CAPITULO II PARTE VEINTICUATRO

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Ese día no fui a trabajar, me desperté muy tarde y con un dolor terrible en la cabeza que me explotaría en cualquier momento. La nariz estaba hinchada y la tenía tapada así que sería difícil ensayar con ambas fosas nasales cerradas.

Hablé con el CEO y me permitió quedarme al menos por ese día en la casa para reponerme.

Mink se había ido temprano sin avisarme dejando el tiradero de ropa sobre la cama, odiaba que hiciera eso, yo no lo recogía pero si la chica que ayudaba en la limpieza y se me hacía una falta de respeto hacer tanto sacadero de ropa para que al final se pusiera lo que se había probado al principio. Varias veces lo regañé por eso pero nunca me hizo o hará caso.

Bajé a desayunar y no había nada que comer, me serví leche y tomé un plátano para subirlo a mi habitación donde me volví a acostar.

Era difícil comer sin poder respirar y cada movimiento de mi cara me lanzaba piquetes de dolor que me hacían lagrimear. Tenía que ir al médico.

Me levanté de la cama y me cambié para salir, no podía estar encerrado todo el día.

Estaba por marcar al chófer cuando mi teléfono sonó, era N quien hablaba.

—Hola líder Cha, ¿Pasó algo?

—Todo bien Hong, sólo que el manager dijo que estabas enfermo y que no vendrías el día de hoy. ¿Estás bien?

Me quedé mirando mi reflejo en la pantalla plana que había en la habitación.

—Estoy bien, sólo que he estado muy débil éstos días.

—Mientes.

Su respuesta fue sorpresiva.

—¿A qué te refieres?

—Te conozco suficiente para saber identificar tus mentiras, además aún cuando has estado más cansado y abrumado por el trabajo, nunca faltaste. ¿Dime que ocurre?

Tal vez por eso las fans había nombrado a N como la madre del grupo ya que su forma de deducir cuando a alguno le pasaba algo, era sorprendente. No era necesario seguir mintiéndole, no a él.

—Esta bien, te diré la verdad, por favor no hagas un escándalo.

—No prometo nada, estas raro y me acabas de asustar.

Sonreí para mis adentros, sabía que sería inútil tratar de calmarlo.

—Ayer tuve un accidente con Mink... me dio un codazo que me provocó un ligero sangrado en la nariz, pero fue sin intención. Hoy estoy adolorido de toda la cara además de que no pensaba salir así a la calle.

No hubo silencio, contestó de inmediato.

—¿No me estás mintiendo verdad? Cuéntame exactamente que pasó.

Sobe mi nariz a la vez que apretaba los dientes para calmarme, no quería recordar la cara de enojo que Mink me hizo, pero fue inevitable.

—Anoche bajé a recibir a Mink en la entrada, se adelanto entrando a la cocina entonces quise sorprenderlo así que decidí no hacer ruido para abrazarlo por detrás y asustarlo. Lo peor fue que venía de mal humor y sin darse cuenta volteó muy rápido dándome un fuerte codazo en la cara. La nariz me sangró de inmediato, lo malo es que no me ayudó, únicamente se enojó, me gritó y me dejó con la cara sangrada.

Se escuchó un suspiro por parte de N.

—¿Ya tomaste algo? ¿Fuiste al médico?

—No, me desperté temprano para avisarle al CEO que no iría, me quedé acostado. Pensaba salir justo cuando marcaste pero la verdad no tengo humor para eso.

—Entonces espero que ya hayas tomado algo para la hinchazón, eso no se desinflamará solo.

—Me tomé unas aspirinas, estoy bien. Sé que me recuperaré rápido, no te preocupes.

N gruñó a través del auricular.

—Lee Hong Bin, no puedes simplemente pensar que te curarás de un día para otro sin tomar nada. ¿Siquiera sabes si no la tienes fracturada?

Me volví a tocar el puente y lo apreté ligeramente, me dolió bastante.

—Sigue el dolor y no creo.

Volvió a suspirar fuerte.

—Saliendo de aquí iré a verte, ponte cualquier cosa fría que encuentres y descansa. ¿Está bien?

—Si, además será bueno estar contigo a solas, extraño hablar contigo.

—Eres un tonto, está bien. Cuídate ¿Entendiste?

Y colgó.

Aventé el teléfono a la cama y salí del cuarto para ir nuevamente a la cocina por algo frío y ponérmelo tal y como Hakyeon recomendó. Encontré una bolsa de chícharos congelados que me coloqué con cuidado y subí despacio hasta mi cama, me acosté y cerré los ojos para dormir.

Ya había pasado un buen tiempo sin que tuviera un sueño extraño, últimamente lo único que veía mientras dormía era la cara de mi madre o la oscuridad, al menos eso recordaba. Ésta vez me vi envuelto en un sueño abrumador donde estaba siendo rodeado de sombras que amenazaban con tocarme, yo sentía miedo por que sabía que si lo hacían moriría. Corría a través de una carretera alumbrada por la luz de la luna mientras las sombras se ocultaban entre los arboles que bordeaban la autopista, el aliento me fallaba y cada vez mas sentía que en cualquier momento me atraparían. Desperté jadeando antes de que algo más pasara.

Ya era de tarde.

Me voltie en la cama para quedar boca arriba y poder ponerme los chicharos ya descongelados, pero aún fríos sobre la nariz. Miré el reloj del celular, ya eran las 3:44 pm. y N aún no aparecía.

Pasaron otros 14 minutos donde permanecí entre estar dormido y despierto cuando tocaron y abrieron la puerta. Era la chica de la limpieza.

—Sr. Lee, hay un chico que acaba de llegar y que lo busca, es uno de sus compañeros del grupo. ¿Lo dejo subir?

Me senté en la orilla de la cama para poder verla bien.

—Sí, dile que suba. Indícale cual es mi habitación.

Me asintió con la cabeza y cerró despacio la puerta.

Fui al baño por papel para limpiar el agua que tenía sobre la cara, me miré en el espejo y me sorprendí de lo horrible que me observé. Por ningún lado se veía lo bonito de mis facciones ni mucho menos me veía bien sonriendo.

Tocaron nuevamente a la puerta.

—Ya hubieras pasado, no tienes que tocar —dije casi gritando para que escuchara, pero de todos modos caminé hasta la puerta para abrir.

Mi sorpresa fue enorme al ver a Leo parado frente a mi con una enorme bolsa de medicamentos abrazados a su pecho.

FAMA (VIXX Fanfic Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora