El trono perdido (Laberinto)

Capitulo 6

El tiempo en la universidad pasaba rápido. Si bien Jenny tenía varias preocupaciones en su cabeza, los exámenes y las clases le hacía olvidarlas.

Pronto ya habían llegado las primeras vacaciones del año, que se daban para que cada uno fuera a su casa para Navidad y Año Nuevo. Ella fue a casa de sus padres con una sola idea: tener toda la información posible sobre su madre biológica.

Al llegar la recibió su madrastra, quien siempre la interrogaba sobre lo que había hecho en la universidad. De casualidad le conto que había estado con Duncan.

-Ah, el hijo de David Bowie, debe ser un chico guapo ¿no?

-No sé, es....igual de raro.

Ambas se largaron a reír.

-Hablando de Bowie, hace tiempo que no aparece públicamente, algunos dicen que está enfermo.

-No sé, no me atreví a preguntarle a Duncan- Le mintió.

-Seguramente es sida- dijo yendo a la cocina a controlar la comida - esos rockeros... que Dios los juzgue.

Jennifer decidió no volver a sacar el tema.

Luego en la noche, vio que su padre estaba solo en su estudio, seguramente haciendo cálculos para alguno de sus negocios. Por un momento, se acordó de aquella foto del día del casamiento de sus padres. Ambos se veían jóvenes y felices, no debían tener más de treinta años. Las manos de su padre se dirigían al estomago de su madre, debía ser un embarazo de seis meses más o menos.

-Disculpa, ¿podemos charlar?- Dijo entrando lentamente al estudio.

-Esta bien hija- respondió sacándose los anteojos- ¿Qué ha pasado?

-Nada es que últimamente he estado pensando en...mamá.

Su padre se llevo su mano a la barbilla, tratando de estar tranquilo.

- ¿De qué murió?

Pudo notar como los ojos de sus padres se humedecían.

-Ella....estaba tan bella, y saludable. Todos los médicos decían que no podían creerlo. El embarazo y el parto habían sido normales. Y ustedes dos estaban perfectas.

-¿Entonces que fue?- Sus ojos también habían empezado a lagrimear.

-Aun no lo entiendo. Hacía dos días que habías nacido. Los médicos te llevaron a un control y ella aprovecho para dormir un rato. Yo sali un rato al jardín del hospital para tomar aire y al volver....ella estaba muerta, la toque y fue lo más frio que he sentido en mi vida. Grite a las enfermeras y constataron su muerte. En la autopsia todo parecía normal, así que el diagnostico fue muerte súbita. Aun no lo entiendo....muerte súbita a los veintinueve años...no es justo.

Ambos se abrazaron y lloraron un rato. Luego fue a su cuarto y se prometió que mañana juntaría fuerzas e iría a la casa de David.

"Una muchacha cuya madre fallecerá luego de darle a luz, sin una causa aparente" resonaba en sus pensamientos

Cuando volvió a la casa de David, sintió como le temblaba la mano al golpear la puerta. Pero se sintió relajada al ver a Duncan del otro lado.

-Ah tu, veo que al final te decidiste - noto como su voz sonaba desanimada- pasa.

Al entrar noto que todo parecía más oscuro y descuidado, las ventanas permanecían cerradas y había muchas cosas desparramadas. No se parecía a la casa que conocía.

-El está en el piso de arriba, a la izquierda- le indico, ella lo invito a acompañarla pero él lo rechazo- creo que deberías ir sola.

Al entrar a la habitación no pudo creerlo, David se veía tan....cansado. Su pelo era opaco y casi canoso, y sus ojos parecían haber perdido brillo.

-Bueno, veo que has venido a visitar a los enfermos- Bromeo. Acomodándose en la reposera de la cama.

No pudo modular palabras, por un momento se sintió vulnerable.

-Duncan me ha contado todo, y sinceramente no esperábamos que vinieras. Pero creo que si has decidido venir, es por un motivo, ¿no?

-Si, es que....no quiero que su magia se extinga, creo que deberías recuperar tu trono.

Se rio un poco y la invito a sentarse en una silla. Tenían mucho que hablar.

-¿De qué murió tu madre, Jennifer?- Pregunto, tratando de sonar tranquilo, lo menos que quería era asustarla.

-Nunca lo supieron...el diagnostico fue muerte súbita. Hacía dos días que yo había nacido.

-Los humanos no lo entienden- respondió- pero ella perdió todas sus energías al tenerte, eras demasiado para una humana.

Se quedaron en silencio hasta que él le dijo.

-Como veras, estoy demasiado débil...y no mejoro cuando recuerdo que el Underground necesita a su Rey.

-¿Qué puedo hacer para ayudarte?- Respondió rápidamente.

-Bueno, no es tan fácil como crees. Ve a la biblioteca y tráeme un libro llamado "Nosefti Lemalek"

-¿Qué?

-Nosefti Lemalek- dijo como si fuera algo muy común- significa "los nacidos en la Tierra". Tú tráelo y ya te explicare todo. La única forma en que desarrolles tus poderes es que creas y tomes consciencia de ellos.