cambio muy fuerte.
Llego a mi destino, uso mi contraseña para abrir mi casillero y guardo ahí los libros que ya no he de usar y en su lugar saco los apuntes y cuadernos de Biología. Me dirijo al salón de esta misma clase, saludo al profesor y me siento junto a la ventana a seguir procesando la información que acabo de recibir y me niego a desconfiar o creer algo erróneo de Jay sin antes haber escuchado su parte.
Terminan de ingresar el resto de estudiantes y entre ellos destaca Leyla por su cabello exageradamente rubio y el sonido de sus tacones al caminar.
La observo hasta que se sienta en uno de los pupitres de la primera fila; lleva unos tacones de aguja negros, una crop top lila y una falda de seda negra más arriba de la mitad de sus muslos, acomoda su cabello y saca sus apuntes, al parecer notó mi mirada sobre ella y volteó hacia mí, nuestras miradas chocaron por un momento y ella sonrío falsamente para luego rodear sus ojos miel con largas pestañas.
Decido ignorarla y seguir admirando el paisaje por la ventana, el profesor empieza a dictar su clase y apunto todo lo que considero importante y la tarea que acaba de mandar en parejas.
—La investigación debe ser impresa a color, mínimo veinticinco hojas, con imágenes. Deberán traer además unas diapositivas con el extracto de información que ustedes consideren más destacada y necesaria para su exposición en frente de todos sus compañeros de esta clase, recuerden que pronto serán los exámenes y necesitan estar preparados. Las mejores dos parejas de este trabajo, quedaran exonerados del examen con un diez —concluía su explicación y yo apuntaba absolutamente todo— las parejas quedaran elegidas por ustedes, nombraré algunos estudiantes y ustedes me dirán el apellido de su compañero para anotarlos en mi agenda.
Y así empezó a nombrar uno por uno, empezando por mi columna. Desafortunadamente en esta clase no cuento con la compañía de Jay, Dan a escogido a Bratt y jamás escogería a Jhon para este trabajo. Una idea algo alocada se cruza por mi mente, pero lo haré para obtener más información. Así que... suerte o muerte.
—Señorita Manson, ¿a quién escogió? —inquiere el profesor con la mirada puesta en mi.
—A la señorita Collins —titubeo un poco al inicio pero logro decirlo fuerte y claro.
— ¿¡Qué!? ¡No! ¡Me niego a trabajar con ella! —chilla de inmediato Leyla poniéndose de pie.
— ¿Cuál es su inconformidad señorita Collins? —cuestiona el profesor sorprendido por la actitud de su alumna.
— ¡Que no puedo trabajar con ella! —contesta y pisotea el suelo con su tacón haciendo que su falda se mueva a ambos lados de su cadera elevándose un poco más de lo debido.
—Esa no es una razón justificable, lo siento pero no perderé más tiempo. Señorita Manson trabajara con la señorita Collins —anuncia, lo escribe sobre su agenda y seguido de esto sigue con el apellido del chico sentado detrás de mí.
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Infiltrada [EN EDICIÓN]
Novela Juvenil¿Quién en su patética vida no ha jugado Verdad o Reto? ¿Quién en su miserable vida no se ha arrepentido de elegir reto? ¿Quién en su estúpida, asquerosa y cruel vida no le dieron en el clavo a la hora de dictar el reto? Pues a mi, Caroline Manson, s...