Mi marido se ha ido a trabajar a las siete de la mañana, como cada día y, como cada día, me trajo el desayuno a la cama; pero había algo inhabitual: George se había perfumado con aquel frasquito de colonia tan caro que le regalé las navidades pasadas y el cual sólo utiliza en ocasiones especiales.
No creo que deba preocuparme, seguramente tenga hoy una de esas reuniones de trabajo tan importantes o tendrá que ir a hablar con su jefe; en cualquier caso, no creo que esté para la cena.
Aún así le he esperado, aunque en vano, porque no ha aparecido.
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SUEÑOS ROTOS
AcakEsta es una historia que escribí en 3° de ESO y que acabo de encontrar. Tuvimos que escribir una historia que tratase de violencia de género, por lo que es algo dura de leer para los que hayáis vivido una situación parecida, aunque he intentado no...