Los días pasaron y Stiles mentiría si dijera que su vida era un asco.
Corrección: su vida real sí era un asco. Pero la que tenía la suerte de disfrutar cuando dormía... Esa era maravillosa.
Era ese y no otro motivo, el que hizo que cambiara sutilmente su rutina. Y de pasarse las horas muertas frente al ordenador, cotilleando cualquier; lo aprovechaba ahora para dormir. Y soñar.
Y si al irse a la cama no tenía mucho sueño, no tenía reparos en robar un poco del whiskey de su padre: El alcohol siempre le había dado modorra.
La primera vez que lo hizo supo que estaba pisando terreno peligroso. Y que no dejaba de ser un hipócrita después de haber echado en cara a su padre su afición por el alcohol tras la muerte de su madre.
Pero cuando el truco surtió efecto con un par de chupitos, los remordimientos desaparecieron. Sobre todo cuando aquella noche disfrutó de todo un día en compañía de Derek, paseando por el bosque de un modo que, apostaba, era muy similar al que disfrutaron Scott y Allison en su día.
Por desgracia a la mañana siguiente tuvo que pagar las consecuencias de sus actos, y no porque tuviera resaca, (Stiles apostaba que su hiperactividad era la responsable de que su cuerpo metabolizara el alcohol con más facilidad); sino porque despertó completamente agotado.
Scott lo notó enseguida, pero no dijo nada.
Cuando Stiles le aseguró que las pesadillas seguían sin aparecer y que simplemente le había costado dormir, lo dejó estar. Pero a la cuarta vez que se presentó en clase con unas ojeras que le llegaban hasta los pies, decidió intervenir.
Stiles se habría enfadado con su amigo por ser un entrometido, sino fuera porque en el fondo debía alegrarse por contar con alguien que se preocupara tanto por él.
- Dime la verdad. Has vuelto a tener pesadillas.
- Por enésima vez, Scott, no. Todo está bien.
- Pues estás hecho una mierda.
- Guau. Gracias. Yo también te quiero y te encuentro estupendo.
- Sabes que tengo razón – protestó, un tanto ofendido, pero en seguida suavizó el gesto – Sólo quiero saber si estás bien.
- Lo estoy. No te preocupes – le dio un cariñoso golpe en la rodilla - Sólo es que tanto soñar hace que me levante cansado. Es normal.
- ¿Sigues soñando con Derek? – preguntó en voz baja, y Stiles puso tal cara de idiota enamorado que hasta a Scott le pareció vergonzoso.
- Sí.
El Alpha asintió.
No terminaba de gustarle la idea de que Stiles estaba, literalmente, viviendo dos vidas: Una real donde él y Derek apenas se hablaban porque casi no se veían. Y otra imaginaria donde por fin podía salir con el hombre lobo del que estaba perdidamente enamorado.
Cualquier podía ver que aquello no era bueno. Y menos después de los problemas que había tenido para diferenciar sueños de realidad.
Scott lo había dejado estar al principio porque nunca antes le había visto tan feliz como cuando se reunía con él cada mañana en el instituto, después de haber soñado toda la noche.
Pero cuando empezaron a aparecer las ojeras y el quedarse dormido en cualquier sitio y a cualquier hora, tuvo claro que debía hacer algo.
- ¿Por qué has dicho que es normal que te levantes cansado? – preguntó al final, tratando de prolongar la conversación – ¿No debería ser al revés?
- No siempre – respondió Stiles enseguida – Lo que pasa es que manipulo los sueños.
- ¿Manipularlo?
Stiles abrió la botella de agua de la bandeja, y dio un largo trago. Afortunadamente, estaban solos en la última mesa de la cafetería, con lo que podían charlar de temas sobrenaturales sin miedo a que les encerraran de por vida.
- Generalmente, cuando eres consciente de que estás soñando, en seguida te despiertas – empezó a explicar - Pero si te concentras lo suficiente, puedes conseguir que dure más, y que pase lo que tú quieras.
- Pensé que eso era lo normal.
- No – se mojó los labios - Los sueños suelen ser simples sucesiones de imágenes de tus recuerdos, presentadas de un modo aleatorio y donde tú no intervienes.
- Vale – comentó Scott sin entender muy bien del todo, ni cómo era posible que su amigo supiera todas esas cosas. Pero no dejaba de ser Stiles - ¿Y?
- Y la única manera de cambiarlo, es concentrándote y obligando a tu cerebro a intervenir de un modo más activo. Pero eso también consigue que acabes hecho polvo.
- ¿Y eso? – preguntó Scott sin dudar. Nunca le había importado reconocer que Stiles era mucho más listo que él, y que necesitaba que le explicara todas las cosas. Sobre todo cuando Stiles nunca se lo tenía en cuenta ni se metía con él... La mayoría de las veces.
- Porque se supone que cuando duermes y sueñas, lo que estás haciendo es que tu cerebro descanse. Pero...
- Pero si manipulas el sueño, el cerebro no descansa nunca.
- Exacto.
- ¿Y es por eso que tienes esas ojeras horribles? – señaló su cara, a lo que Stiles asintió con vergüenza.
- No puedo evitarlo – murmuró – Al principio era frustrante despertarme cuando todo estaba siendo genial... Pero ahora que sé cómo controlarlo, puedo pasarme toda la noche soñando.
- Y por eso luego te duermes en clase. Y en la cafetería. Y en el cine – su voz se parecía muchísimo a la de su padre cuando le estaba echando un sermón, y Stiles frunció el ceño.
- Si es el precio que hay que pagar.
- ¿Y si un día te quedas dormido mientras conduces?
- ¡Vamos Scott! Eso no va a pasar. No soy tan idiota.
- Me da lo mismo – el Alpha inspiró con fuerza, sabiendo que lo que iba a decir no sería agradable – Tienes que dejar de hacerlo.
- ¿El qué?
- Tener esos sueños con Derek.
- ¿Qué? – se echó a reír – Creí que a estas alturas ya había quedado claro que eso no depende de mí. Al igual que cuando no pudiste controlar tu transformación.
- Pero ya lo habíamos superado – protestó – Y no te estoy diciendo que dejes de soñar con Derek... Simplemente, no hagas eso de manipular los sueños - Stiles le miró con la boca abierta, como si hubiera perdido la cabeza – Lo digo muy en serio.
- Pues te puedes meter la seriedad por el culo.
- Stiles.
- ¡Lo digo en serio! – alzó la voz más de lo necesario - ¿No te das cuenta de que sólo así puedo estar con él?
- Pero no es real.
Stiles sintió como si le dieran un puñetazo en el estómago, y se quedó sin respiración.
- Ya sé que no lo es – susurró al final, bajando la cabeza para no mirar a Scott a la cara – Pero no voy a dejar de hacerlo.
- ¿Por qué? Tú eres mucho más listo que esto.
- Porque a diferencia de otros, yo no tengo la suerte de gustarle a la chica por la que estoy colado.
Esta vez fue Scott quien sintió el golpe.
- Stiles...
La sirena sonó entonces, indicando que había acabado el tiempo para el almuerzo.
Stiles no esperó a que Scott terminara. Cogió su bandeja y la llevó hasta las estanterías de metal que había al final del comedor. Y cuando salió por las puertas dobles, lo hizo sin mirar atrás ni una sola vez.
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Dream a Little Dream
FanfictionParece que los problemas de Stiles a la hora de diferenciar realidad con pesadillas ya han terminado. Ya no tiene extraños sueños donde se despierta en mitad del bosque, o incluso es incapaz de leer estando despierto. Pero entonces ocurre algo que l...