Imaginas Multifandoms

8.-THE MORTAL INSTRUMENTS (ALEC LIGHTWOOD)

Editado.
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Cloe se dirigió a la sala de entrenamiento. Al abrir las puertas descubrió que no era la única que había decidido entrenar. Alec y Jace estaban peleando cuerpo a cuerpo, por lo que fue a sentarse a esperar a que terminaran y se encontró a Max leyendo uno de sus cómics.

—Hola, Max —saludó sonriendo mientras se sentaba a su lado. Siempre se había llevado bien con el pequeño de la familia Lightwood, era muy tierno.

—Hola, Cloe —respondió levantando la mirada de su cómic—. No debe quedarles mucho —aseguró, por lo que la rubia asintió devolviendo la mirada a los dos chicos.

Al mirar al mayor de los dos, sintió que su collar brillaba así que lo envolvió con los dedos para que nadie lo notara. Fue un regalo de su madre: una piedra transparente que brillaba según su estado de ánimo. Si estaba nerviosa o triste era gris, si estaba enfadada negro y si se sentía feliz (o enamorada, como era el caso) en blanco. Siempre que miraba a Alec se volvía blanco. El ojiazul se dio cuenta de que estaba en la sala y Cloe le sonrió, él le devolvió la sonrisa y se ganó un golpe por parte de Jace.

—Alec, concéntrate.

—Iré a la biblioteca —informó Max y salió dando paso a la parabatai de la rubia, Izzy, quien se sentó en el sitio en el que previamente se encontraba su hermano pequeño. Cloe seguía observando a los chicos sin soltar la piedra.

—No hace falta que lo escondas, todos sabemos cuales son tus sentimientos hacia el tonto de mi hermano —la rubia suspiró y soltó el collar, ganándose una sonrisa por parte de Izzy.

—No todos —contestó refiriéndose al ojiazul. Izzy hizo desaparecer su sonrisa—. Y lo peor es que es imposible que sienta lo mismo, ya sabemos cuales son sus "preferencias" —hizo comillas con los dedos y la piedra se volvió gris. Se fijó en cómo Alec miraba a su parabatai (Jace), así es como debía de estar de mirarle ella.

—Hey, ya se cuales son los sentimientos de mi hermano, pero también se que siente algo por ti —Cloe la abrazó.

—Os toca, chicas —las llamó Jace. Izzy corrió a quitarle el arma a Jace, dejándole a la rubia la de Alec, quien se la ofreció sonriendo. Ella le volvió a sonreír y se puso enfrente a su parabatai para empezar el entrenamiento.